martes, 13 de julio de 2010

LOS GOZOS Y LAS SOMBRAS de Gonzalo Torrente Ballester

Pueblanueva del Conde, villa costera gallega, ve cómo los aires de cambio social y económico van alterando su tradicional orden secular. Los viejos señores de la tierra ceden paso a los nuevos señores del dinero, y la antigua flota pesquera resiste ante la moderna industria de los astilleros.

El esperado regreso de Carlos Deza, último de la estirpe de los Churruchaos, que mandó en la villa desde tiempo inmemorial, se ve en el pueblo como la última posibilidad de discutir la supremacía a Cayetano Salgado, nuevo amo de Pueblanueva, que la ejerce con la impunidad que le proporciona su poder económico. Sin embargo, el carácter indeciso de Carlos, y su desinterés por las cuestiones mundanas, llevará el enfrentamiento a derroteros inesperados.

La pugna, que desciende también al terreno de las pasiones e implica a la mayor parte de los personajes, encarna vivamente el choque de épocas y mentalidades que se produce en la Galicia de preguerra, en una sociedad que transita, en plenos años treinta, del siglo XIX al capitalismo sin que apenas cambie nada fundamental.

Esta trilogía de Gonzalo Torrente Ballester esta formada por:
  1. El señor llega
  2. Donde da la vuelta el aire
  3. La Pascua triste
LEIDO por.... Andrés:

Había leído, hace años, mucho de Torrente Ballester, La saga/fuga de J.B., Crónica del rey pasmado, Off-side , Filomeno a mi pesar, Fragmentos de apocalipsis, Don Juan y alguna cosa más, lo más reciente hace más de 15 años, y tenía pendiente la relectura de La saga/fuga de J.B., que era de la que guardaba mejor recuerdo, cuando alguna reseña se me debió cruzar en el camino y caí sobre esta fenomenal trilogía que ahora me ocupa. Con muchas páginas, pero que me ha resultado corta.

La novela se desarrolla en un pueblo que tiene un cacique omnipotente, capaz de decir en público: “ Mira. A ese imbécil de Aldán quizá no llegue a pegarle, pero un día cualquiera me acostaré con su hermana Inés, que es muy guapa, por cierto, y que lo está esperando a pesar de su beatería; y al boticario le pondré los cuernos cuando me apetezca, no porque su mujer valga un pito, que no lo vale y está medio tísica,sino para que se calle de una vez.”, y de alardear de que solo seduce a vírgenes o a casadas. Situación admitida por todos como algo irremediable: “Cayetano exige lo que exigiría otro cualquiera en su lugar: que no se toque lo suyo y que se le obedezca, pero, fuera de eso, no se mete en nada”, a los que compra empleándolos en sus astilleros. Y que enturbia la vida en el pueblo: “Cayetano se enriquece cada día, y nosotros nos odiamos los unos a los otros porque no podemos seducir a la hija del vecino y deshonrarle. Pisa nuestros derechos, y nosotros nos odiamos porque no podemos pisar el derecho del vecino. ¿Has visto algo semejante? Somos las víctimas de Cayetano, y nos detestamos porque no podemos ser como él y hacer lo que hace.

En un tiempo donde era normal decir: “Anda por medio la reputación personal, y, entre nosotros, un hombre vale, como usted sabe, en razón directa del número de mujeres con las que se ha acostado, y deja de valer en razón directa de los cuernos que le han puesto.”.... “Unos cuernos sangrientos pueden llegar a ser timbre de gloria”... “no es esencial matar al seductor, sino a la adultera. Claro está que el que mata a los dos queda enteramente reivindicado; pero la muerte de ella se considera suficiente para vengar el deshonor. En todo adulterio, la pecadora fundamental es ella.”, regresa Carlos Deza, psiquiatra en retirada de un pasado que no es de su agrado, miembro de una familia, apodada los Churruchaos, al que esperaban como un mesías: “vueltos hacia él, todos los rostros vueltos hacia él, y todas las miradas: como un anillo de curiosidad y silencio alrededor de aquel bullicio que armaban los viajeros; como un anillo de esperanza que empezara a decepcionarse.”, rol que él no está dispuesto a asumir: “El poder es distinto para el que lo ejerce,para el que lo sufre y para el que lo contempla. Yo estoy en el último caso”, última opción de los habitantes de Pueblanueva del Conde para derrocar al tirano, o cambiarlo si es preciso.

Pero los acontecimientos, primero los gozos, y después la intervención de Doña Mariana, irán envolviendo a Carlos Deza, hasta verse inmerso, muy a su pesar, en las tormentas locales, todo muy bien contado, con una prosa fácil, que a nosotros, los lectores, nos engulle. Todo bajo una lluvia siempre empapando la narración,”Llovía a Dios dar agua ”, con el mar al fondo, presente sobre todo por su olor, entrelazándose las vidas de los personajes, hasta llevarnos a un final....

Mi cachico:

”Metidas las manos en los bolsillos, miraba el techo.
-Acérquese. ¿Por qué se ha disfrazado de hombre malo?
Él arrastró la silla, se acodó en la mesa, pero no la miró.
-Quiero -dijo- que en este caso el hábito deshaga al monje.
-No lo entiendo.
-Si empiezo por parecer malo acabaré siéndolo.
-¿Lo desea?
-Lo necesito. Me he dado cuenta de que el mundo es malo, y tengo que defenderme.
Se decidió, por fin, a mirarla. ”

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