martes, 25 de octubre de 2011

LOS SINSABORES DEL VERDADERO POLICÍA de Roberto Bolaño

Edición, 2011
Editorial: Círculo de lectores
Páginas: 290

Roberto Bolaño comenzó a escribir esta novela en los años ochenta y la continuó redactando hasta su muerte, siendo publicada en 2011. Sus historias y personajes transitan por Estrella distante, Llamadas telefónicas, Los detectives salvajes y 2666. Amalfitano, exi­liado chileno, profesor universitario, viudo con una hija adolescente, nos descubre a través de la narración el desencanto político, su amor a la poesía, que le obliga a abandonar Barcelona tras un escándalo. Logra acogerse de nuevo a la universidad, pero esta vez en la lejana Santa Teresa, donde habitan oscuras historias de mujeres asesinadas o el mago Arcimboldi, que es asimismo un escritor francés y cuya obra narrativa despliega la complejidad de otra asombrosa literatura. Una novela apasionante y caleidoscópica, lírica e intensa, pero también cómica.

Prólogo de J. A. Masoliver Ródenas.

LEIDO por.... Andrés:

No podía faltar a la cita de lo último de este autor, que me gusto con Los detectives salvajes y me engatuso con 2666.

Sin embargo mis expectativas no se han visto cubiertas. Me parece que aunque Bolaño haya dicho: «El policía es el lector, que busca en vano ordenar esta novela endemoniada», ni ve he visto en la necesidad de ordenar nada, pues hay pocos datos que me lo permitieran, ni me ha parecido una novela, sino una patchwork, perdón por el anglicismo, de los retales de una novela de la cual solo tenemos algunas páginas deslavazadas.

Ha pesar de lo dicho he disfrutado con su lectura, como con todo lo de Bolaño. Por ejemplo, llegado a la parte de Arcinboldi, parece que no tiene sentido la descripción de sus novelas, pero los alucinantes resúmenes de los argumentos de éstas tienen un encanto especial que les da valor propio.

Es una novela solo apta para devotos de Bolaño. Quien quiera acercarse a su literatura que escoja otra, por ejemplo 2666, para mi la mejor.

Para hacer una visita a la obra de Larry Rivers, aquí.
Mi cachico:

Aquellos días, recordaba, los meses previos al nacimiento de su hija, fueron tal vez los más felices de su vida. Edith Lieberman se había vuelto un mujer muy hermosa que a veces parecía brillar con una luz espesa: tendida en la cama, de lado, desnuda y suave, las piernas un poco encogidas, los labios cerrados con una expresión de seguridad que lo desarmaban, como si atravesara instantáneamente todas las pesadillas. Siempre indemne. Durante mucho rato él se quedaba mirándola. El exilio, a su lado, parecía una aventura sin fin. La cabeza bullía en proyectos.

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