martes, 29 de junio de 2010

EL PASEO de Robert Walser

Traducción: Carlos Fortea

Un poeta sale a pasear y ante su mirada se alternan la belleza de la vida y el absurdo de las convenciones de la sociedad, el sonido de una voz que canta y el espectáculo del gran teatro del mundo. Entre el sabor más crítico y la más pura de las reflexiones, El paseo es una espléndida muestra del arte de este autor

LEIDO por.... Andrés:

La primera noticia de Robert Walser la tuve leyendo la novela Los hermosos años del castigo, de Fleur Jaeggy, que comienza así:
“A los catorce años yo era alumna de un internado de Appenzell. El lugar por el que Robert Walser había dado muchos paseos cuando estaba en el manicomio, en Herisau, no lejos de nuestro instituto. Murió en la nieve. Hay fotografías que muestran sus huellas y la posición del cuerpo en la nieve. Nosotras no conocíamos al escritor. Ni siquiera nuestra profesora de literatura lo conocía.”

Me puse a buscar algo sobre este autor y descubrí que había sido muy admirado, y aún lo es por algunos, por Kafka (que lo leía en voz alta a sus amigos), Robert Musil, Vila-Matas, en su Doctor Pasavento, lo convierte en héroe moral por su " afán de librarse de la conciencia, de Dios, del pensamiento, de él mismo" (cuando leí esta novela debió ser la primera vez que supe de Walser, pero no picó mi curiosidad), Canetti y Coetzee, entre otros. De ahí a leer algún libro suyo solo faltaba pasar por la biblioteca y sacar esta miniatura.

Se trata de una narración corta, que no llega a 80 páginas, donde nos relata el paseo del poeta como conversando con el lector, dirigiéndose a éste regularmente
“ Desapruebo tan fea palabra y ruego al lector que me perdone.”
“Quizá nunca un autor haya pensado en el lector, de manera constante, tan tierna y gentilmente como yo.”
paseo contado como el que recuerda algo y lo comenta según le viene a la memoria, a saltos, como un ir y venir a recuperar algo interesante que nos hemos saltado de la historia que queríamos contar.

Hay un espíritu optimista a lo largo de todo el paseo, salvo al final, cuando el narrador es plenamente consciente de su soledad, que nos hace disfrutar agradablemente de todo el trayecto. No he encontrado, sin embargo, nada extraordinario en esta novela, lo que me lleva a pensar que la grandeza de Walser o está en otras obras suyas o fuera de mi alcance.

Mi cachico:

“... mientras me ocupaban toda clase de pensamientos más o menos bellos y agradables, porque, al pasear, muchas ocurrencias, relámpagos y luces de magnesio se mezclan y se encuentran con naturalidad para ser cuidadosamente elaboradas, vino a mi encuentro un hombre, un monstruo, un armatoste, que casi oscurecía por entero la luminosa calle, un tipo espantoso, largo y espigado, al que por desgracia conocía demasiado bien, un personaje en extremo peculiar, a saber, el gigante

Tomzack

Lo hubiera creído en todos los demás lugares y en todos los demás caminos antes que en este dulce y apacible camino rural. Su fúnebre y horripilante presencia, su carácter trágico y monstruoso, me insufló terror y apartó de mí toda expectativa buena, bella y luminosa y toda jovialidad y alegría. ¡Tomzack! Acaso no es cierto, querido lector, que el nombre solo suena ya a cosas horribles y tristes.

—¿A qué me persigues, qué precisas para salirme al paso en mitad del camino, oh, desdichado? —le grité; pero Tomzack no me dio respuesta alguna. Me miró alto, es decir, me miró bajando la vista desde arriba, porque me superaba sensiblemente en longitud y estatura. A su lado, me sentía un enano o un pobre y débil niño pequeño. El gigante hubiera podido pisotearme o aplastarme con la mayor facilidad. Ah, yo sabía quién era. Para él no había descanso. Vagaba por el mundo sin reposo. No dormía en ninguna dulce cama, ni podía habitar ninguna casa acogedora. Habitaba en todas partes y en ninguna. No tenía patria, ni poseía derecho alguno. Sin patria y sin suerte; sin amor alguno y sin alegría tenía que vivir. No tenía interés por nadie, y tampoco nadie se interesaba por él ni por sus actos ni por su vida. Pasado, presente y futuro eran para él un desierto sin entidad, y la vida era demasiado escasa, demasiado pequeña, demasiado estrecha para él. No había ningún sentido para él, y a su vez él no significaba nada para nadie. De sus grandes ojos salía un torrente de pesadumbre ultramundana o inframundana. Un dolor infinito hablaba en sus cansados y laxos movimientos. No estaba vivo ni muerto, no era joven ni viejo. Me parecía tener cien mil años, y me parecía como si tuviera que vivir eternamente para no estar eternamente vivo. Moría a cada instante, y sin embargo no podía morir. No había para él una tumba con flores. Me aparté de su camino y murmuré para mis adentros: «Adiós, y de todas formas que te vaya bien, amigo Tomzack». “

domingo, 27 de junio de 2010

ROBERT WALSER

Suiza (Biel, 1878 – Herisau, 1956)

Novelista, poeta y ensayista, de nacionalidad suiza. Nació en Biel, cerca de Berna, el 5 de abril de 1878. Después de abandonar la escuela, trabajó como empleado de oficina, al tiempo que escribía poesía, entre 1898 y 1905, cuando su hermano mayor, pintor e ilustrador, le invitó a vivir con él en Berlín. En esta ciudad escribió tres novelas, Los hermanos Tanner (1907), El ayudante (1908) y Jakob von Gunten (1909), que dan una visión irónica y desapasionada de la vida cotidiana de Berlín. En 1909 regresó a Biel y allí escribió las narraciones cortas El paseo, La rosa y El bandido, pero durante ese periodo sufrió una gran depresión, acompañada de alucinaciones. A pesar de los tratamientos durante dos años, en 1930 se aconsejó su internación en una clínica psiquiátrica de Herisau, donde pasó el resto de su vida. Murió el 25 de diciembre de 1956. Aunque su obra, que incluye además poemas, ensayos y numerosos relatos, fue admirada por otros escritores, como Robert Musil, Vila-Matas, Walter Benjamin y Franz Kafka, no llegó a un público más amplio hasta finales de la década de los cincuenta. De él dijo Elías Canetti, “un personaje tan singular como Walser no hubiera podido inventarlo nadie”.


Lo último publicado han sido sus Microgramas titulados Escrito a lápiz. Son un montón de hojas escritas originalmente en letra microscópica, en cuadriláteros perfectos, en perfecto alineamiento, y que el autor llevaba en una maleta de acá para allá en las vísperas y primeros años de su ingreso en el psiquiátrico. Para que no falte de nada, están escritos a lápiz para librarse del "tedio de la pluma", que lo sumía en un "decaimiento que, por así decir, se reflejaba en la escritura a mano, en la disolución de la misma".

(Más información: Wikipedia, Wikipedia (inglés), Robert Walser Zentrum (alemán))

viernes, 25 de junio de 2010

EL TERCER REICH de Roberto Bolaño

Udo Berger tiene veinticinco años y su pasión son los juegos de guerra. También tiene independencia económica y una novia a la que ama, Ingeborg. La pareja pasa unos días en el lugar de la Costa Brava donde él veraneaba con su familia. Udo hace instalar en su habitación una gran mesa donde piensa nuevas estrategias para el Tercer Reich, su juego. Y por la noche van a una discoteca y conocen a Charly y Hanna, otra pareja de alemanes. Cuando bajan a la playa, el imprevisible Charly les introduce en la comunidad del lugar, plena de turbios personajes como el Lobo o el Cordero, que tanto pueden ser trabajadores de verano como mafiosos; Frau Else, la guapa encargada del hotel, o el Quemado, un hombre desfigurado y del que nadie sabe nada, aunque insinúan que es extranjero, que fue torturado en su país... El Tercer Reich, un texto inédito escrito en el año 1989, es una espléndida novela de la primera etapa de Roberto Bolaño, el feliz hallazgo de un ejercicio narrativo donde el autor despliega algunos de sus grandes temas, como las extrañas formas del nazismo, o que la cultura –los juegos, o la literatura– es la realidad.

LEIDO por.... Andrés:

Empecé con el Bolaño de Los detectives salvajes, que me gustó, y la última obra suya que había leido fue 2666, que me encandiló. De las que te dejan con ganas de más cuando las terminas. Cuando leí sobre una nueva novela suya la anoté en mi lista de las pendientes, seguro de que me iba a gustar. Las reseñas que fueron cayendo en mis manos venían a confirmar mis esperanzas. Después de leerla puedo decir que valía la pena.

No recuerdo sus anteriores novelas, me pasa siempre y debe ser cosa de la edad, así que no puedo decir nada en comparación con ellas. Salvo que me ha gustado, como las anteriores.

Señalar que el título me ha confundido un poco, esperaba algo más, no que solo fuera el nombre del juego de guerra del protagonista, campeón de su país, y que sirve de guía a toda la novela. Me había hecho otra idea, que iba a tratar de nazis, vamos. No obstante, he de reconocer que sirve de forma excelente a marcar la trama de la novela. Para mi gusto, sobran algunos pasajes donde describe con demasiado detalle el juego y que no mejoran nada la narración, sino al contrario.

Hay que reconocer que Bolaño maneja como un maestro los elementos de la intriga, con unos personajes, los españoles sobre todo, oscuros, con una Frau Else muy sugerente y con un Quemado enigmático, manteniéndote durante toda la novela en vilo. Escrita como el diario del protagonista, utiliza el desarrollo de su partida con el Quemado como conductor de la acción. Buena novela, si señor.

Mi cachico:

“Primavera del 41. El nombre del Quemado no lo sé. Ni me importa. Como tampoco me importa ahora su nacionalidad. De dónde sea, da lo mismo. Conoce al marido de Frau Else y eso sí que es importante; dota al Quemado de una capacidad de movimiento insospechada; no sólo se codea con el Lobo y el Cordero sino que también está inclinado a la conversación más elaborada (es de suponer) del marido de Frau Else. No obstante, ¿por qué hablan en la playa, en plena noche, como dos conspiradores, en lugar de hacerlo en el hotel? El escenario es más apropiado de un complot que de una conversación distendida. ¿Y de qué hablan? El tema de sus encuentros, no me cabe la menor duda, soy yo. Así, el marido de Frau Else sabe de mí por dos conductos: el Quemado le cuenta la partida y su mujer le cuenta nuestro flirt. Mi situación frente a él es desventajosa, yo no sé nada, excepto que está enfermo. Pero intuyo algunas cosas. Desea que me marche; desea que pierda la partida; desea que no me acueste con su mujer. La ofensiva en el Este prosigue. La cuña blindada (cuatro cuerpos) choca y rompe el frente ruso en Smolensk, para luego amenazar Moscú, que cae en un Combate de explotación.”

ROBERTO BOLAÑO

Chile (Santiago de Chile, 1953 - 2003)

Fue un escritor chileno cuya obra se considera de vital importancia dentro de la literatura hispana contemporánea.

Bolaño pasó la mayor parte de su juventud en México, país que luego reflejaría en varias de sus obras, antes de volver a Chile, donde fue arrestado durante el golpe de estado de 1973. De vuelta a México trabajó con las vanguardias poéticas en un proceso de maduración literaria que fue llevándolo, poco a poco, a la narrativa.

A finales de los años 70 viaja a Europa hasta establecerse definitivamente en España, tras realizar todo tipo de trabajos mientras participaba en concursos literarios. Es en 1984 cuando gana su primer premio, el Félix Urabayen por La senda de los Elefantes.

A partir del diagnóstico de una grave enfermedad en 1993, Bolaño se lanza a escribir lo máximo posible, y con Los detectives salvajes (1998) -una de sus obras más celebradas- recibió el Premio Herralde y también el Rómulo Gallegos, un espaldarazo definitivo a su carrera.

Su obra final 2666, fue escrita mientras a Bolaño le quedaba cada vez menos tiempo de vida. La obra fue publicada en 2004 de forma póstuma, ya que el escritor chileno había fallecido el 14 de Julio de 2003.

Entre sus libros de cuentos destacan Llamadas telefónicas (1997), premio Municipal de Santiago de Chile, Putas asesinas y El gaucho insufrible.

Tras su muerte, la obra de Bolaño ha sido estudiada en profundidad y ha recibido el elogio unánime de la crítica, tanto en el mundo hispano como en el angloparlante. Se han recuperado varias novelas de su primera época y está prevista su publicación en los próximos años. En el año 2010 se publicó su novela El Tercer Reich.

lunes, 21 de junio de 2010

EL FIN DEL MUNDO Y UN DESPIADADO PAÍS DE LAS MARAVILLAS de Haruki Murakami

Traductora: Lourdes Porta

Segunda novela de Murakami, publicada en Japón en 1985 y en España en 2009.

La novela se compone de dos historias que tienen lugar en sendos escenarios. Por un lado, una ciudad amurallada conocida como "el fin del mundo"; y por otro, una futurista ciudad de Tokio que es denominada "el país de las maravillas". En la primera de las historias, el protagonista es un recién llegado a la ciudad, donde ha sido desposeído de su sombra. Mientras mantiene relaciones con algunos de los habitantes de la ciudad (un guardián, una bibliotecaria y un militar retirado), trata de entrevistarse con su sombra, que le advierte de la necesidad de escaparse de allí. En la segunda de las historias, el protagonista es un informático que es contratado por un excéntrico científico que vive en el subsuelo de la ciudad, espacio amenazado por unas siniestras criaturas llamadas tinieblos. El científico convence al joven técnico para que le ayude en sus investigaciones sobre la manipulación de la conciencia, todo ello en medio de una encarnizada lucha por el control de la información entre El Sistema (organismo gubernamental) y los llamados "semióticos" (sociedad al margen de la ley).

Novela aderezada con imaginativas tramas y personajes excéntricos, destila un lirismo contenido y un sutil sentido del humor. Sólo Murakami, con su insondable habilidad para trazar la cartografía de la desazón, podía combinar cyberpunk, novela negra, relato fantástico y reflexión moral a un ritmo trepidante, para devolvernos a un mundo de desolación, ternura e identidades ambiguas.


LEIDO por.... Andrés:

Había leido varias obras de Murakami, Tokio Blues, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo y Kafka en la orilla, y todas me habían gustado, así que me decidí a leer esta también, ignorando que había sido publicada con anterioridad.

Sorprende al principio la temática, novela de fantasía, ciencia ficción e intriga, todo junto, aunque me gustan los tres géneros. También me gusta la forma en que está escrita, pero lara mi es diferente a los otros libros del autor, es menos “murakami” podríamos decir, quizá porque es de sus primeros libros, anterior a los mencionados. Es el que menos me gusta de todos sus libros, sin duda.

Empecé a leerla y no me atrapaba como sus otras novelas, pero algo me impedía abandonarla, cuando soy tan propenso, actualmente, ha hacerlo. Me parece una obra irregular, de los dos mundos en que se desarrolla la acción, el País de las Maravillas me parece francamente inferior al otro, quizá por lo increíble del argumento y por la trama y fundamento tan confuso e indefinido. El recurso de los tres circuitos cerebrales parece demasiado forzado y mal descrito, así como las intrigas entre el Sistema, los tinieblos y los semióticos. Especialmente artificioso resulta la acción en el túnel y la confesión del profesor.

Lo mejor para mi, lo que me parece mas “murakami”, es la relación entre el protagonista y la bibliotecaria, o incluso con la “joven gordita”. De las dos tramas, ambas en primera persona, mejor la más fantasiosa, la del Fin del Mundo, curiosamente la menos “murakami”.

A lo largo de la novela múltiples referencias a la literatura y a la música, sobre todo occidental. Especial presencia de la música de Jazz, por algo tuvo un club de Jazz, y a Bob Dylan.

Afortunadamente las mejores páginas están al final, por lo que te deja buen sabor de boca.

Mi cachico:

“-¿Porque te divorciaste? -me preguntó.
-Porque, cuando íbamos en tren, nunca me dejaba sentar junto a la ventanilla -dije.
-Es broma, supongo.
-Esto sale en una novela de J.D. Salinger. La leí cuando iba al instituto.
-¿Que pasó? Ahora en serio.
-Es muy simple. Ella se fue un verano, hace cinco o seis años, y ya no volvió.
-¿ Y no habéis vuelto a veros?.
-No -dije llenándome la boca de cerveza y bebiéndomela poco a poco-. NO había ninguna razón para que nos viéramos.
-¿La vida de casados no iba bien?
-Iba muy bien -dije contemplando la lata de cerveza que sostenía en la mano-. Pero eso no tiene mucho que ver con el fondo de la cuestión. Dormíamos en la misma cama,pero, al cerrar los ojos, estábamos solos. ¿Entiendes lo que quiero decir?.”

HARUKI MURAKAMI

Japón (Kioto, 1949 - )

Creció en Kobe en el seno de una familia amante de la cultura, no en vano sus padres eran profesores de literatura japonesa.

Después de estudiar interpretación en la Universidad Waseda de Tokyo, centro del que se graduó en 1975 y en donde conoció a su esposa Yoko, Murakami creó un local de jazz en la capital nipona al mismo tiempo que, tras empaparse de música anglosajona y novela estadounidense (traduciendo al japonés a literatos como Truman Capote o Scott Fitzgerald), debutaba como escritor a finales de la década de los 70 con los libros Hear the wind sing (1979) y Pinball, 1973 (1980).

Sus influencias literarias incluyen a los maestros del siglo XIX, como Dostoievski o Dickens, y también a autores estadounidenses como Kurt Vonnegut o el citado Truman Capote.

Su título revelación a nivel internacional fue La caza del carnero salvaje (1982). Más tarde, con algunas novelas que empleaban elementos mágicos, publicó El fin del mundo y un despiadado País de las Maravillas (1985), Tokio Blues (1987), titulada en su versión original con la canción de los Beatles Norwegian Wood, Dance, Dance, Dance (1988), Al sur de la frontera, al oeste del sol (1992), Crónica del pájaro que da cuerda al mundo (1994), Underground (1997), Sputnik, mi amor (1999), Kafka en la orilla (2002), After dark (2004), y Sleep (2004).
También ha escrito libros de relatos como The elephant vanishes (1993), After the quake (2000), Vintage Murakami (2004) y Sauce ciego, mujer dormida ( 2005, II Premio Frank O’Connor).

Después de su masivo triunfo comercial con Tokio Blues, Murakami residió en Europa y los Estados Unidos, antes de retornar de nuevo a Japón a mediados de los años 90.

En el ensayo De qué hablo cuando hablo de correr (2008) reflexionaba sobe la literatura tomando como referencia su afición por la carrera deportiva.

Ha recibido prestigiosos premios como el Noma, el Tanizaki, el Yomiuri y el Franz Kafka, así como el Arcebispo Juan de San Clemente, concedido por estudiantes gallegos. Recientemente, ha sido distinguido con la Orden de las Artes y las Letras por el Gobierno español.

Su última novela ha sido 1Q84,  monumental obra en tres volúmenes.

(Más información: Wikipedia, Tusquets editores y Lecturalia)

miércoles, 16 de junio de 2010

LOS MISERABLES de Victor Hugo


Edición: 2008
Editorial:
Barcelona : BackList
Páginas:1262
Traductor: Nemesio Fernández Cuesta (La primera traducción que se hizo en castellano en 1862. Se ha regularizado la acentuación, la puntuación y la ortografía según las normas actuales).

Jean Valjean es un ex-presidiario. Cuando llega al pueblo de D., rumbo a su pueblo natal y presenta su pasaporte -en el que figura como ex-reo y ''hombre peligroso''- en el ayuntamiento, nadie se digna acogerle y a darle de comer, salvo don Bienvenido, el párroco. Traicionando a su protector, Valjean le roba la cubertería de plata, pero le detienen en los alrededores, llevándole frente al párroco. Don Bienvenido decide no denunciarle, pero le arranca una promesa: usar lo que ha tomado para hacerse un hombre de bien.

En la historia de la literatura Los miserables ocupa un lugar privilegiado. Quizás porque Victor Hugo no sólo se ocupó de narrar, como habían hecho los que le precedieron, sino que también buscó voluntariamente un modelo que pudiera ser considerado como nove­la total, entendida como un género literario adecuado para poder decirlo todo de todo; un género, en conclusión, a la medida del hombre y el mundo moderno.

Calificada por Tolstoi como la mejor novela francesa, por delante de Una vida de Guy de Maupassant

LEIDO por.... Andrés:

Los Miserables está unido en mi mente al musical del mismo nombre del mismo nombre (estrenada en París en 1980 por el compositor Claude-Michel Schönberg con libreto de Alain Boublil) que vi en Madrid el 27 de diciembre de 1992 y que estoy dispuesto a ver otra vez cuando lo repongan, como parece que va suceder. Esta lectura es un efecto secundario, con retraso, mucho desde luego, de aquella magnífica experiencia. Si además unimos la declaración de Tolstoi, no me quedaba más remedio que leerla.

Novela muy larga, 1.200 páginas, escrita estupendamente, pero que resulta un poco pesada en algunos pasajes, sobre todo en algunas explicaciones sobre acontencimientos, cavilaciones de los personajes o cuando el autor se pone pedagógico, por lo que tuve que seguir el consejo que Rosa Montero nos da en su artículo Las páginas tediosas de 'La montaña mágica': ” No hay que temer a los clásicos, hay que sumergirse en ellos y saltarse sin prejuicios los fragmentos que nos aburran

Un argumento melodramático, especialmente el final, en el que se fuerzan las coincidencias para que los mismos personajes se encuentren en distintos escenarios a través de la novela, nos hace disfrutar con las visicitudes del protagonista Jean Valjean y su eterno perseguidor Javert.

Victor Hugo en su idea de su novela integral, aprovecha para enviarnos algunos mensajes sociales, como por ejemplo “Se dice que la esclavitud ha desaparecido de la civilización europea y es un error. Existe todavía; sólo que no pesa ya sino sobre la mujer, y se llama prostitución.”, completamente válidos hoy día.

No hace un uso frecuente del humor, pero no deja de tener destellos verdaderamente brillantes: “Enterróse a Fantina en las tinieblas, entro los primeros huesos que se vieron; pasó por la promiscuidad de cenizas; fue arrojada a la fosa pública. Su tumba fue como su cama.”, (fue prostituta) o también: “Creía muy poco en Dios” y “Su juventud, liando el petate antes de tiempo, se retiraba en buen orden, riendo y llena de estusiasmo.

Sintiendo contradecir a Tolstoi, lo que sin duda es una osadía, yo no la calificaría como la mejor novela francesa. Habrá que leer Una vida de Guy de Maupassant

Mi cachico:

“Para abreviar: la barricada había luchado como una puerta de Tebas; la taberna luchó como una casa de Zaragoza. Semejantes resistencias son feroces. Nada de cuartel. Nada de capitulación. Se quiere morir con tal de matar. Cuando Suchet dice:
- Capitulad.
Palafox responde:
- Después de la guerra del cañón, la del cuchillo.
Nada faltó a la toma por asalto de la taberna de Hucheloup; ni los adoquines lloviendo de la ventana y el tejado de los sitiadores, y exasperando a los soldados con aplastamientos horribles; ni los disparos desde las cuevas y buhardillas; ni el furor del ataque; ni la rabia de la defensa; ni al fin, cuando cedió la puerta, la frenética demencia del exterminio.”

VICTOR HUGO

Francia (Besançón, 1956 – París, 1885)

Nació en Besançón, el 26 de febrero de 1802, pero su niñez transcurrió en París. Fue partidario del régimen monárquico, aunque poco tiempo después se inclinó por adoptar ideas republicanas y humanísticas.

Al asumir Napoleón III, luego de un golpe de estado, fue condenado al exilio, que duró 18 años.
A los 14 años despertó su vocación literaria, con su obra Seré Chateaubriand o nada.

Fundó en 1819, junto a sus hermanos la revista “El conservador literario”, adjudicándose ese mismo año el Premio de la Academia de los Juegos Florales.

En 1822, escribió “Odas y Poesías varias”, en 1824: “Nuevas Odas” y en 1826 “Odas y baladas”.
Entre su poesía lírica, podemos destacar: “Orientales” (1829), “Hojas de otoño” (1831), “Los cantos del crepúsculo” (1835) y “Voces interiores” (1837).

Sus vivencias personales, críticas y comprometidas, influyeron en su obra, de índole histórica. En “Nuestra Señora de París” (1831), realiza una formidable descripción del París de Luis XVI, y en obras posteriores efectúa denuncias con tono satírico, como por ejemplo “Napoleón el pequeño” (1852). En “La leyenda de los siglos” (1859-1883) y “Los miserables” (1862), con su defensa a las clases más desfavorecidas, contribuyó a la morigeración de las leyes penales francesas.

Se destacan entre sus obras teatrales: “Cromwell” (1827), “Hernani” (1830), que enfrentó a los partidarios del teatro clásico y los románticos; donde se opone a las convenciones clásicas; “Marion Delorme” (1831), que recibió la censura gubernamental, “El rey se divierte” (1832) adaptado por Verdi para su ópera Rigoletto en 1851 y “Ruy Blas” (1838).

Pronunció numerosos discursos sobre temas políticos, como la defensa del litoral, la condición de la mujer, a favor de la escuela laica y gratuita, de la paz, del sufragio universal y contra la pena de muerte.

Datan de sus últimos años, “El noventa y tres” (1874), novela que aborda la temática de la Revolución Francesa; y “El arte de ser abuelo” (1877), poemas sobre su vida familiar.

Falleció en París, el 22 de mayo de 1885.

(Más información: Wikipedia, Wikipedia en francés, Biografias y vidas)