domingo, 30 de enero de 2011

LA MUERTE DE ARTEMIO CRUZ de Carlos Fuentes

Edicion, 1962
Editorial: RBA
Páginas: 240

Novela de Carlos Fuentes publicada en 1962.

Los últimos momentos de la vida de un hombre poderoso, un soldado revolucionario, un amante sin amor, un padre sin familia... un hombre que traicionó a sus compañeros, pero que no pudo soportar las heridas que le infligió el destino. Carlos Fuentes nos revela los procesos mentales de un viejo que ya no es capaz de valerse por sí mismo y que se halla postrado ante la muerte inminente e indigna, pero su voluntad -que le ha otorgado una posición sobresaliente en la sociedad- se resiste a dejarse vencer. Usando una brillante técnica narrativa, que reúne en un solo texto el consciente, el subconsciente y la narración objetiva, el pasado, el presente y el futuro, Fuentes nos conduce por las entrañas de la Revolución, el sistema político mexicano y la idiosincrasia de las clases dirigentes.

LEIDO por.... Andrés:

Éste clásico de la literatura lo tenía pendiente desde hace mucho tiempo y nunca encontraba el momento. Éste ya le llegó, por fin.

Inicio un poco difícil, de los que obligan, de los que quieren al lector un esfuerzo para cobrarse el disfrute. En la narración cuesta descubrir los hechos narrados, los narradores utilizados. Cuando mezcla sin solución de continuidad, los aconteceres del padre con los de la madre y la hija, sin que haya indicios del cambio, o cuando salta en el tiempo describiendo la llegada de Artemio Cruz a Puebla, nos exige una atención adicional y nos demuestra que no es necesario recurrir a cambios tipograficos para que le lector pueda seguir la narración, como se hizo en
Los girasoles ciegos.

En este estupendo libro nos narra Carlos Fuentes la vida de Artemio Cruz que “se chingó, ¿ven?, se chingó chingando a los demás” y para el que su “único amor ha sido la posesión de las cosas, su propiedad sensual”, su relación con las cuatro mujeres en hubo en su vida: “el recuerdo de ella —la nombrarás: Regina; la nombrarás: Laura; la nombrarás: Catalina; la nombrarás: Lilia— que sumará todos tus recuerdos y te obligará a reconocerla”, y su venganza “Tratan de adivinar mi burla, esa burla final que tanto he saboreado a solas, esa humillación definitiva cuyas consecuencias totales ya no podré gozar, pero cuyos espasmos iniciales me deleitan en este momento. Quizás será éste el último calorcillo de triunfo...
1914: soldados

Para ello utiliza tres narraciones que se alternan y nos obligan a saltos en el tiempo, cambio de situación y técnica narrativa:

  • Narración objetiva, que viaja dando saltos en el tiempo, aunque el inicio de cada una de ellas viene indicada con un fecha (1941, 1919, 1913, 1924, 1927, 1947, 1915, 1934, 1939 , 1955, 1903, 1889) recorriendo la vida de Artemio Cruz, y con él, la historia de México. Lo más fácil de seguir.
  • Subconciente (asi lo llaman en las reseñas), que utiliza una técnica parecida a la que encontramos en Aura (1962): “pero en tu medio sueño, la fibra nerviosa que conducirá el impulso de la luz no conectará con la zona de la visión: escucharás el color, como gustarás los tactos, tocarás el ruido, verás los olores, olerás el gusto: alargarás los brazos para no caer en los pozos del caos, para recuperar el orden de toda tu vida, el orden del hecho recibido, trasmitido al nervio, proyectado sobre la zona correcta del cerebro, devuelto al nervio convertido en efecto y otra vez en hecho: alargarás los brazos y detrás de los ojos cerrados verás los colores de tu mente y por fin sentirás, sin ver, el origen del tacto que escuchas: las sábanas”. A veces parece un artificio excesivo.
  • Los confusos recuerdos de un agonizante Artemio Cruz: ”Allí sigue, de rodillas, con la cara lavada. Trato de darle la espalda. El dolor de costado me lo impide. Aaaay. Ya habrá terminado. Estaré absuelto. Quiero dormir. Allí viene la punzada. Allí viene. Aaaah-ay. Y las mujeres. No, no éstas. Las mujeres. Las que aman. ¿Cómo? Sí. No. No sé. He olvidado ese rostro. Por Dios, he olvidado el rostro. Era mío, cómo lo voy a olvidar.
Hay frases que se repiten a lo largo del libro, marcando una secuencia, un ritmo en la narración, que siempre es oscilante en el tiempo. “Cruzamos el río a caballo” recorre toda la novela, la mayoría antecedida por “Esa mañana lo esperaba con alegría”. También hay otra frases que se repiten, como “Me deje ir”, "Abran la ventana”, “Domine, non sum dignus...

Y el libro acaba juntando el principio, “le pegaba con la palma abierta para que llorara, llorara mientras se acercaban las botas: lloró: él lloró y empezó a vivir...” y el fin de la vida de Artemio Cruz, “Tú... mueres... has muerto... moriré.

De narración escueta y concisa, hasta en las escenas de amor:
Abrazó la falda almidonada de Regina con un grito roto, flemoso: con su primer llanto de hombre
Mujer de la vida, Regina, potranca llena de sabor, limpia hada de la sorpresa, mujer sin excusas, sin palabras de justificación.

Cronología de la historia de México:

1876 Porfirio Díaz asume la presidencia de la República, terminando su poder en 1911 y durante estos años solo fue interrumpido su poder dos veces, durando en total 30 años al frente del poder del país.
1892 – 1896 Estando Porfirio Díaz como Presidente, se construyeron más de 20,000 Km. de vías férreas en el país, así también se construyó la red telegráfica.
1910 Francisco I. Madero funda el partido Antireeleccionista en contra de Díaz y se postula a la presidencia para las elecciones de 1911.
1910–1917 Revolución
1910 Francisco I. Madero promulga un plan revolucionario llamado Plan de San Luis, donde desconoce a Porfirio Díaz como presidente e insita a la población a levantarse en armas el 20 de noviembre.
1911 Emiliano Zapata promulga el Plan de Ayala a fin de que para que se les restituyeran las tierras a los indígenas.
1913 Victoriano Huerta traiciona a Madero a lo que se le llama "Decena Trágica", por lo que Madero es aprendido y asesinado.
1913 – 1914 En contra de Huerta, Francisco Villa y Venustiano Carranza realizan levantamientos en el norte y Emiliano Zapata en el sur.
1915 Venustiano Carranza obtiene la presidencia,
1917, 5 Feb Se proclama la nueva Constitución de 1917.
1920 Venustiano Carranza, asesinado durante su huida el 21 de mayo de 1920.
1920 Adolfo de la Huerta quedó como presidente interino hasta las elecciones de noviembre
1920, nov Obregón fue elegido presidente en las elecciones
1926 El presidente Plutarco Elías Calles lanza un decreto llamado "Ley de Calles", donde se le quitaron derechos a la Iglesia, lo que desató la Guerra cristera que terminó en 1929.
1929 Se funda el partido oficialista revolucionario, que desde 1946 pasa a llamarse PRI (Partido Revolucionario Institucional).
1934 Lázaro Cárdenas llega a la presidencia (1934 a 1940)
1938 Lázaro Cárdenas: Expropiación petrolera
1940 Manuel Ávila Camacho presidente de México
1946 Miguel Alemán Valdés nuevo presidente
1952 a 1958 Adolfo Ruíz Cortines presidente
1919: Cadaver de Emiliano Zapata

Algunas palabras o expresiones que me han gustado, han sido:
  • venadear (cazar)
  • de estómago (boca abajo)
  • tenebrosear
  • abufandarse, embufandarse.
Palabras recuperadas:
  • matacaballo
  • chiflar (silvar)
Mi cachico:

El indio gimió. Él se acercó al rostro cobrizo recargado contra la cabecera de piedra de esa banca desnuda que servía de cama y asiento. Su mejilla se detuvo junto a la de Tobías y por primera vez, con una fuerza que lo obligó a retirarse, sintió la presencia de ese rostro que nunca había sido más que una plasta oscura, parte de la tropa, más reconocible en la integridad nerviosa y rápida de su cuerpo guerrero que en esta serenidad, este dolor. Tobías tenía un rostro: él lo vio. Centenares de rayas blancas —rayas de risa y enojo y ojos guiñados contra el sol— recorrían las esquinas del párpado y cuadriculaban los anchos pómulos. Los labios gruesos y prominentes sonreían con dulzura y en los ojos pardos, angostos, había algo semejante a un pozo de luz turbia, encantada, dispuesta.
—Verdad que has llegado —dijo Tobías en su lengua, aprendida por el capitán en el trato diario con las tropas de la sierra sinaloense.
Apretó la mano nervuda del yaqui.
—Sí, Tobías. Más vale que sepas una cosa: nos van a fusilar.
—Así ha de ser. Igual harías tú.
—Sí.

sábado, 29 de enero de 2011

BENDITOS LOS IGNOTOS de Juan Antonio González Iglesias

“Heil den unbekannten”
Goethe, Das Göttliche

Benditos los ignotos,
los que no tienen página
en internet, perfil
que los retrate en facebook,
ni artículo que hable
de ellos en wikipedia.
Los que no tienen blog.
Ni siquiera correo
electrónico, todo
les llega, si les llega,
con un ritmo más lento.
Tienen pocos amigos.
No exponen sus instantes.
No desgastan las cosas ni el lenguaje. Network
para ellos es malla
que detiene la plata de los peces.
Benditos los que viven
como cuando nacieron
y pasan la mañana oyendo el olmo
que creció junto al río
sin que nadie
lo plantara.
Bendidos los ignotos
los que tienen
todavía
intimidad.

JUAN ANTONIO GONZÁLEZ IGLESIAS

España (Salamanca, 1964)

Poeta, pintor y filólogo. Doctor en Filología clásica por la Universidad de Salamanca, es profesor titular, en el área de conocimiento de “Filología Latina”, adscrita al departamento de Filología Clásica e Indoeuropeo. Completó su formación en Florencia y París (École de Autes Études en Sciences Socials) en teoría de la literatura y del arte. Irrumpió en el panorama literario español con el libro titulado La hermosura del héroe, galardonado con el Premio de Poesía Vicente Núñez. Tiene también en su haber el Premio Jaime Gil de Biedma, por el libro Esto es mi cuerpo, el IV Premio de Poesía Generación del 27 y el XIX Premio de la Fundación Loewe por su libro Eros es más.

El poeta ha traducido a Ovidio (El arte de amar y Los amores), a Horacio (Cuatro Odas), poesías de Cátulo y la antología Anónimos y menores, 12 poetas latinos.

Su último poemario es Del lado del amor. Poesía reunida 1994-2009.

Leer su poema Benditos los ignotos.

(Más información: Wikipedia, Amediavoz.com, #Poesia)

lunes, 24 de enero de 2011

NIEVE de Maxence Fermine

Traducción: Javier Albiñana
Edicion, 2001
Editorial: Anagrama
Páginas: 105

Esta novela de Maxence Fermine fue publicada en 1999.

A finales del siglo XIX, el joven poeta japonés Yuko se ejercita en el arte del haiku. Para perfeccionarse, decide viajar al sur del país al encuentro de Soseki, un anciano pintor que se ha quedado ciego. En esta relación hecha de respeto, de silencio y de signos, la imagen obsesiva de una mujer desaparecida entre las nieves reunirá a los dos hombres. Una fábula intemporal, que habla al lector de vida y de poesía, de amor y de muerte.

LEIDO por.... Andrés:

Teniendo pendiente la lectura de Opio, me pareció una buena idea leer, mientras la librería nos conseguía el libro, la primera novela de Fermine, y ahora, una vez leido, no se si ha sido tan buena idea, porque como no remonte....

Me ha parecido un cuento insustancial, muy suave, muy blanco, muy poético, pero sin sustancia. Menos mal que es muy corto, lo cual hay que agradecer al autor.

Claro, que cuando leo la contraportada, donde dice:
  • ¡Me enloquece este cuento!
  • Un relato hermoso
  • Bellísimo relato de iniciación
  • Una delicada historia de arte
  • Una fábula ligera y etérea como un haiku
llego a la conclusión que no debo saber leer demasiado bien, cuando no aprecio los valores de este cuento y casi no me atrevo a publicar mi entrada. Pero bueno, como las visitas a mi blog se cuentan con los dedos de una mano, el riesgo de que mi prestigio se derrita como la nieve es mínimo. Además, solo sería confirmar lo que ya algunos saben, que soy un poco rarito en mis gustos lectores.

Para mi cachico he seleccionado un pequeño chiste surrealista, casi de lo único que me ha gustado.


Mi cachico:
El método de enseñanza del maestro no se parecía a ningún otro.
La primera mañana de clase, junto al río aún bañado por el alba, pidió a Yuko que cerrase los ojos y se imaginase el color.

-El color no está fuera. Está en tu interior. Sólo la luz está fuera -dijo-. ¿Qué ves?
-Nada. Con los ojos cerrados, lo veo todo negro. ¿Usted no?
-No -contestó Soseki-. Veo también el azul de las ranas y el amarillo del cielo. Así pues, ¿quien de los dos está más ciego?

Yuko hubiera querido decir que el cielo no era amarillo ni las ranas azules, pero se abstuvo de hacer el menor comentario. Tal vez el anciano se hubiera vuelto loco. O aquello fuera pura senilidad. No quiso decepcionarlo.
-Maestro -dijo-, empiezo a ver.
-¿Qué ves?
-Veo el rojo de los árboles.
-Tonto -contestó Soseki-. Eso no puede ser. Aquí no hay árboles

NADA ES CRUCIAL de Pablo Gutiérrez

Edicion, 2010
Editorial: Lengua de trapo
Páginas: 248

Ésta es la segunda novela de Pablo Gutiérrez y se publicó en septiembre del 2010

Ciudad Mediana, años ochenta. Los yonquis habitan los descampados y olvidan a sus crías dentro de cobertizos de uralita. En uno de ellos sobrevive milagrosamente un cachorro silencioso que se deja aplastar por el sol. Dos señoras muy cándidas y amables lo rescatan, le limpian la cara con agua de colonia y comienzan a hablarle de Dios y de espaguetis.

Mientras, en otro lugar que huele a vaca y a pienso, una niña feliz observa cómo su madre naufraga en la cama, los ojos perdidos en algún lugar, el pelo sucio, el pijama pegado a la piel desde que papá se marchó.

Nada es crucial es un recorrido a través de la formación sentimental de los personajes de esta novela; cuando sus vidas, como nuestras ciudades, estaban llenas de descampados.

Ganó el XXI premio Ojo Crítico de narrativa de Radio Nacional de España en el 2010.

«Pablo Gutiérrez escribe bien, extraordinariamente bien. Hay páginas en este libro que uno celebraría con una botella de champán si la tuviese a mano» (Javier Moreno. Revista de Libros)

«Espléndida y muy original novela» (Página 2, TVE2)

LEIDO por.... Andrés:

Mi mujer me habló que había escuchado en la radio al último premio del Ojo Crítico y que éste, un autor muy joven, había terminado sus palabras al recibir el premio con un «Cultura libre para todos». Eso hizo que me interesara por él y empecé a buscar en internet, lo que leí me llevó a comprar su libro y leerlo. Además, en la búsqueda me encontré con la sorpresa añadida de toparme con Celda 211.

Me ha parecido un grandísimo libro, escribe muy bien, aunque a veces su alardes pueden hacer que algunos párrafos nos resulten confusos, pero hay tanto de buena literatura que te ves compensado sobradamente.Vale la pena, sin lugar a dudas.

La historia es dura a veces: “No estoy triste, triste no sirve, triste es una palabra pequeña. Estoy sola. Sola si sirve, sola es palabra redonda que todo lo recoge” “Todo lo demás es una carnicería: las chicas quieren reventar a cualquier chica, a mí sobre todo, los chicos quieren moler a cualquier chico y follarse a cualquier chica, a mí sobre todo, y que se sepa luego, que se anuncie y se repita la hazaña, es ley, ellas me odian y ellos quieren follarme, es ley, pero siempre a lo bruto, con la misma rabia con la que me darían dos hostias” “Magui siente que es el único humanoide con vida en este planeta de dolor y náusea

Sus personajes, salvo los protagonistas Lecu y Magui, tiene unos nombres curiosos, señor Alto y Locuaz, Sra Amable Uno, Sr. y Sra. Yonqui, el Sr. Un Poco Menos Amable (cuyo nombre cambia con su estado emocional a Sr. Cada Vez Menos Amable, Sr. Nada Amable, hasta acabar en Sr. Atormentado), MaiT (Mai-Ojos-Hundidos, Mai-Muda-y-Envejecida, Mai-desprendida-de-T), Hombre Raro, Cura Cascado, Buenchico, Orco Rotundo, etc.

La narración está dividida en párrafos agrupados y encabezados por una frase en negrita.
Te va a doler un poco. Te va a doler un poco, dijo el practicante amuermado..

Utiliza y bien todo tipo de recursos narrativos:
Interludio. Zzzummm, salto en el tiempo para encontrar el origen del Sr. Alto y Locuaz [….]. Zzzummm, cuatro, cinco decadas atrás:
Como si de un guión televisivo se tratara: “[Habla el teólogo de las lupas] «La Iglesia, quiero decir la vieja Iglesia,.....»
Con mensajes directos al lector: “y si el lector prefiere seguirles la pista a Lecu y a Magui bien puede saltar hasta la próxima negrita.
Como si fuera una escena de teatro: “Entra en escena MUJER CON CARA DE NIÑA, camina hasta su lado y se detiene.
MUJER CON CARA DE NIÑA: Ayer, durante el almuerzo no dijiste una palabra y te levantaste de pronto, como ahora.
SR. ALTO Y LOCUAZ: Hace frío. Vuelve dentro.
Secuencia Uno, Interior. Habitación en penumbra. La oscuridad permite ver un sofá gigante como balsa de náufrago, una ventana, una mesa de cristal, un televisor. En el suelo....
Aunque el recurso del narrador que se nos revela al final, para mi, sea un poco fallido e innecesario.

Que forma tan sutil y socarrona de contar, como me gusta su humor:
Por último, hizo un corte pequeño, clavó la hoja, sujetó con la mano izquierda y apretó con la derecha y, clac, fácilmente se abrieron el queso y el dedo índice por la primera falange. La sangre trazaba círculos sobre la tabla.
¿donde están mis padres?, y el Sr. Alto y Locuaz, muy firme y muy sereno y enérgico, respondió tus padres están en una granja. ¿En una granja de esclavos?, preguntó una voz que Lecu no quiso que saliera de su garganta. No, como esclavos, no; están en una granja creciendo, dijo.
Creciendo.
Lecu se los imaginó sembrados en un arriate
lo cierto es que la masa de polen que fumó durante los años de la furgoneta le quitó un buen filete a su cerebro, reducidito quedó como consomé de asilo
De la sacristía salió con prisa el curilla, casi le da un pasmo al ver allí sentado a ese idiota con cara de Teresita de Jesús
Buscó una pensioncita sucia y barata porque era lo que se esperaba de un verdadero cristiano
Cuando se retrasaba no quedaba tiempo para nada que no fuera sentarse, él debajo y ella encima enroscándolo con sus piernas, los botones de los vaqueros imprimiendo Lee en sus muslos como un reclamo de animación a la lectura
y le trae libros de Benedetti porque sabe que Benedetti es una autopista directa hacia la ingle de las chavalas sensiblotas

A veces imágenes poco afortunadas: “fue poniéndose cada vez más bonita a medida que su tristeza pasteurizaba”, pero a continuación, como para desagraviarnos, nos dice: “Crecía y ya tenía once años y en el rostro una pequeña barbilla como un fruto que dirigía su mirada a dos labios” y para que no nos confiemos acaba “de dibujo animado”.

Tremendo en la crítica social y política:
la escritura siempre estuvo a nombre de ella aunque fuera él quien firmara los recibos por ser el cabeza de familia, entonces se llamaba así al que pegaba más fuerte
En aquellos años, niños, un alumno tarugo no era un alumno con necesidades educativas especiales ni adaptación curricular ni con dificultades cognitivas; era simplemente un tarugo
Recordad, niños, que entonces había mucha escasez de espíritu y mucho colmillo contra un señor que redondeaba las monedas con su calvicie
allí estaban, dispuestos a deslomarse gratis detrás de un mínimo señuelo

El título lo encontramos en el texto: “Nada es culpa, nada es pecado, nada es crucial

¡Como se nota la edad del autor!: “Siente rabia hacia su flequillo, rabia hacia las sábanas de dibujos, rabia hacia Kurt Cobain, y comienza (ah, y ésa es la primera paletada de su fosa), comienza a escuchar blanduras de Guns n' Roses

Introduce versos de De profundis, de Dámaso Alonso , entre la narración, a manera de desvarío y solo el ir en cursiva nos sirve de aviso:

De Profundis
Si vais por la carretera del arrabal, apartaos, no os inficione mi pestilencia.
El dedo de mi Dios me ha señalado: odre de putrefacción quiso que fuera este mi cuerpo,
y una ramera de solicitaciones mi alma,
no una ramera fastuosa de las que hacen languidecer de amor al príncipe
sobre el cabezo del valle, en el palacete de verano,
sino una loba del arrabal, acoceada por los trajinantes,
que ya ha olvidado las palabras de amor,
y sólo puede pedir unas monedas de cobre en la cantonada.
Yo soy la piltrafa que el tablajero arroja al perro del mendigo,
y el perro del mendigo arroja al muladar.
Pero desde la mina de las maldades, desde el pozo de la miseria,
mi corazón se ha levantado hasta mi Dios,
y le ha dicho: Oh Señor, tú que has hecho también la podredumbre,
mírame,
Yo soy el orujo exprimido en el año de la mala cosecha,
yo soy el excremento del can sarnoso,
el zapato sin suela en el carnero del camposanto,
yo soy el montoncito de estiércol a medio hacer, que nadie compra
y donde casi ni escarban las gallinas.
Pero te amo,
pero te amo frenéticamente.
¡Déjame, déjame fermentar en tu amor,
deja que me pudra hasta la entraña,
que se me aniquilen hasta las últimas briznas de mi ser,
para que un día sea mantillo de tus huertos!

Y también juega con otros versos , primero insertándolos en la narración y luego usándolos de forma jocosa: Al fundador de los Neocristianos, el señor Alto y Locuaz, cuando iba a empezar su andanza evangélica, “un muchacho que miraba con susto a izquierda y derecha” le da “una octavilla con un poema impreso y debajo un escudo con una especie de herramienta mal grabada”.
El poema completo se llama Hace falta estar ciego:

Hace falta estar ciego,
tener como metidas en los ojos raspaduras de vidrio,
cal viva,
arena hirviendo,
para no ver la luz que salta en nuestros actos,
que ilumina por dentro nuestra lengua,
nuestra diaria palabra.
Hace falta querer morir sin estela de gloria ni alegria,
sin participación en los himnos futuros,
sin recuerdos en los hombres que juzgen el pasado
sombrío en la tierra.
Hace falta querer ya en la vida ser pasado,
obstáculo sangriento,
cosa muerta,
seco olvido.

Después de leerlo pensó “que grande este poeta, qué buen cristiano debió ser”. El poema es de Rafael Alberti.

Que maravillosa la forma en que hace que Magui y Lecu se encuentren. ¡Mira que recurrir a los Jovenes Castores!

Se ha acabado. ¡Espléndida! a pesar del final que no me ha gustado nada. Y después de este novelón, ¿que leo?

Habrá que estar pendiente de las siguientes obras de Pablo Gutiérrez.

Mi cachico:

Hurga, busca. Magui guarda sus libros y desmonta la mesa de caballete cuando alguien llama a la puerta. Toc, toc. Magui se sobresalta, acude y abre.
No es el chaval.
No es buenchico.
Ni François Sagan.
Es mamá.
La señora que antes fue mamá y que ahora viste de un modo extraño y hace toc, toc tímidamente en la puerta de su propia casa.
Mama dice ya te vas, ¿no?
Magui dice sí, pronto.
Mamá dice aprobaste todas.
Magui dice sí, todas.
Envíame la dirección.
Magui asiente.
Y ven alguna vez. Ven cuando quieras.
Magui asiente.
Ahora todo está muy bonito allí, las flores, los árboles.
Silencio.
Te irá bien, serás feliz.
Magui asiente. Mamá le da un beso en la mejilla y Magui quisiera morirse de dolor, reventarse de dolor en el suelo -la espalda contra la puerta, las rodillas temblorosas, el pecho hinchándose de hipos y mocos, los mocos formando una bola en la garganta- pero por más que hurga, busca y rebusca dentro de sí no lo encuentra, no encuentra esa clase de dolor perfecto que debería sentir. Desde la ventana ve a su madre bajando la cuesta de la plaza fría, ve las sandalias de cuero, ve el insólito sari que la envuelve, ve los cabellos desgreñados donde ya aparecieron mechones blancos que no se molesta en cubrir, y vuelve a la sala para seguir guardando sus apuntes, desmontando la mesa de caballete, abriendo las maletas, despidiéndose de la vida mugrienta que le tocó en suerte.

PABLO GUTIÉRREZ

España (Huelva, 1978)

Estudió Periodismo en Sevilla, pero pronto abandonó la profesión para ejercer la enseñanza. Actualmente es profesor de Literatura en Cádiz.

Obtuvo el Premio Tormenta al mejor nuevo autor en castellano con su primera novela, Rosas, restos de alas (La Fábrica, 2008). En 2001 quedó finalista del Premio Miguel Romero Esteo de dramaturgia con la obra de teatro Carne de cerdo (Junta de Andalucía, 2001). Con Nada es crucial obtuvo el premio Ojo Crítico de narrativa de RNE del 2010.

Recientemente ha sido seleccionado por la prestigiosa revista Granta como uno de los veintidós mejores narradores jóvenes en español

(Más información: Lecturalia)

miércoles, 19 de enero de 2011

CELDA 211 de Francisco Pérez Gandul

Edicion, 2004
Editorial: Lengua de trapo
Páginas: 221

Esta novela de Francisco Pérez Gandul se publico en el 2004.

La mala suerte lleva a un funcionario de prisiones novato a presentarse en la cárcel de Sevilla el mismo día en que se produce un motín de presos. Enredado en un destino tan caprichoso como trágico, que lo obliga a utilizar al máximo los recursos de su inteligencia, este hombre va descubriendo que no es tímido, que no es débil, que quizá ni siquiera es un hombre bueno, como siempre había creído: es un superviviente nato al borde del abismo.

Escrita con un habilísimo manejo del punto de vista y de la voz narrativa, Celda 211 renueva el tema del hombre que se ve obligado a sobrevivir fuera de su medio poniendo al límite sus capacidades, abordándolo desde el género negro carcelario, desconocido hasta ahora en España. Se convierte, así, en una obra que da a nuestra narrativa exactamente lo que estaba necesitando: un argumento de tremenda contundencia, plagado de giros en la trama, y un personaje camaleónico arrastrado por un destino de intensidad trágica.

«Es la mejor narración carcelaria que se ha escrito en España». Fernando Marías

LEIDO por.... Andrés:

Buscando referencias en la editorial Lengua de trapo sobre el último premio Ojo Crítico de Narrativa de este año, Nada es crucial de Pablo Gutiérrez, encontré la de está novela y como me quedé con las ganas de ver la película, me he animado a leerla.

Se lee enganchado al libro como si Malamadre te tuviera cogido de …. la garganta. Hacía tiempo que no leía una novela con tanta acción y tan absorbente. Gustará a todos los amantes de la novela negra y de acción. Y estoy por apostar que a todo amante de los libros.

Un argumento impecable con acción a raudales, unos personajes bien dibujados, contado desde puntos de vista muy dispares y una buena escritura, son los ingredientes de esta estupenda novela.

No se si la película, buena película según mis noticias, es mejor o pero que el libro, la eterna pregunta, pero creo que voy a verla, aún cuando no es mi costumbre.

Mi cachico:

Fue un tajo limpio. Arrancó debajo del lóbulo de la oreja izquierda y describió una elipsis hasta la base del cuello, por la derecha, allí donde la cadena de oro balizaba la unión con el hombro. Apenas sufrió. Un estertor muy rápido y, ya en el suelo, varios espasmos musculares, evidenciaron que todo había terminado. Apenas sufrió. Costra estaba completamente bañando en sangre. Su rostro era irreconocible y sobre la camisa, háganse a la idea, corría un venero que pronto le alcanzó la cintura para despeñarse después gota a gota hacia el suelo. Permanecía inmóvil, como si fuera un molde listo para ser vaciado en bronce. Tachuela se acercó a él, lo cogió del brazo y le hizo retroceder, y vimos, ¿saben?, cómo se alejaban todos los demás, huyendo de ese charco negruzco que, como queriendo guarecerse bajo sus zapatos, deslizaba hacia ellos su caudal. El cuerpo permanecía inerte, asaeteado por las miradas de todos, purgándose lentamente, hasta que de la descomunal herida solo surgió un hilo, como el agua del grifo cuando se ha cerrado la llave de paso, así.

FRANCISCO PÉREZ GANDUL

España (Sevilla, 1956)

Se licenció en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y trabajó en los diarios Informaciones, Nueva Andalucía y El Correo de Andalucía antes de recalar en 1986 en Abc de Sevilla, del que fue redactor jefe. En la actualidad es articulista del citado medio. Consiguió el Premio Silverio Cañada a la mejor primera novela negra en la Semana Negra de Gijón de 2004 con su única novela hasta el momento, Celda 211. Ha sido argumentista de la película del mismo nombre dirigida por Daniel Monzón.

(Más información: Wikipedia, lecturalia)

martes, 18 de enero de 2011

LA GUERRA DEL FIN DEL MUNDO de Mario Vargas Llosa

Edicion, marzo de 1982
Editorial: Plaza&Janés
Páginas: 427

Esta novela de Mario Vargas Llosa se publicó en 1971.

A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste del Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquéllas, la consecución de la dignidad vital sólo podrá venir de la exaltación religiosa -el convencimiento fanático de la elección divina de los marginados del mundo- y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos.

Así, grupos de miserables acudirán a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asentará esta comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector: el Beatito, el León de Natuba, María Quadrado... Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.

LEIDO por.... Andrés:

¡Como nadie me había dicho que esta novela es de las imprescindibles!

Otra de mis adquisiciones del último mercadillo de Ozanam, esta novela de Mario Vargas Llosa, calificada por algunos como una de las mejores y publicada por primera vez en 1981

El libro comienza presentándonos a El Consejero: “
El hombre era alto y tan flaco que parecía siempre de perfil”, protagonista de la historia y singular personaje que encabeza una rebelión contra el sistema métrico decimal, el censo y la república, al que acompañan otros aún más curiosos, propios de la realidad mágica, como León de Natuba, nacido “con las piernas muy cortas y la cabeza enorme” y con “una inteligencia penetrante” ; Beatito, “que salía de las prédicas con la mirada desasida del contorno y como purificado de escorias” ; María Cuadrado, peregrina que “había sido violada cuatro veces desde que comenzó su recorrido”; Galileo Gall, frenólogo e idealista revolucionario, que durante 10 años permaneció célibe por una promesa compartida con un sádico al que pretendía ayudar.

Caricatura de la prensa de la época representando al Conselheiro con un séquito armado, tratando de "parar a la República".

Nos narra, como el autor sabe hacer, varias historias que se entremezclan, de forma que nos cuenta la historia de personajes que ya conocemos o acontecimientos con un pequeño desajuste temporal, pero sin conseguir que nos perdamos, de tan bien que están contados. La forma en narra los acontecimientos bélicos es asombrosa. La épica resistencia de los Canudos nos sobrecoge por la forma en que está narrada y, sin querer, nos vemos inmersos en su titánica defensa, angustiados por su heroica y atroz lucha.
  • Pero a una de ellas, que estaba embarazada, dos cafusos que habían pertenecido a la banda de José Venancio y que estaban desconsolados con su muerte, la atraparon en las afueras, le abrieron el vientre a tajos de machete, le arrancaron el feto y pusieron en su lugar un gallo vivo, convencidos de que así prestaban un servicio a su jefe en el otro mundo
  • Cuando Rufino entra a la casa, la violencia del espectáculo lo aturde. Hay soldados agonizantes en el suelo, sobre los que se encarnizan racimos de hombres y mujeres que esgrimen cuchillos, palos, piedras; los golpean y hieren sin misericordia, ayudados por los que siguen invadiendo el lugar. Las mujeres, cuatro o c inco, son las que chillan y también ellas quitan los uniformes a jalones a sus víctimas para, muertos o moribundos, afrentarlos en su hombría. Hay sangre, pestilencia y, en el suelo, unos boquetes donde deben haber estado escondidos los yagunzos, esperando a la patrulla. Una mujer, torcida bajo una mesa, tiene una herida en la frente y se queja
Magnífica novela de Vargas Llosa, de las mejores que últimamente he leído. De las que se devora, aunque el uso del tempo que hace el autor nos anticipe los acontecimientos. No me extraña que para algunos sea una de las mejores novelas de Vargas Llosa. ¡No hay que perdérsela!

El Conselheiro muerto

Mi cachico:

Venían armados de todas las imágenes del Buen Jesús, de la Virgen, del Divino que había en la ciudad, empuñaban todos los garrotes, varas, hoces, horquillas, facas y machetes de Canudos, además de los trabucos, las escopetas, las carabinas, las espingardas y los Mánnlichers conquistados en Uauá, y, a la vez que disparaban balas, trozos de metal, clavos, dardos, piedras, daban alaridos, poseídos de ese coraje temerario que era el aire que respiraban los sertañeros desde que nacían multiplicado ahora en ellos por el amor a Dios y el odio al Príncipe de las Tinieblas que el santo había sabido infundirles. No dieron tiempo a los soldados a salir del estupor de ver de pronto, en ese llano, la masa vociferante de hombres y mujeres que corrían hacia ellos como si no hubieran sido ya derrotados. Cuando el susto los despertó, los sacudió, los puso de pie y cogieron sus armas, era ya tarde. Ya los yagunzos estaban sobre ellos, entre ellos, detrás de ellos, delante de ellos, disparándole, acuchillándolos, apredreándolos, clavándolos, mordiéndolos, arrancándoles los fusiles, las cartucheras, los pelos, los ojos, y, sobre todo, maldiciéndolos con las palabras más extrañas que habían oído jamás. Primero unos, después otros, atinaron a huir, confundidos, enloquecidos, espantados ante esa arremetida súbita, insensata, que no parecía humana. En las sombras que caían detrás de la bola de fuego que acababa de hundirse tras las cumbres, se dispersaban solos o en grupos por esas faldas del Cambaio que tan esforzadamente habían trepado a lo largo de toda la jornada, corriendo en todas direcciones, tropezando, incorporándose, desprendiéndose a jalones de sus uniformes con la esperanza de pasar desapercibidos y rogando que la noche llegara de una vez y fuera oscura. Hubieran podido morir todos, no quedar un oficial o soldado de línea para contar al mundo la historia de esta batalla ya ganada y de pronto perdida; hubieran podido ser perseguidos, rastreados, acosados y ultimados, cada uno de ese medio millar de hombres vencidos que corrían sin rumbo, aventados por el miedo y la confusión, si los vencedores hubieran sabido que la lógica de la guerra es la destrucción total del adversario. Pero la lógica de los elegidos del Buen Jesús no era la de esta tierra. La guerra que ellos libraban era sólo en apariencia, la del mundo exterior, la de uniformados contra andrajosos, la del litoral contra el interior, la del nuevo Brasil contra el Brasil tradicional. Todos los yagunzos eran conscientes de ser sólo fantoches de una guerra profunda, intemporal y eterna, la del bien y del mal, que se venía librando desde el principio del tiempo

domingo, 16 de enero de 2011

OPIO de Maxence Fermine

Traducción: Javier Albiñana
Edicion, 2008
Editorial: Anagrama
Páginas: 168

Novela de Maxence Fermine que se publicó en 2002.

Ésta es la historia de un hombre que, a mediados del siglo XIX, pone su voluntad al servicio de un sueño: descubrir el secreto de la más preciosa calidad de té, adentrándose, después del trayecto por mar hasta la India, en el corazón de Asia, hasta perderse en el Imperio Celeste.

Un viaje espiritual que, entre mitos, ritos y secretos de esencia milenaria, conduce a su protagonista de la dulzura del té a la del opio, a través del descubrimiento del placer y del amor por la mujer más hermosa y seductora del mundo...

Como en toda experiencia de iniciación, el viajero conocerá una verdad trastornadora que cambiará para siempre su vida: «El opio es una cosa dulcísima y terrible. Como el amor».

Un fascinante relato empapado de exotismo, perfumes, delirios eróticos y una moderna exaltación de la Verdad, que el hombre, confrontado a una naturaleza y una humanidad hostiles, debe y puede encontrar sólo en sí mismo.

LEIDO por.... Andrés:

Después de leer las recomendaciones de Figaro Magazine:
«El arte de Maxence Fermine es la simplicidad llevada al extremo. Nada sobra... Un libro magnífico»

y de Antonio Gala:
«Una escritura aérea. El autor nos brinda, exquisitamente tallada, una joya de delicadeza»

no se si me atreveré a decir que me parece otro cuento insustancial de Maxence Fermine.

MAXENCE FERMINE

Francia (Albertville, 1968)

Pasó su infancia en Grenoble, luego residió trece años en París, después en Túnez. Actualmente reside en Alta Saboya. Su primera novela, Nieve, tuvo una excelente acogida internacional.

Ha publicado también Opio, El apicultor y El violín negro

(Más información: Wikipedia, Anagrama)

domingo, 9 de enero de 2011

EL HOMBRE DEL REVÉS de Fred Vargás

Traducción: Pilar González Rodríguez
Edicion, 2001
Editorial: Espasa
Páginas: 311

Novela de Fred Vargas, protagonizada por el comisario Adamsberg, publicada en 1999 y ganadora del Grand Prix du Roman Noir de Cognac y del Prix Mystère de la critique.

En la pequeña población de Saint-Victor, al sur de los Alpes, un lobo ha diezmado salvajemente varios rebaños de ovejas, lo que despierta la furia y el temor entre la población. Lawrence es un investigador canadiense que se dedica al estudio de los lobos alpinos, los conoce bien y sabe cuáles son sus costumbres...Pero una noche, para la sorpresa de todos, el lobo mata a una mujer. Lawrence, su compañera Camille y el comisario Adamsberg comienzan a investigar: ¿se trata verdaderamente de un lobo salvaje? ¿Es posible que un auténtico hombre lobo viva oculto en las montañas; que esconde su verdadera naturaleza animal detrás de una apariencia humana?

LEIDO por.... Andrés:

Desde hace tiempo buscaba leer Huye rápido, vete lejos y cayó en mis manos Más allá, a la derecha, que no me desagradó, pero que me dejó insatisfecho, con deseos de seguir buscando. En el último mercado de Ozanam encontré esta novela de Fred Vargas y , afortunadamente, no dudé en comprarla.

Buena novela policiaca que engancha, por su acción, por sus muy buenos diálogos, por unos personajes singulares muy bien trazados y por estar brillantemente escrita.

Va de un sorprendente hombre lobo y eso implica el título: “Es la marca del hombre lobo. No hay otra. Tiene el vello dentro porque es un hombre del revés. Por la noche se da la vuelta y aparece su piel peluda”.

La interjección de unos de los protagonistas “bullshit”, que según el mismo “quiere decir «mierda de toro», «mierda de bisonte» y «que te jodán»” me recordó un libro que leí hace muchos años Sobre la psicología de la incompetencia militar de Norman F. Dixon, uno de cuyos capítulos se llama “Rutina y ritual: «bullshit»”.

Seguiré buscando, valdrá la pena, seguro.

Mi cachico:

Solimán estaba acodado en su cama con el diccionario.
-¿Dónde están? -Preguntó Camille mientras se preparaba el café-. Aparta, Tricot -le dijo al perro sentándose en la cama del Vigía.
-Interlock -corrigió Solimán.
-Ya, perdona. ¿Dónde están?.
-El Vigía telefonea al rebaño. Parece que la oveja jefa no estaba bien ayer, tenía una pata hinchada. Psicosomático. El viejo está subiéndole la moral. Cuando una oveja jefa cojea, todo el rebaño anda mal.
-¿Tiene nombre?
-Se llama George Gershwin -dijo Solimán con una mueca-. Fue el Vigía el que quiso buscar en el diccionario, pero lo abrió por las páginas de los nombre propios. Después, es demasiado tarde para rectificar, lo que se ha dicho, dicho está. La llamamos George. En todo caso, tiene una pata hinchada.

FRED VARGAS

Francia (París, 1957)

Fred (Frédérique) Vargas estudió Historia y Arqueología y ha publicado una serie de novelas policiacas que ha obtenido un gran éxito de crítica y público. Ha recibido, entre otros, el Prix mystère de la critique (1996 y 2000), el Gran premio de novela negra del Festival de Cognac (1999), el Trofeo 813 y el Giallo Grinzane (2006).

Sus novelas más galardonadas han sido, Que se levanten los muertos (1995) ganadora del Duncan Lawrie International golden Dagger (UK), del Prix Mystère de la critique y del Prix du Polar de la ville du Mans; El hombre de los círculo azules (1996) ganadora del Duncan Lawrie International golden Dagger (UK) y del Prix du Festival de Saint-Nazaire; El hombre al revés (1999) ganadora del Grand Prix du Roman Noir de Cognac y del Prix Mystère de la critique; Huye rápido, vete lejos (2005) ganadora del Deutscher Krimipreis (Allemagne), del Prix des lectrices ELLE , del Prix des libraires y del Prix du meilleur polar francophone y Bajo los vientos de Neptuno (2006) ganadora del Duncan Lawrie International golden Dagger (UK)

Para algunos Fred Vargas es probablemente la autora más interesante del género policíaco en Europa en el momento presente...

(Más información: Wikipedia (español), Wikipedia (francés), lecturalia, fredvargas.es)

sábado, 1 de enero de 2011

AMADO MONSTRUO de Javier Tomeo

Edicion, 2010
Editorial: Heraldo de Aragón
Páginas: 78

Esta novela de Javier Tomeo fue publicada en 1984.

Había leido anteriormente El crimen del cine Oriente y como El Heraldo de Aragón incluía esta novela de Tomeo en su colección, no quise dejar pasar la ocasión.

Un banco, una entrevista, dos hombres. Trata de dos hombres distintos, que, sin embargo tienen algo en común: una obsesión por una madre posesiva. A lo largo de la conversación se manifiestan más y más correspondencias entre esas dos personas que al principio parecen ser muy diferentes.

Esta novela fue seleccionada en Francia para el Premio al Mejor Libro Extranjero del año 1987.

Se realizó un montaje de esta novela en el Theatre de la Colline, en Paris en 1989, la cual tuvo un gran éxito de público y de crítica en Europa.

LEIDO por.... Andrés:

Se lee muy fácil, debido a su sencillez y su cortedad, pero a pesar de todo esto me ha parecido una novela insulsa y carente de interés; no me ha dicho nada.

El secreto abominable, según algunas reseñas, no me lo ha parecido tanto.

Me ha gustado recuperar la expresión “me puso como chupa de dómine”, poner de vuelta y media, vamos.

Mi cachico:

Krugger frunce el entrecejo. No está de acuerdo con mis últimas palabras y no se preocupa pro disimular su disconformidad. Opina que trabajar de vigilante nocturno en un banco (sobre todo en el suyo), no es un menester humilde, sino todo lo contrario. Piensa, por ejemplo, que custodiar la fortuna de los demás a cambio de un salario reducido exige, en quienes la custodian, un elevado espíritu de sacrificio y un altruismo digno de elogio. Aplasta el cigarrillo contra el cenicero y en el silencio que sigue puedo escuchar, por primera vez, el silbido de sus pulmones. Ahora no sé qué decirle y me quedo observando el rayo de sol que se cuela por la ventana y que cae directamente sobre el tablero del escritorio.

Arriesgar la vida por un dinero que no nos pertenece (insiste) constituye un auténtico camino de santificación

JAVIER TOMEO


España (Quicena (Huesca), 1932)

Escritor y dramaturgo, se licenció en Derecho y Criminología en la Universidad de Barcelona. En 1967 publicó su primera novela, y en la década de los setenta aparecieron títulos como El unicornio (Premio de novela corta Ciudad de Barbastro, en 1971) o El castillo de la carta cifrada. En los años ochenta dejó algunas novelas inedudibles como Diálogo en re mayor y Amado monstruo, y su universo literario creció sin límites en los noventa con la publicación de innumerables libros: El gallitigre (1990), El crimen del cine Oriente (1995), Los misterios de la ópera (1997), Napoleón VII (1999) o Cuentos perversos (2002), entre otros. Algunas de sus obras han sido llevadas a los escenarios con gran acogida de la crítica. Las obras de Javier Tomeo siguen disparando sus dosis de absurdo y humor desde los márgenes de la literatura contemporánea. Es colaborador en varias publicaciones, y su obra narrativa ha sido traducida a varios idiomas.

Fue Premio Aragón a las letras en 1994.

(Más información: Wikipedia, escritores.org, lecturalia)

LOS GIRASOLES CIEGOS de Alberto Méndez

Edicion 2006
Círculo de Lectores
155 pag.

Novela de Alberto Méndez publicada en 2004.

Un capitán del ejército de Franco que, el mismo día de la Victoria, renuncia a ganar la guerra; un niño poeta que huye asustado con su compañera niña embarazada y vive una historia vertiginosa de madurez y muerte en el breve plazo de unos meses; un preso en la cárcel de Porlier que se niega a vivir en la impostura para que el verdugo pueda ser calificado de verdugo; por último, un diácono rijoso que enmascara su lascivia tras el fascismo apostólico que reclama la sangre purificadora del vencido. Son historias de los tiempos del silencio, cuando daba miedo que alguien supiera que sabías. Cuatro historias, sutilmente engarzadas entre sí, contadas desde el mismo lenguaje pero con los estilos propios de narradores distintos que van perfilando la verdadera protagonista de esta narración: la derrota.

LEIDO por Andrés:

Comenta Mª Ángeles MAC que está leyendo un libro, no recuerdo el nombre ni vale la pena recordarlo, según veremos, que va por la página 300 y no le gusta nada. Comenta que, según parece, desde su adquisición por la biblioteca pública solo lo han sacado dos personas más y ninguna lo ha terminado (esto lo deduce por algunos rastros encontrados en el libro). Curiósamente y no es casualidad, pues me gusta llevar este tipo de citas, le comento la siguiente que viene de cuando leí anteriormente el libro de la tertulia y que entonces publiqué en el blog:

Leo en estas fechas un artículo de Javier Rodríguez Marcos que nos dice: “En el fondo, el verdadero detector de libros-que-merecen-la-pena no es la lectura sino la relectura. Y releer es leer sabiendo el final. Uno sólo da por leídos los libros mediocres. Nadie deja de ir a ver Las meninas porque ya las ha visto.”

La animo, y al resto de tertulianos, todos de más de 30 años y por tanto con los días contados, a que se anime a hacer una lista viva de los libros que les gustaría leer antes de dejar de contar días. Viva porque se añaden los libros que vamos descubriendo y se borran los ya leídos o desechados por información posterior. Si alguien se anima ha hacer la lista, verá como cambia su enfoque sobre los libros.

Entrando ya en el libro que nos ocupa, decir que éste, con un bonito título (es el de el último cuento y lo encontramos en su inicio: “estoy desorientado como los girasoles ciegos”) y que se devora con fruición, nos habla de cuatro derrotas, cuatro fechas, cuatro historias:

Primera derrota: 1939 o Si el corazón pensara dejaría de latir

La derrota de un rendido que no quería tomar parte en la victoria.
Un narrador medianamente informado, con textos de cartas, partes y actas intercalados, nos relata la peripecias del capitán Alegría.
Me ha parecido una declaración del autor sobre su postura ante los tiempos de victoria que le tocó vivir; es como si dijera: «yo tampoco quiero participar de la victoria»
Ésta derrota y la segunda, fueron la más duras, según los tertulianos.


Segunda derrota: 1940 o Manuscrito encontrado en el olvido

La derrota de un joven poeta, de unos 18 años, a través de su diario. “(.....Si fue él el autor de este cuaderno, lo escribió cuando tenía dieciocho años y creo que ésa no es edad para tanto sufrimiento)
Trascripción del diario (ilustrado) del poeta, que aumenta su realidad con los comentarios entre paréntesis de un supuesto editor.
Para mí el más duro de todos por su dramatismo. La forma en que nos transmite la soledad y abatimiento del muchacho es terrible:
Hoy le he besado. Por primera vez le he besado. Se me habían olvidado mis labios de no usarlos
Tengo la sensación de que todo terminará cuando me termine el cuaderno
"(Repite Rafael, con el mismo tipo de letra, pero mucho más pequeño ciento diecinueve veces)"

Tercera derrota: 1941 o El idioma de los muertos


La derrota de un sherezade que teje historias en un tiempo que no es el suyo, hasta que la rabia le hace bajarse del “estribo de la vida” y romper con ésta.

Cuarta derrota: 1942 o Los girasoles ciegos

La personal derrota de un girasol ciego, un diácono,que arrastra a tres personas más.
Contado con tres relatos superpuestos: una larga carta del cura, los recuerdos de la infancia de Lorenzo en primera persona, y un relato con narrador omnisciente sobre las vicisitudes de la familia de Lorenzo, impresos cada uno de ellos en cursiva, negrita y normal, que para mí, además de innecesario, me hace desagradable la lectura, sobre todo la negrita.


Los cuatro relatos, que se entrelazan levemente, logran remover mis sentimientos, conmoverme. Utilizando diferentes técnicas narrativas, todos logran engancharme, de forma que leo el libro en apenas tres días, demorando casi su final, por la duda de que libro me atreveré a leer a continuación.

Los enlaces entre los cuentos son hechos apenas testimoniales y parecen meros artilugios para dar consistencia al libro:
En la 3ª derrota aparece el capitán Alegría (1ª derrota) en la prisión “Cuando le preguntaban su filiación los tercos oficiales de la cárcel, siempre contestaba lo mismo: Me llamo Carlos Alegría, nací el 18 de abril de 1939 en una fosa común de Arganda y jamás he ganado una guerra. Por eso le llamaban el Rorro
En la 4ª derrota nos dicen que la hermana de Lorenzo, embarazada, había huido con un poeta (3ª derrota)

Buen comienzo:
Ahora sabemos que el capitán Alegría eligió su propia muerte a ciegas, sin mirar el rostro furibundo del futuro que aguarda a las vidas trazadas al contrario

He encontrado la razón de algunos de mis juegos de la infancia: “Jugábamos a los juegos de los niños sin juguetes: a la taba, al rescate, a pídola, al zurriago y a otros juegos en los que nosotros éramos las víctimas y los verdugos, juegos donde el castigo era siempre doloroso y el premio causar daño.” ¡Ahora los niños no saben jugar sin juguetes!

Tristeza y muerte, muerte, muerte y muerte. ¿Pero es que acaso los libros sobre la guerra civil pueden ser de otra manera?
un pistoletazo le arrancó de cuajo el rango, las estrellas y la vida
no he podido olvidar nunca la mirada de mi padre precipitándose al vacío, su rostro sonriente mientras el patio engullía su cuerpo abandonado
"Él y yo sabemos qué largo es el tiempo sin un beso y ahora, probablemente, no nos quede suficiente para resarcirnos"
lloró como nunca hubiera pensado que se podía llorar después de una guerra

A veces se ha hecho la crítica a Franco de que no quiso ganar la guerra rápidamente, sino que buscó el aniquilamiento de los republicanos, y aquí encontramos el testimonio del Capitán Alegría:
«Aunque todas las guerras se pagan con los muertos, hace tiempo que luchamos por usura. Tendremos que elegir entre ganar una guerra o conquistar un cementerio.»

No le faltan notas de humor al libro:
se limito a decir «buenos días» de la forma menos militar posible
-¡Si, mi coronel! -tronó atiplado su coronel
nací el 18 de abril de 1939 en una fosa común de Arganda y jamás he ganado una guerra. Por eso le llamaban el Rorro
Un pecho en quilla y una nariz hebraica le conferían un aspecto bidimensional con el que la naturaleza ha dotado al oso hormiguero
además, medallas, una panoplia de medallas que más acorazaban su pecho que lo honraban”

Imágenes bonitas:
el estribo de la vida
jaula de nostalgias
sus mejillas hundidas buscando la calavera
residencia de todos los inviernos”
cicatriz de hombre
pecios de la guerra
personita en fuga
intérprete de los sollozos"
traductor del llanto

No se puede ser más exquisito:
Ayudó a que las manos de Ricardo emprendieran la búsqueda de sus secretos y terminó arrodillándose para llamar con los labios el vigor que se escondía bajo todas las tristezas