domingo, 17 de abril de 2011

LA NINFA INCONSTANTE de Guillermo Cabrera Infante

Edición: 2008
Editorial: Galaxia Gutenberg – Círculo de Lectores
Páginas: 283

Esta novela póstuma de Cabrera Infante, publicada en el 2008, nos relata la insólita historia de amor que vive un maduro intelectual con una adolescente. Pero, maquillado por una desbordante sensualidad, podemos descubrir en el lenguaje del autor el viaje hacia ninguna parte de un hombre desengañado, un hombre que se acoge a sus últimos destellos de vida seduciendo a una voluptuosa "Lolita". Una novela invadida por el preciosismo del lenguaje y por la fuerza descriptiva de La Habana recordada.

LEIDO por.... Andrés:

Desde hace aproximadamente 40 años (hay que ver como pasa el tiempo), en que leí la famosa Tres tristes trigres, no había vuelto a leer a Cabrera Infante, así que ya era hora. Elegí esta novela primero, tengo pendiente Cuerpos Divinos, por ser más corta y candidata a la tertulia.

Comienza Cabrera Infante poniendo las cosas en su sitio en una nota de entrada, “si encuentras anglicismos, corrector de pruebas que no apruebas, no los toques: así es mi prosa”. Aviso que debe servir a los lectores para preparase sobre lo que va a venir, pues vamos a encontrarnos a lo largo de la novela varias lenguas, y además juego de palabras con ellas. Ya en esta nota aparece el primer regate “una vida, como diría mi tocayo Guy de Maupassant, en passant. De mot passant”. Nos encontraremos más veces el francés: “a esa calle San Lázaro que se puede llamar rue sans le hazard, porque todo en ella está dicho en otro libro mío”, el inglés: ”parece una invocación al mar en inglés. Oh sea! “, el alemán: “Pero más que una carrera fue una fuga y no era una fuga de Bach, que quiere decir arroyo ”, el italiano:”L'amore é una cosa mentale, diría Leonardo, que nunca se enamoró de una mujer”, y hasta el latín: “Ése es el quid, aunque sea un quid pro quo”. Y por supuesto el juego del más puro Cabrera Infante en español:
Clemente la noche era fresca, pero yo, más fresco, fui inclemente
"La satisfacción del placer cumplido"
"Cerrada la puerta a cal y encanto"
"se desvelaba ante mis ojos y me desvelaba"
"eligiendo un pezón como si quisiera destornillarlo de la teta o hacer girar la combinación de la caja fuerte del sexo débil"
"Kyrie lección kyrie erección"
"mientras duraba me concernía a mí solo, sólo, solamente. So lamento"
Continuo juego políglota.

El sexo, tratado de manera bastante desenvuelta, ocupa una parte importante en la novela: “El sexo es una obsesión peor que la muerte y los franceses los unen en una imagen del orgasmo como órgano, el orgasmo: la petite norte. La pequeña muerte de cada noche dánosla hoy. Por la tarde, no de tarde en tarde

Lo mejor del libro, sus diálogos, muy ágiles y frescos:
Nos vio mirándola y casi pidiendo ayuda dijo:
–Busco el número uno.
–Ése soy yo –dijo Branly.
–No, el número uno de la calle.
Me dio cierta pena su tono que era y no era una petición.
–Ése es el número uno –le dije señalando al edificio detrás de ella.
–Busco a alguien llamado Botifol.
–Beautiful –dijo Branly.
–Botifol –dijo ella después de mirar un billete en su mano.
–Se escribe Botifoll pero se pronuncia Beautiful. Decidí intervenir.
–Tienes razón, se llama Botifoll y creo que sus oficinas están en ese edificio –dije volviendo a señalar detrás

Tratándose de Cabrera Infante no podían faltar las citas cinéfilas:
Yo, con mi acento pedido prestado a Wilfred Hyde–White, parodio su famosa frase de El tercer hombre:
–I can't introduce her to everybody

ni el humor:
  • las mesas de mármol sirviendo de pista de aterrizaje a las moscas
  • Debe ser el amor porque el sexo da hambre al hombre, pero el seso quita el hambre y la sed y la sede del amor es el cerebro
  • La madre de Branly era ahora una vieja fea, pero se veía que debió ser aún más fea de joven
  • Era también un escarnio por ser rubia (teñida), gorda y con las tetas más grandes del hemisferio: más que medias esferas, cada teta esfera y media
  • Siempre es bueno tener un amigo más feo que tú
  • A veces irónico: “No hay como un periodista para usar palabras largas al servicio de ideas cortas
  • La recepcionista, ya madura o mejor casi podrida


La diferencia tan importante entre los protagonistas, sobre todo en su cultura, que se aprecia sobre todo en los diálogos, lo mejor del libro por cierto, da un tono humorístico a la relación. Mientras él piensa que ella es “la persona más inteligente que había conocido hasta
entonces”, ella, muchas veces, apenas entiende lo que le dice, “me aplasta tu sabiduría”.

De Estela, el protagonista dice: “Ella es un cuerpo divino ”, dando entrada a su libro, pendiente en mi lista, Cuerpos divinos.

Sobre los toros, nos dice:
-Recuerda que siempre he sabido mirar los toros desde la barrera. Aunque hace tiempo que me parece un espectáculo risible. –¿Risible?
Viendo a un hombre, por lo regular un hombrecito, vestido como una mujer para burlar, engañar, herir, lidiar en una palabra a un animal que tal vez antes fuera noble y ahora no es más que el objeto de befa ante su bestialidad

Aunque la novela me ha gustado, no tanto como esperaba, me ha parecido irregular y no la voy a proponer para la tertulia.

Algunas palabras o expresiones que me han gustado, han sido:
"intimidante intimidad"
"insoportante"
Estaba tan desnuda como un cuchillo sin vaina
Sus ojos, pálido ópalo
perfecto cuerpo imperfecto
"furtivarse" (escaparse de clase)

Mi cachico:

La besé.
–¿Por qué hiciste eso?
Porque te amo. El amor, ya sabes, da derecho aunque parezca torcido.
Parecía que iba a abofetearme y fue lo que hizo: ¡Sas! Sonó a zas con zeta.
–¿Por qué hiciste eso?
–Porque creo que te quiero y no quiero.
Se acercó a mí y, créanlo o no, me besó. Me separé de ella.
–Entonces, ¿por qué me besas?
–Porque quiero.
Me sonrió.
–Quiero y no quiero. Ése es el problema. –Pero por primera vez me callé a tiempo y, como una suerte de recompensa por mi silencio, me volvió a besar. Ella en silencio también. Sólo se oían los besos.
–Cobarde –le susurré.
–¿Cobarde? ¿Yo? ¡Ja! Déjame que me ría.
–Eres cobarde.
Pero no se rió.
–Déjame decirte –dijo– que anoche te he salvado la vida.
–¿Ah, sí?
–Ah, no. Óyelo bien –era una de sus frases favoritas sacadas del espíritu de nación que ella encarnaba tan bien–. Que soy menor.
Si hay inversiones en su discurso es porque esto que están leyendo es una versión, no una diversión. Ella salió de lo vernáculo para espetarme una pregunta que era una respuesta.
–¿Quién es cobarde ahora?
Ella me miró de abajo arriba como si me mirara de arriba abajo.
–O tú eres un tonto. O te haces el tonto, que es peor. ¿No te das cuenta de que no tengo dieciséis?

GUILLERMO CABRERA INFANTE

Cuba (Gibara, 1929 - Londres, 2005).

Escritor, periodista y crítico de cine. En 1941 se traslada con su familia a La Habana y allí empieza a escribir, por lo que abandona sus estudios de Medicina y comienza a trabajar en diversos oficios, ingresando en 1950 en la Escuela de Periodismo de Cuba.

En 1951 funda la Cinemateca de Cuba junto a Néstor Almendros y Tomás Gutiérrez Alea, y lo dirige hasta 1956. Trabaja como crítico de cine con el seudónimo de G. Caín desde 1954, en el semanario Carteles, del que tres años más tarde es redactor-jefe. En 1959, tras el cambio político en Cuba, se le nombra director del Consejo Nacional de Cultura y, a la vez, subdirector del diario Revolución. Poco después es director del magazine cultural cubano Lunes de revolución, desde su fundación hasta su clausura en 1961.

Durante el primer gobierno de Fidel Castro (1962-1965) es enviado a Bruselas como agregado cultural y también como encargado de negocios, pero sus discordancias con el nuevo gobierno llegan a su punto máximo en 1968, cuando concede una entrevista a la revista argentina Primera Plana criticando al régimen cubano; esto provoca una fuerte reacción en Cuba que le lleva a abandonar su cargo diplomático. Pasa una temporada en Madrid y, más tarde, pide asilo político en Inglaterra donde se nacionaliza, fijando su residencia en Londres.

El conjunto de su obra es una especie de "collage" de La Habana prerrevolucionaria, además de una síntesis de la ideología del autor; considera que el compromiso no es indispensable para hacer una literatura crítica y que, en ciertas condiciones, el goce estético sirve también para cuestionar los poderes establecidos.

El erotismo está presente en toda su obra, pero siempre "en función de la parodia y de la risa, cosa que un autor erótico no haría nunca", según dice él mismo. Siendo el cine lo que le atrae e impulsa al comienzo su actividad cultural y periodística, marcha a Hollywood y se convierte en el primer escritor latinoamericano guionista, con títulos como Punto de fuga y Wonderwall. Ejerce también como profesor en las universidades de Virginia y de West Virginia y conferenciante en otras universidades americanas, como la de Oklahoma.

Sus libros Tres tristes tigres (1964), Premio Biblioteca Breve de Novela 1964, Vista del amanecer en el trópico (1974), La Habana para un infante difunto (1979), La ninfa inconstante (2008), sus memorias Cuerpos divinos (2010) y otros son ya parte de la historia de la literatura en lengua castellana.

En 1997 recibió el Premio Cervantes.

(Más información: Wikipedia, epdlp, lecturalia)

YO, EL JURADO de Mickey Spillane

Traducción: Antonio Samons
Edición, 2004
Editorial: El País
Páginas: 235

Esta novela de Mickey Spillane se publico en 1947.

Jack Williams, el mejor amigo de Mike Hammer y a quien éste le debe la vida, ha sido brutalmente asesinado. Hammer, ante el cadáver de Williams, hace el solemne juramento de encontrar al autor del homicidio y de tomarse la justicia por su mano, puesto que no confía en que el sistema judicial estadounidense imponga el castigo que él pretende infligir. Sin embargo, el camino hacia su objetivo final no será nada fácil, ya que lo que se esconde tras el asesinato de Williams parece ser más complejo y peligroso de lo previsto.

Con Yo, el jurado Mickey Spillane presentó en sociedad a Mike Hammer, uno de los personajes más famosos y políticamente incorrectos de la historia del género policíaco, el cual, a pesar de las polémicas que ha levantado a lo largo de su vida literaria, ha sabido siempre conectar fácilmente con el gran público, como lo demuestran las cifras millonarias de ventas de sus novelas y el hecho de haber sido llevado en diversas ocasiones a la gran pantalla y a la televisión.

LEIDO por.... Andrés:

Para cubrir un hueco entre un libro terminado y la tertulia, se me ocurrió leer este libro que, por su temática ligera, creí adecuado. Lo tenía en mi lista de pendientes y si localizo cual fue la causa de incluirlo, tendré que borrar todos los que tengan este mismo origen.

Nada más empezar el libro, cuando su protagonista, Mike Hammer, da los primeros pasos, nos damos cuenta que estamos ante el típico detective americano, matón, machista, cursi, rijoso y chulo, lo cual hizo que pasara a serme antipático.

¡Habían sido tan gratos aquellos momentos de reposo junto a mi amor, sobre la hierba!”, ¿Es admisible una cursilada como esta en una novela policiaca?

Además, la trama me ha parecido simplona, con el defecto de que la muerte de los sucesivos sospechosos nos hace sospechar de verdadero asesino antes de lo conveniente.

Sólo en tener que rellenar un corto espacio de tiempo explica que la terminara.

MICKEY SPILLANE

EEUU (Brooklyn, New York, 1918, Carolina del Sur, 2006)

Su verdadero nombre era Frank Morrison Spillane. Se inició en la literatura escribiendo comics, combinando su pasión con otros trabajos más prosaicos como instructor en el ejército. Entre sus haberes se encuentra haber sido el creador de los guiones de personajes como el Capitán América o el Capitán Marvel, y, en la novela, de Mike Hammer, siendo uno de los representantes más significativos del pulp. Estudió también en la Universidad de Kansas.

Su primera novela, en la que apareció Hammer, fue Yo, el jurado, en 1946. Las necesidades económicas después del fin de la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de ventas de los comics fue lo que le impulsó a crear esta primera obra. De las cincuenta y tres que escribió, varias fueron llevadas al cine o a la televisión.

A pesar de las duras críticas que recibió en sus inicios por el contenido violento de sus personajes, con posterioridad fue reconocido como uno de los más destacados autores de novela negra del siglo XX.

(Más información: Wikipedia en inglés, lecturalia)

¡INDIGNAOS! de Stéphane Hessel

Traducción: Telmo Moreno Lanaspa
Edición, 2011
Editorial: Destino
Páginas: 60

Este libro de Stéphane Hessel se publicó en Francia en el 2010 y en su versión española ha sido prologado por José Luis Sanpedro.

Un alegato contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica. El libro que ha despertado la conciencia de más de un millón de franceses.

¡Indignaos! Ha despertado un insólito fenómeno de lectura en Francia, donde ha vendido más de un millón de ejemplares y lleva tres meses en las listas de ventas. En pocas y contundentes páginas, Stéphane Hessel invita sobre todo a los jóvenes a desperezarse y a cambiar la indiferencia por una indignación activa, por la «insurrección pacífica». Hessel logró sobrevivir a la tortura y la deportación en el campo de concentración de Buchenwald y, en 1948, formó parte del equipo internacional redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hoy, a sus 93 años este venerable veterano de la Resistencia ha contagiado su mensaje de esperanza y de rebeldía a millones de lectores a los que invita a «no claudicar ni dejarse impresionar por la dictadura actual de los mercados financieros que amenaza la paz y la democracia», porque «ya es hora de que la preocupación por la ética, por la justicia, por el equilibro duradero prevalezcan».

Para Stéphane Hessel «el motivo fundamental de la Resistencia fue la indignación». Es cierto que las razones para indignarse del mundo actual pueden parecer menos nítidas que en tiempos del nazismo. Pero «buscad y encontraréis»: la creciente distancia entre los muy ricos y los muy pobres, el estado del planeta, el tratamiento a los inmigrantes y los gitanos, la carrera del «siempre más», de la competitividad, la dictadura de los mercados financieros e incluso la liquidación de aquello que consiguió la Resistencia -jubilación, Seguridad Social...-. Para ser eficaz es necesario, hoy igual que ayer, actuar en red: Attac, Amnistía, la Federación Internacional de Derechos Humanos... son la demostración. En consecuencia, podemos creer a Stéphane Hessel y pisarle los talones cuando apela a una «insurrección pacífica».

Un auténtico manifiesto, con proclamas breves, contundentes y de valor universal, que llegan a amplios sectores de nuestra sociedad.

LEIDO por.... Andrés:

Me regalaron el libro y lo leí porque era delgado. Había leído de él y nunca me atrajo, quizá porque me encuentro en una edad en que es difícil que me indigne leyendo un libro, no así cuando me toca directamente.

Y no andaba descaminado, porque los temas que trata o me pillan lejos o son tratados someramente. No se si cumplirá la finalidad que se propone, ayudar a los jóvenes a indignarse.

Por la cifra de ventas en Francia, debe de haber acertado a tocar la fibra de los franceses.

(Publico este añadido el 20 de mayo: Me alegra saber que otras personas no han sido insensibles al mensaje de este libro, quizá sin haberlo leido, pero está claro que su mensaje ha contagiado a cuantos se manifiestan estos días en casi todas las ciudades del España al grito de ¡DEMOCRACIA REAL YA!. José Luis Sanpedro y sus mensajes, aquí uno, no se ha mantenido al margen)

STÉPHANE HESSEL

Alemania (Berlín, 1917)

Vive desde los siete años en París.

En 1939, recién iniciados sus estudios superiores, es movilizado. Dos años después, se une a la Resistencia y, en Londres, se incorpora a la Francia Libre del general De Gaulle. Apresado por la Gestapo en 1944, escapa de una muerte segura en Buchenwald al cambiar su identidad por la de otro preso.

Tras la guerra, convertido en diplomático, Hessel colabora con las Naciones Unidas y, en 1948, forma parte del equipo redactor de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. En 1977 ocupa el puesto de embajador de Francia ante la ONU en Ginebra. Defensor de la causa palestina, en los últimos años ha viajado varias veces a Gaza para denunciar la situación de la franja.

Ha obtenido relevancia con su libro ¡Indignaos!

(Más información: Wikipedia, Wikipedia en inglés)

UN MOMENTO DE DESCANSO de Antonio Orejudo

Edición, 2011
Editorial: Tusquet
Páginas: 241

Esta novela de Antonio Orejudo se publico en el 2011.

Como un fantasma del pasado, Arturo Cifuentes reaparece un día en la vida del narrador Antonio Orejudo. Cifuentes es un viejo amigo de la facultad, con el que Orejudo compartió casa en Nueva York, cuando ambos encontraron sus primeros trabajos en Estados Unidos, y al que suponía ya establecido en aquel país. Han pasado diecisiete años desde la última vez que se vieron, Cifuentes se ha divorciado y ha regresado a España para ocupar un puesto en la facultad donde estudiaron. Y tiene mucho que contar: las relaciones con su hijo adolescente, la crisis de su matrimonio, su infausta peripecia profesional y, sobre todo, su desencanto profundo con las humanidades. El narrador, que recapitula también sus experiencias determinantes de aquellos años, no sospecha, sin embargo, que su viejo amigo quiere proponerle algo de más calado, que les afecta a ambos: desenmascarar a los farsantes, descubrir las raíces de una vieja y permanente conspiración.

Un momento de descanso es un ejercicio portentoso, por momentos hilarante, por momentos amargo, pero siempre lúcido y afilado, sobre el desmoronamiento de las certezas. También es una potente maquinaria fabuladora que desautomatiza con ironía algunos motivos narrativos, desde la crisis familiar o la recuperación de la memoria, hasta la autoficción. Orejudo revalida, con esta su cuarta novela, que es uno de los narradores más deslumbrantes, divertidos e insoslayables de su generación.

LEIDO por.... Andrés:

Había leido buenas referencias de Antonio Orejudo y el libro no pintaba mal.

Un juego de realidad y ficción, donde el narrador se llama como el autor, Antonio Orejudo, y ha publicado incluso las mismas obras 145, permitiendo a alguno de los personajes alguna alabanza sobre éstas. Quizá éste sea el mayor mérito de la novela, esta mixtura. Aunque esta mezcla hace que la realidad que quiere criticar el autor, la universidad que aparece a lo largo de todo el libro, por ejemplo, se confunda con la ficción y cuando ésta llega a su desaforado desmadre, el lector no sabe si es un reflejo crítico de la realidad o un fruto más de la imaginación del autor.

De la universidad nos dice:
  • Una clase magistral no debía basarse tanto en la transmisión de información o conocimiento cuanto en el deslumbramiento del público. Para aprender ya estaban los libros
  • No es que los alumnos perdieran el tiempo con él;seguro que algo aprendían, pero eso no era nunca su prioridad
  • Cuanto antes se granjeara uno la simpatía del lobby homosexual y del feminista, tan poderoso y presentes en las instituciones, mejor
  • Al contrario de lo que le sucede a la mayoría de profesores universitarios, a Desmoines le gustaba la enseñanza

Parece que sobran o no se entiende muy bien que pintan en la novela, dos partes, los experimentos con TMS y sus consiguientes alucinaciones y el paso de Edgar por el cine porno

Aún cuando la reseña de la editorial dice que por momentos es hilarante, no me lo ha parecido tanto. Tiene momentos de humor, pero solo en una ocasión me brotó una risa abierta. Resulta simpática la retórica de las grandes superficies, las asignaturas de la High School o la coleccionista de glandes, pero poco más me ha parecido a mí.

Tiene una forma especial de escribir los diálogos, para los que tendemos a perdernos:
"Dice ¿qué llamadas?
Digo es igual. No quiero demandaros.
Dice entonces qué quieres.
Digo quiero que me expliques qué me está pasando."

Mi cachico:

No pasó un solo día sin que Castillejo publicara la noticia de una pequeña irregularidad o denuncia de una corruptela. Colgó un vídeo, filmado con cámara oculta, donde se veía dar clase a Virgilio, parapetado tras la mesa del profesor, y leyendo en voz alta unos papeles:

- Miguel de Cervantes Saavedra, entre paréntesis: mil quinientos cuarenta y siete, guión, mil seiscientos dieciséis, cierra paréntesis; nació en Alcalá de Henares, coma, ciudad universitaria cercana a Madrid, punto y seguido. Su fecundidad literaria, coma, su profundo don de observación, coma, su hondo concepto de la vida y la riqueza de sus descripciones hacen de su obra una joya de la literatura de todos los tiempos y de todos los pueblos, punto y seguido.

- ¿Puede repetir?

- ¿Desde dónde?

- Desde joya.

- Una joya de la literatura de todos los tiempos y de todos los pueblos, punto y seguido. ¿Está?

- Sí.

Y ahí el vídeo se cortaba

ANTONIO OREJUDO

España (Madrid, 1963)

Doctor en filología hispánica, durante siete años fue profesor de literatura española en diferentes universidades de Estados Unidos. En la actualidad es profesor titular en la Universidad de Almería, y ha pasado un año como investigador invitado en la Universidad de Ámsterdam.

Es autor, además de Un momento de descanso (2011), de tres novelas: Fabulosas narraciones por historias (1996), Premio Tigre Juan en 1997; Ventajas de viajar en tren (2000) y Reconstrucción (2005). Esta última, traducida a varios idiomas, fue saludada en su versión alemana como «la novedad editorial española más imponente del año», según el Frankfurter Allgemeine Zeitung.


(Más información: Wikipedia, Lecturalia)

PRIMERA MEMORIA de Ana María Matute

Edición, 2009
Editorial: RBA
Páginas: 214


Novela de Ana María Matute, publicada en 1959 y con la que obtuvo el premio Nadal el mismo año de su publicación.

Con la guerra civil, "lejana y próxima a un tiempo, quizá más temida por invisible", como telón de fondo, Primera memoria narra el paso de la niñez a la adolescencia de Matia y su primo Borja. Los dos viven en casa de su abuela en un mundo insular ingenuo y misterioso a la vez. A través de la visión particularísima de la muchacha -sin madre y con el padre desaparecido- asistimos a su despertar a la adolescencia, cuando, roto el caparazón de la niñez, ciega y asombra, y hasta a veces duele, el fuerte resplandor de la realidad. Una intensa galería de personajes constituye el contrapunto de su vertiginosa sucesión de sensaciones. Y es que, en unos meses, Matia descubrirá muchas cosas sobre "la oscura vida de los personajes mayores". Melancólica elegía de la perversión de la inocencia.

Primera memoria aúna imágenes como espadas y una desgarrada inflexión poética y es junto con Paraiso inhabitado, sin lugar a dudas, una de las mejores novelas de Ana María Matute.


LEIDO por.... Andrés:

Magnífica novela, pura literatura, escrita para deleitar, más allá de la historia que nos cuenta. Novela de iniciación, de paso a la vida de adulto, que me ha recordado a Función en el colegio de Orio Vergani.

El ambiente isleño, muy bien creado por la autora, sometido al mar, rudo, aislado y lejano, casi al resguardo de una guerra que solo a ramalazos se vislumbra y que alberga una sociedad dividida en dos: nosotros y ellos, tanto en la sociedad de los adultos como entre los jóvenes de la isla y donde se posicionan los distintos personajes, unos más claramente que otros,

Personajes de una pieza:
  1. Matia, la narradora, con su inseparable muñeco negro Gorogó, huérfana de madre y casi de padre, “hombre sin principios” en boca de su abuela (“el recuerdo […] sólo llegaba, acaso, en el eco de su voz”), nos relata su vida en casa de su abuela, en una isla sin definir. Asistimos al abandono de su vida de niña y al descubrir de los secretos de los adultos
  2. Su primo Borja: ladrón, “guapo y suave”, redomado pillo, parecía una mujerzuela, gran farsante, con su soberbio y duro corazón, un pequeño Pilatos, manipulador , malvado.
  3. Su abuela, doña Práxedes: Cacique, con vista porcina, “la bestia”, “pesada como un rinoceronte”, “mole redonda y negra”, Machista (la belleza “es lo único que sirve a una mujer, sí no tiene dinero”), “redondos ojos de lechuza
  4. Lauro, el chino, preceptor de los chicos y blanco de sus burlas.
  5. Tía Emilia: “No era bonita pero si muy suave, y solía estar distraída o ensimismada, como si siempre se preguntase alguna cosa que la mantenía en su continuo asombro”, casada con un coronel que “«puede mandar fusilar a quien le parezca»”, “es como un fantasma” que bebe coñac y guarda un secreto.
  6. El tío Jorge, una figura que pulula de manera etérea desde el principio de la novela y que va tomando cuerpo según avanza ésta, hasta tomar importancia en su desenlace. “«Ese hombre, ese viento, loco y salvaje»”, vive fuera del mundo de la abuela y casi del de la isla
  7. Manuel, 16 años, de una familia chueta, contrapunto a todo el mundo de su abuela, representa todo lo contrario: “La puerta del huerto, quemada por la sal y el viento, estaba siempre abierta (al contrario que en nuestra casa, donde todo permanecía obstinadamente cerrado, como oculto, como guardando celosamente la sombra). En cambio, en la casa de Manuel el sol entraba por todos los agujeros, de un modo insólito, casi angustioso”. Y quizá por esto son perseguidos por el mundo de la abuela, su padre asesinado, su pozo con un perro muerto. Es uno de “ellos” y con el que se identifica la protagonista: Matia resulta impresionada cuando conoce a Manuel: “En aquella siesta de la tierra, en el momento en que un perro muerto infectaba el agua de un pozo, era yo, solamente yo, sin comprender cómo, en un deslumbramiento desconocido (sólo posible a los indefensos catorce años)
El odio entre ellos y nosotros está siempre presente “alimentaba como una gran raíz el vivir del pueblo”, y “estallaba en medio del silencio, como el sol, como un ojo congestionado y sangriento a través de la bruma

En esta novela de Matute se aprecia el uso intensivo del paréntesis, que también utiliza en Los hijos muertos (publicada el año anterior), pero que casi desaparece en sus últimas obras, Olvidado rey Gudú por ejemplo.

Señalar la relevancia que el sol ocupa en el relato. El sol, en mil formas, siempre presente, gris, rabioso, feroz y maligno, furioso, rojo, verde, rubí, hiriente, alto, redondo, maduro, pleno, cálido, tardio, frío, pálido y resplandeciente

Los judíos han formado parte de la historia de Mallorca y aquí ocupan un lugar importante, “desde la plazuela donde quemaban a los judíos ” , “«Era de ver cómo prendían en el juego sus carnes, cómo las llamas lamían sus entrañas; cómo se rasgaba su vientre en dos, de arriba abajo, con un brillo demoníaco, y...», decía el libro que Borja encontró en la habitación del abuelo. Explicaba cómo ardían vivos los judíos. Aquella era la misma plaza donde ocurrieron, siglos atrás, aquellas escenas. ” Hogueras que los chicos repetían en sus riñas, sin saberlo.
LOS CHUETAS: Conforman un grupo social de la isla de Mallorca, descendientes de una parte de los judíos mallorquines conversos al cristianismo y de los cuales, a lo largo de la historia, se ha conservado conciencia colectiva de su origen, por ser portadores de alguno de los apellidos, de linaje converso, afectado por las condenas inquisitoriales por cripto-judaísmo en el último cuarto del siglo XVII, o por estar estrechamente emparentados con ellos. Históricamente han sido estigmatizados y segregados, por lo cual, y hasta la primera mitad del siglo XX, han practicado una estricta endogamia. Hoy en día, entre 18.000 y 20.000 personas en la isla son portadoras de alguno de estos apellidos.

Finalizado el periodo republicano, muchos fueron víctimas de la represión franquista, pero también otros muchos dieron apoyo a la rebelión militar; aunque parece que al principio de la Guerra Civil y más tarde hacia los años 40, a instancia de la Falange y del gobierno de la Alemania nazi, se hicieron listas y encuestas para un eventual control de los chuetas a los cuales se consideraba vinculados a los judíos europeos y para preparar su eventual deportación a campos de exterminio. Se atribuye al Obispo Miralles la encomienda de un informe que incrementó en gran manera el número de afectados hasta una cantidad inasumible, con el fin de evitar las actuaciones
Los apellidos considerados chuetas son: Aguiló, Bonnín, Cortès, Fortesa/Forteza, Fuster, Martí, Miró, Picó, Pinya/Piña, Pomar, Segura, Tarongí, Valentí, Valleriola y Valls.

Algunas palabras o expresiones que me han gustado, han sido:
preguntó, como un mordisco
“su oreja, como un caracol de cera
con el aire que empujaba la melena de las hogueras
veía su oreja ambarina cubierta por una suave pelusa, como una caracola a la que sentía el deseo de acercar mi propia oreja, para oír su mar
Era un dolor sin gastar
En el enorme paladar de Santa María había algo como un solemne batir de alas

Palabras recuperadas:
son las nueve dadas
No me gustan las contemplaciones

ANA MARÍA MATUTE

España (Barcelona, 1925)

Es una de las autoras españolas más importantes de la literatura contemporánea, galardonada con los premios más importantes del panorama literario como el Cervantes (2010), el Nacional de las Letras (2007), el Planeta (1954) o el Nadal (1959).

Académica de la Real Academia de la Española de la Lengua, Matute ha destacado en dos apartados. Por un lado tenemos su narrativa en la que trata la posguerra española con un estilo muy personal con el que logra acercarnos a la realidad política y social de la época, pero con recursos propios de la literatura maravillosa. A este periodo corresponde la trilogía de Los Mercaderes o Pequeño Teatro, escrito con 17 años y con el que ganaría, en 1954, el Premio Planeta.

Por otro hay que hacer hincapié en su labor dentro de la literatura infantil y juvenil, campo en el que ha desarrollado alguna de sus mejores obras, siendo reconocida con el Premio Lazarillo o el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil.

Matute comenzó su carrera literaria muy joven, llegando a ser finalista con Los Abel del Nadal en 1947, con sólo 24 años. Su producción ha sido irregular en el tiempo con grandes paréntesis de inactividad. No es especialmente prolífica pero su obra se alarga por más de cincuenta años tanto en novela como en relato, donde también ha brillado especialmente. Estre sus novelas destacan Primera memoria (1959), premio Nadal el mismo año de su publicación, Los hijos muertos (1958), Premio Nacional de Narrativa de España en 1959, Olvidado Rey Gudú (1996) y Paraiso inhabitado (2008).

Traducida a más de 23 idiomas, Ana María Matute es considerada una de las escritoras en español más internacional y es una conferenciante habitual en universidades e instituciones educativas, tanto en Europa como en América Latina y Estados Unidos.

(Más información: Wikipedia, Club Cultura, Escritoras)

LOS PRINCIPES VALIENTES de Javier Pérez Andujar

Edición, 2007
Editorial: Tusquet
Páginas: 232

Esta novela de Javier Pérez Andujar se publicó en 2007

El río Besós en el extrarradio de Barcelona, el teniente Colombo, la colección de tebeos Joyas Literarias Juveniles, la Esfinge de los Hielos de Julio Verne..., este libro es una esplendorosa evocación, cargada de humor, emoción y abierta poesía, de un lugar y de una infancia: una ciudad del cinturón industrial barcelonés en los años setenta y una familia de inmigrantes. Pero es a la vez un vibrante relato de iniciación a la literatura a partir de elementos en apariencia de aluvión, como los tebeos, las series de televisión, los libros de quiosco o las adaptaciones de los clásicos. Compinchado con su amigo Ruiz de Hita, con el que comparte secretos y lecturas, el narrador recrea las clases de un profesor ex legionario, la pandilla de la escuela, los domingos con su tío Ginés –prototipo del pícaro–, los relatos de una madre que le hablan de un pasado rural para él mitificado, la turbadora presencia de la señora Umbelina, mujer pública, o una noche de Navidad que tuvo algo de fin de una época.

En el horizonte se dibujan siempre las torres del tendido eléctrico, las chimeneas de la central térmica, el puente de la autopista y, sobre todo, el río, omnipresente, con su simbología y carga totémica. Pero lejos de ser los testigos de un tiempo inclemente, el de finales del franquismo, todos ellos configuran el escenario mitificado de las lecturas de la infancia. Hasta que el propio narrador descubra también su condición de clase, el compromiso político de sus mayores, y se proponga, a través de la escritura, que el heroísmo de los príncipes valientes no quede enterrado en la despedida de la infancia.

Dotada de una invisible estructura interna de recurrencias y asociaciones que avanzan imparables, Los príncipes valientes es una magnífica primera novela, original y envolvente, con un final conmovedor, en la que se configura una inesperada cosmogonía de personajes, objetos y escenarios que sólo la literatura, haciendo arqueología del presente, logra salvar del olvido.

LEIDO por.... Andrés:

Cerramos con este autor, trás Ricardo Menéndez Salmón, Isaac Rosa yPablo Sánchez, mi ciclo sobre las recomendaciones de los profesores Jordi Gracia y Domingo Ródenas del artículo de El País.

Buen libro de este autor que no conocía y que, curiosamente, también ronda sobre la literatura, aunque en este caso sobre lectores. El narrador, en primera persona, nos habla de la vida juvenil de un lector de libros y tebeos, futuro escritor por vocación forjada a la largo de la novela.

Escrito en un tiempo verbal que no se como se llamará, “camino del colegio me va a salir...” que da la sensación de que el pasado que no relata es futuro por hacer.

Asistimos al madurar del protagonista junto a su íntimo amigo Ruiz de Hita “que cada libro que lee lo lee por todos los que no ha leído”, que a caballo entre la sacristía, las clases del admirado maestro Don Antonio y la calle, descubre “que la soledad nos hace valientes y que la adversidad nos hace más verdaderos”, se alegra de su cambio de pelado, “del estilo Marcelino pan y vino al estilo el Santo, con la raya a un lado” y nos desvela sus relaciones familiares.

Lectores acérrimos ambos, “los libros nos van a fascinar, más que por la épica de lo que cuentan, por lo sugerente de alguna palabra encontrada al azar, por el lirismo de su olor a tinta, por la porosidad lunar de su piel, por un detalle de impresión en una sobrecubierta o por lo fascinante de un dibujo” (esto último lo deja claro sin lugar a dudas)
En el viaje en el tiempo que nos propone el autor, nosotros hacemos nuestro particular viaje a la nostalgia, a través de los tebeos, sobre todo El Principe Valiente, los libros ilustrados, personajes inolvidables de las series de televisión de detectives, Colombo, Kojak, McCloud, Cannon, sobre todo Colombo, y los libros leídos en nuestra juventud, sobre todo Julio Verne, al progreso de aquellos años, simbolizado en la frase “«uy, eso ya no se hace»” y sin sentirlo te vas encontrando con la realidad social del franquismo de entonces (me ha surgido sorpresivo el “candidato por el tercio familiar”).

Leyendo el libro de sugerencias, me cuesta no imaginarse las portadas y las ilustraciones de los libros de mi juventud.

Mi cachico:

Mi padre nos regalará a mis hermanas y a mí en esos días nuestra máquina de escribir, que será una máquina portátil quizá para advertirnos de que las palabras también lo son, o a lo mejor para recordarnos que los movedizos somos nosotros en manos de las palabras, y que las palabras nos transportan de un sitio a otro, como se lleva un carrito o una maleta. Con la escritura de la máquina de escribir, con la probatura y el improvisar una palabra letra a letra, me daré cuenta de que no voy a ser consciente de lo que pienso hasta que no lo escribo, o hasta que no lo veo escrito, y lo leo, y así tengo desde entonces la impresión de que ni siquiera llevo las palabras al papel de una manera compulsiva, sino que son las palabras las que tiran de mí, las que me llevan de un lado a otro del papel y del pensamiento según se les antoja



JAVIER PÉREZ ANDUJAR

España (Sant Adrià de Besòs, Barcelona, 1965)

Es licenciado en filología hispánica por la Universidad de Barcelona.

Colaborador en los programas literarios Saló de Lectura (Barcelona TV) y L’Hora del Lector (en la televisión autonómica de Cataluña), ha sido redactor jefe de la revista Taifa, articulista ocasional del fanzine Mondo Bruto y cofundador de http://ladyfilstrup.blogspot.com/. En la actualidad escribe crónicas para El País.

Autor de Catalanes todos. Las 15 visitas de Franco a Cataluña (2002), Salvador Dalí. A la conquista de lo irracional (2003), Los principes valientes (2007) y Todo lo que se llevó el diablo (2010), ha editado y dirigido la antología de los relatos de terror Vosotros los que leéis aún estáis entre los vivos (2005).


Su última ¿novela?, publicada en 2011, ha sido Paseos con mi madre y en ella regresa a los mismos escenarios años más tarde para rescatar, mediante la literatura, las historias silenciadas de barrios y trasbarrios de las afueras.


(Más información: Wikipedia, Lecturalia)

CAJA NEGRA de Pablo Sánchez

Edición, 2005
Editorial: Lengua de trapo
Páginas: 254

Esta novela de Pablo Sánchez se publico en el 2005.

Tras su exitosa primera novela, Indicios del caos, el celebrado Raúl Garay recibe una denuncia por plagio del desconocido autor de una obra publicada con bastante anterioridad: La fosa común. Ante su asombro e impotencia, el aclamado escritor (¿plagiario?) ve derrumbarse su carrera en beneficio de la de su rival, y las vidas de ambos se entrecruzan, quizá para siempre, en una batalla personal que encierra formas tan aparentemente coincidentes como irreconciliables de entender el mundo. Una batalla que es, además de literaria y judicial, la de dos fuertes egos, y a la que no serán ajenos la lujuria, la política y los diversos modos que la vanidad humana encuentra para manifestarse.La creación de un personaje tremendamente egocéntrico, astuto e inteligente, a través de una voz habituada a caer en el exceso verbal y cargada de sabiduría y soberbia, hace de la lectura de esta novela un placer inesperado e intenso.

Pablo Sánchez se convirtió en la revelación de la temporada con su primera novela, una de las más interesantes y frescas que han llegado al lector español en los últimos años.

LEIDO por.... Andrés:

Antes que nada, decir que he visto un anuncio de un libro que dice: «La novela que te cambiará la vida». Desde luego, si leyéramos todas las novelas que recurren a ese eslogan, no sabríamos ni quienes somos ni a donde vamos.

Leyendo esta novela, que casualmente trata temas relacionados con escritores y literatura, me encuentro que Javier Marias, magnífico como escritor y cascarrabias como persona, según traslucen sus artículos de prensa, en una entrevista publicada en Babelia, dice: “En realidad me irritan bastante las novelas que hablan de escritores, que hablan de libros o que son metaliterarias”. Bueno, pues siento disentir de él. A mi me han gustado últimamente la de Isaac Rosa y esta.

Si en la de Rosa uno de los narradores era el propio autor de la novela, en esta, el protagonista y narrador es un autor de una única novela, Indicios del Caos, el que nos va contando su vida, marcada de manera dramática por una acusación de plagio y que llega a elegir como seudónimo el nombre del autor, “Firmo el libro con el seudónimo más corriente que se me ocurre: Pablo Sánchez López

El título hace referencia a, según dice el protagonista, a “un truco narrativo de mi novela que celebraron especialmente los críticos” y que también aparece en la supuesta novela plagiada.

El autor, con innumerables menciones a autores consagrados y múltiples referencias literarias a lo largo de toda la novela:
  • Tampoco funciona la fórmula que repito una y otra vez para mis adentros: «Gide rechazó el manuscrito de Proust». Lógico: yo también lo hubiera rechazado
  • hago falsas traducciones del inglés al catalán sin leer la versión original y aprovechando la anterior traducción española
  • no escribo nunca el 28 de marzo, porque ese día nació Mario Vargas Llosa
  • Ha citado a Borges: «Mi carne puede tener miedo; yo no». El final de «Deutsches Requiem», de El Aleph
  • el memo de Unamuno
  • Baltasar Porcel, el inminente premio Nobel catalán
nos cuenta, fundamentalmente, el enfrentamiento entre plagiado y plagiador, sin que sepamos quien es quien. Para ello utiliza algunas imágenes de las nuevas tecnologías, “entonces siento, como todos, un terrible bloqueo y llega el fundido en negro de la pantalla”, “copia de seguridad de mi propia vida” o referencias al virus Anti-Telefónica, y un humor muy afinado:
  • Para mí, como para Franco, el año no tiene ninguna gracia
  • Pero lo peor es que me asustan las vaginas. Alguien me confirma que están rodeadas de pelos
  • "soy un ateo forzado al voto de castidad" , para luego añadir “Lo juro por Dios, claro. Es decir, lo juro por nada
  • Batasuna me pone en su lista negra, y no sé muy bien por qué (quizá porque estuve una vez en un restaurante vasco y no pagué todos los pinchos); de cualquier modo, yo los pongo a ellos en la mía
  • ¿Mi ocupación preferida? Periodista deportivo: pocas horas de trabajo y escaso desgaste neuronal” (cobre todo en la preparación de las entrevistas)
  • entre mis multiples incapacidades está la de nadar (y no lo pienso remediar, porque siempre hay que tener a mano un técnica de suicidio)
  • «Nadie puede creerse una Cataluña tan violenta como usted plantea; no hay delincuentes que hablen en catalán»
  • al exceso de trabajo (justificación del todo increible teniendo en cuenta que se trataba de un profesor de universidad española)

Resumiendo, una novela que me ha gustado, que se lee muy bien y a la que le sobra el test de Proust y le falta un mejor final.

Mi cachico:

1998: Conozco de cerca una historia totalmente inverosímil que duplica su interés por el hecho de ser cierta. Uno de mis viejos amigos del bachillerato tenía desde siempre un grano bastante notable en la espalda, justo encima de alguna de las vértebras inferiores. De vez en cuando -nadie se ve tan a menudo la espalda- se lo miraba con cierta curiosidad y decía en broma que tenía forma de clítoris. Su mayor problema surgió por culpa de un clítoris real: la novia con la que llevaba trece años saliendo tuvo la ocurrencia de abandonarlo por otro. Seis meses después él contempló, por pura casualidad higiénica, su seudoclítoris en el espejo: tenía un aspecto distinto, más fálico por grande, pero sospechosamente negruzco. No tardó mucho en ir al médico, y tampoco tardó mucho en morir de cáncer. Yo saqué mi conclusión de la historia: murió por falta de amor. Piénsenlo un momento: murió porque no tenía un otro que le mirara la espalda desnuda. Y es que para cosas de ese tipo el amor es realmente útil.

1999: Se me sigue muriendo la gente.
La muerte es hereditaria, dice la greguería. Yo la actualizaría un poco: el cáncer es hereditario.
Pobre Gómez de la Serna. Él también está muerto

PABLO SÁNCHEZ

España (Barcelona, 1970)

Es doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Barcelona y durante varios años fue profesor de literatura en México. Actualmente trabaja como investigador en la Universidad de Sevilla y estudia las relaciones entre literatura e ideología de los años 60.

Ha sido ganador de premios como el Lengua de trapo con su novela Caja negra (2005) o el Premio de Novela Francisco Casavella 2010 con El alquiler del mundo (2010).

Además, Sánchez ha publicado numerosos artículos sobre la situación de la narrativa latinoamericana, sobre todo en revistas especializadas.

(Más información: Editorial Lengua de trapo)

VENTAJAS DE VIAJAR EN TREN de Antonio Orejudo

Edición, 2001
Editorial: Círculo de lectores
Páginas: 140

Esta estupenda novela de Antonio Orejudo se publicó en el 2000.

La agente literaria Helga Pato tiene que internar a su marido en un sanatorio. A la vuelta conoce a un individuo que dice ser psiquiatra y que se lanza a perorar sobre sus pacientes. Así da comienzo una sucesión de acontecimientos y personajes extraordinarios, enigmáticos y disparatados.

LEIDO por.... Andrés:

Después de leer Un momento de descanso me quedé un poco frustrado, así que busqué reseñas de libros de Antonio Orejudo y encontré que éste que nos ocupa ahora era considerado uno de los mejores, así que me decidí por éste.

Y no me equivoqué. Se trata de una estupenda loca novela corta, de locos para locos (por la literatura). Anterior a Un momento de descanso, diez años las separan, y para mi bastante mejor. Aun dentro de la temática, el humor que destila me ha gustado más.

Se lee muy bien y aunque los cambios en la narración nos despistan durante una carilla escasa, esto añade un plus a una narración que parece fruto de un momento de locura del autor He disfrutado mucho leyéndola.

Algunas de las narraciones de los pacientes son muy buenas, no exentas de crítica social.

Me encuentro una forma de narrar los diálogos, afortunádamente no todos, que dificulta su lectura y que es innecesario (en algunas novelas si que vendría bien):
Me señala un sillón y me dice:
—En aquella butaca leía yo las cartas de mi hermano.
Digo:
—Ah.
Dice:
—Mi padre, en cambio, las leía bajo esa ventana, sentado en esa silla de ruedas.
Digo:
—Ah.”
que aparece, un poco suavizado, en Un momento de descanso, como ya reflejé.

Dejaremos un tiempo y habrá que volver a leer a Orejudo.

Mi cachico:

El problema de Helga Pato con las personas era que confundía a los narradores con los autores y a éstos algunas veces con los personajes. En su caso no puede decirse que se tratara de una lectora inocente o inadvertida, sino todo lo contrario; cuando conoció a W en la Feria del Libro de Frankfurt era ya una veterana estudiante de doctorado a punto de terminar una polémica refutación de la autoría colectiva en la épica medieval. Se suponía que una lectora tan curtida como ella debía establecer de modo mecánico y sin dificultad una distinción tan básica. Y sin embargo no fue capaz; se coló. Cuando lo de Frankfurt W era ya un célebre escritor muy leído por la izquierda. Helga Pato lo admiraba y se acercó a su stand, para pedirle una dedicatoria. Él inmediatamente percibió bajo sus pantalones unas ingles poderosas, y en vez de la dedicatoria escribió una dirección. Ella creyó que en ese momento comenzaba una novela de amor que trataba de una chica que decidía anular una beca de postgrado y abandonar la refutación de la autoría colectiva de la épica medieval para irse a vivir con su autor favorito al último piso de un rascacielos en el centro de Madrid. Ella tenía veintinueve años y él cincuenta y dos. Ella creyó que se casaba con su autor favorito, pero en realidad se había enamorado del narrador, y se casó con un personaje