sábado, 29 de mayo de 2010

EN NADAR-DOS-PÁJAROS de Flann O'Brien

Traductor: José Manuel Álvarez Flórez

En Nadar-dos-pájaros es un libro tan sorprendente y original como su propio título: tan incomprensible para el lector español como lo es para el inglés. Esta novela está considerada una de las obras maestras de la narrativa del siglo xx y quien se adentre en ella se encontrará con el maravilloso mundo de Flann O’Brien... Es literatura en estado puro. Una sátira, una comedia, una farsa, un truco de magia, un birlibriloque narrativo... todo eso, y más, es esta novela.
Es difícil intentar describir lo que es esta novela de novelas de novelas de novelas... O’Brien juega con el lector y con la literatura, asume su condición (como escritor) de creador de verdades, de mago que convierte lo irreal en real, la mentira en verdad, lo falso en auténtico, lo novelado en verdadero, para confundirnos en su papel de dios sobre lo creado, lo muerto, lo contado y lo callado.

La escritora irlandesa Edna O’Brien afirmó que “junto con Joyce y Beckett constituye nuestra trinidad de los grandes escritores irlandeses, pero es más cercano y divertido”; el novelista británico Anthony Burgess, en The best in English since 1939, seleccionó En Nadar-dos-pájaros como uno de los más complejos relatos de habla inglesa junto a Finnegan’s wake de Joyce. Joyce mismo dijo que O’Brien era “un verdadero escritor, con verdadero espíritu cómico. Un libro realmente divertido”. Pero el mejor comentario pertenece al poeta galés Dylan Thomas: “Justo el libro que uno puede regalar a una hermana, si ella es una chica borracha, sucia y mal hablada”.


LEIDO por.... Andrés:

Había leído El tercer policía, para algunos su mejor obra, pero las reseñas que había visto de En nadar-dos-pájaros me dejaron con un regusto de la buena cena a la que le falta un buen postre, o quizá un segundo plato, ya que Crónica de Dalkey también promete. Además, como ninguna de mis hermanas es borracha, sucia y mal hablada, no me quedó más remedio que regalármelo.

Novela compleja, donde se desarrollan historias contadas dentro de historias, de una imaginación desbordante, con diálogos y argumento endiablados, que a veces puede confundirnos un poco, pero no por ello disfrutar menos con su lectura.

Su forma de contar, con un peculiar uso del lenguaje, que trae recuerdos de otros tiempos, junto con sus “Reminiscencia Biográfica”, ”Nombre de figura retórica”, “Fragmento de prensa” y otros epígrafes, nos ayudan a movernos en estos intrincados mundos de ficción paralela, que a veces se entrelazan, para que podamos leer la novela con verdadero deleite.

Todo aderezado con un humor muy curioso, que no se si será el típico irlandés, como por ejemplo:

"Hemos de mencionar que el señor Tracy logró, tras seis abortos desconcertantes, que su propia esposa diese a luz un español de mediana edad que no viviría luego más de seis semanas. El novelista, que era hombre a quien los celos llevaban a extremos ridículos, insistió en que su mujer y el recién nacido ocupasen camas separadas y utilizasen el curto de baño en momentos distintos.”

Hacía tiempo que no me reía tanto con un libro, sorprendido con las ideas del autor. Sin duda este libro lo leyeron Terry Gillian y sus compañeros de Monty Python.


Y en este contexto lúdico se permite plantear una nueva forma de hacer novelas, donde “Los personajes deberían poder intercambiarse de libro a libro” “Se evitarían explicaciones fatigosas y se impediría eficazmente que charlatanes, escaladores y gentes de educación inferior pudiesen entender la literatura contemporánea.”

Desabróchense los cinturones y láncense a este psicodélico viaje interliterario.

Mi cachico:
Esto es lo que dice el protagonista principal de la novela, respecto de la novela que está escribiendo:
Nota sobre una Dificultad Constructiva o Argumental: La tarea de exponer y describir el nacimiento del vástago ilegítimo del señor Trellis (escritor de un nivel de ficción, con una de sus personajes de la novela que está escribiendo) me pareció una tarea preñada de obstáculos y dificultades de un carácter técnico, constructivo o literario... hasta tal punto que la consideré, en último término, algo completamente fuera de mi alcance. Hago esta última aclaración después de tomar la decisión de prescindir de un pasaje que alcanzaba la extensión de once páginas y que abordaba la llegada del hijo y su triste diálogo con su debilitada madre sobre el tema de su padre, siendo dicho pasaje, según opinión general, una pieza de mediocridad indudable.

Sirvió sin embargo el pasaje para provocar una serie de discusiones con amigos y conocidos sobre el tema de la esto-psico-eugenesia y el caos general que se produciría si todos los autores decidiesen seducir a su personajes femeninos y trajesen con ello al mundo una progenie de carácter cuasi-ilusorio.

FLANN O'BRIEN


Irlanda (Strabane, 1911 - Dublín, 1966)
De nombre Brian O'Nolan, es uno de los mejores escritores irlandés. En su familia se hablaba gaélico, pero su padre le enseñó también inglés y lo instruyó personalmente hasta la edad de doce años, cuando la familia se instaló definitivamente en Dublín, lo cual le permitió estudiar en una escuela. Cursó estudios en el University College de Dublín (en la zona católica). Durante dieciocho años trabajó como funcionario estatal.

Su primera novela, At Swim-Two-Birds (En Nadar-dos-pájaros, 1939), tiene estructura de metanovela, y combina el experimentalismo al estilo de Joyce con las leyendas célticas, el "nonsense" de Carroll, la novela de aventuras, la novela realista y una sólida vena humorística. Fue apreciado por un reducido grupo de críticos, y obtuvo el aplauso de J. Joyce, pero tuvo escaso éxito entre el gran público.
Escribió una novela cómica sobre las contradicciones de los irlandeses, An Béal Bocht (1941), traducida al inglés en 1973 por Patrick Power con el título de The Poor Mouth (y, posteriormente, al castellano: La boca pobre). Escribió varias comedias y obras de un solo acto para la televisión (Faustus Kelly, The Insect Play, Thirst), consolidando su fama en Irlanda.
La siguiente de sus novelas, El tercer policía, escrita en 1940, fue publicada de manera póstuma en 1967. Con un idioma de ductilidad singular esta obra, ambientada en la Irlanda rural contemporánea, dibuja magistralmente un mundo a medias real y a medias irreal, que parte de los elementos más corrientes de la vida cotidiana, como un policía en bicicleta, y los vincula con un trasfondo demoníaco, donde el tiempo se vuelve circular y sin sentido. La novela consigue, a través de delicadas transiciones, un efecto humorístico y a la vez claustrofóbico, muy propio de la narrativa irlandesa del siglo XX, que aúna en muchos de sus autores la más estricta transparencia coloquial con un impulso simbólico, vagamente religioso y al mismo tiempo absurdo.
En 1964 escribió The Dalkey Archive (Crónica de Dalkey), en la que se encuentran muchos elementos de El tercer policía, pero a pesar de las ofertas, no quiso nunca publicarla. La novela se publicó póstumamente, y está considerada como su obra maestra. Es la historia de un hombre que ve cómo se desintegran todas las certidumbres empíricas y científicas a través de una serie de aventuras cómicas o absurdas. El interés creciente de la crítica por su obra tiende a convertirle en uno de los mayores escritores irlandeses del siglo XX.
En el libro El canon occidental, del famoso crítico literario Harold Bloom, aparecen El Tercer Policía y Crónica de Dalkey como dos de las obras más importantes de la literatura en lengua inglesa.

viernes, 28 de mayo de 2010

LOS HERMOSOS AÑOS DEL CASTIGO de Fleur Jaeggy

Traductora: Juana Bignozzi.
Editorial Tusquet

Esta novela de Fleur Jaeggy fue publicada en 1989.

Estamos en un internado femenino en el cantón más retrógrado de Suiza, el Appenzell, en los lugares por los que paseaba el escritor suicida Robert Walser. En él respiramos una densa atmósfera de cautiverio, sensualidad inconfesada, demencia. Llega una «nueva» : es hermosa, severa, perfecta, parece haberlo vivido todo. La protagonista —otra alumna del colegio— se siente irremediablemente atraída por esa figura enigmática, que le deja entrever algo a la vez sereno y terrible.

El estilo límpido y terso, la sagacidad de las reflexiones más sutiles, la intensidad de esta historia implacable hacen vibrar una cuerda secreta, la que se oculta en ese colegio imaginario que permanece, transfigurado, en nuestra memoria. Y nos dejan trastocados por una infrecuente emoción, entre el desconcierto, la atracción y el temor, como si en el centro de un jardín bien cuidado viéramos desatarse una vorágine… No en vano escribe la protagonista : «Hay como una exaltación, leve pero constante, en los años del castigo, en los hermosos años del castigo».

LEIDO por... Andrés:


Una reseña de un periódico en la cual Joseph Brodsky, Premio Nobel de Literatura, decía de Fleur Jaeggy que «se lee en unas cuatro horas y se recuerda, al igual que a la autora, toda la vida» me llevó a leer el libro de relatos El temor del cielo, que no me entusiasmaron, los relatos no son mi especialidad. Pero algo debí de encontrar porque a continuación leí esta magnífica novela que nos ocupa, que si me ha encandilado.

Relata la vida de la protagonista, sin pasado y sin secretos, en unos internados para chicas de nivel alto en Suiza, donde la protagonista encuentra un castigo muy personal, fruto, no de las condiciones de vida que le imponen, sino de su relación con un mundo del que siente excluida, con el medio mundo femenino a que se limita su existencia, sin relación emocional que la sustente. Todo su entorno le parece negativo, sus compañeras, de las que en un momento dice “Eran todas iguales, todas detestables, mezquinas.”, el colegio, “en el colegio no puede hablarse de género humano”, sus padres separados, una madre fría y lejana , que dirige su vida, un padre más presente, pero igualmente distante (gélido reencuentro cuando deja el colegio). Su desajuste personal la impiden abordar con equilibrio la relación que tanto le cuesta establecer con Frédérique, eje de la novela, y que luego ella misma echa a perder.

Con una preciosa prosa, frases muy cortas, concisas, dura muchas veces, seguimos los mejores años de la protagonista en los colegios, con una rara tristeza que impregna todo el relato, su búsqueda de un cariño y admiración que tanto le cuesta encontrar y que tan fácil le resulta destruir cuando lo alcanza. Parece incapacitada para encontrar el amor, aún cuando llega su madurez.

Un libro para empezar a leer con tiempo suficiente para poder leerlo de una sentada, no es necesario mucho pues son 117 páginas con letra grande, y que así nos empape la profundidad del relato.

Merece la pena destacar:

La belleza del título, que aparece en el texto de la novela:
«Hay como una exaltación, leve pero constante, en los años del castigo, en los hermosos años del castigo», que ya anticipa como vivencia la protagonista su estancia en los colegios durante su infancia y adolescencia.

El aire Pesimista y a veces lúgubre, que recorre todo el libro
En la juventud se anida el retrato de la vejez, y en la alegría el agotamiento, como en algunos recién nacidos en los que parece reconocerse al anciano que acaba de dejar la vida.
De la fuente, como de una horca, colgaban aros de plata
La alegría es difícil de soportar
El vestido de Micheline... tan adecuado para el baile … y para su jergón de muerte”
“la señorita más joven, tenía mi edad, se había ahorcado con la cortina de flores y hojas, en su cuarto.
Siendo muy significativa la frase “En la habitación solo faltaba una cuerda”, cuando describe la habitación de Frederike

Dura en sus calificaciones y Visión negativa de casi todas las personas:
Su compañera de habitación, de la que no recuerda el nombre, cuando era pequeña era un “bulto con cofia y cintas”. “Su sonrisa, frágil e idiota
Otra compañera de años: “un objeto de placer
Frédérique: “no tenía humanidad”, “una nihilista sin pasión, con su risa gratuita, patibularia”, “Era violenta”, “no valora su vida
De las compañeras: “Eran todas iguales, todas detestables, mezquinas.
Profesor: “parecía masticar el último bocado de juventud que le quedaba. Marchitado antes de tiempo
Del marido de la Directora:”El ya nada tenía delante
Salvo Mecheline “la belga riente y alegre

Visión tremenda de la educación:
En educación se aprende a agradecer con una sonrisa. Una sonrisa maldita. De alguna manera hay una fisonomía de morgue en los rostros de las maestras”.
En los colegios, al menos en los que estuve, se prolongaba, casi hasta la demencia, una infancia senil”..
en el colegio no puede hablarse de género humano
Los educadores parecen poseer rencor, un rencor a flor de piel y en el tono de voz, un rencor, nos atreveríamos a decir, casi hacia la humanidad en general. Y a lo mejor, gracias a ese rencor, ellos, los educadores, son en esencia buenos educadores
Un colegio es como un haren
Un último colegio arrasó mis diecisiete años
para terminar con: “El colegio convertido en una clínica para ciegos.

Subyace una gran tensión sexual en las relaciones entre alumnas, nunca explícita:
Un día encontré en mi casillero una carta de amor, era de una niña , de una niña de años que me pedía convertirse en mi protegida, formar pareja conmigo
Por los senderos se veía a niñitas que iban de la mano y reían, 'hacían de amigas', hacían de amantes
Le conté que hacía unos años, siempre en el colegio, una muchacha se había metido en mi cama
pero sobre todo en su relación con Frédérique, donde su imposibilidad de amor y contacto físico es manifiesto.
Todavía hoy no logro expresar con palabras que me había enamorado de Frédérique” ,
Han pasado tantos años y aún vuelvo a ver su rostro, un rostro que he buscado en otras mujeres” , “podría admitir que estaba enamorada
Nunca se habló de cosas personales, de nuestra familia”.
ni nos atrevíamos a tocarnos ni a darnos un beso. Horror. Tal vez perturbadas por el deseo
Me declaré, declaré mi amor

La novela está llena de sugerentes imágenes poéticas:
con la sonrisa hundida en la gordura
con pedantería angélica
Su caligrafía dormía en las paredes de papel como una lápida
Su traje oscuro había pasado muchas estaciones
El armario, el querido y pequeño depósito de cadáveres de nuestros pensamientos
claror nocturno de los dormitorios
parecía masticar el último bocado de juventud que le quedaba
una vetusta infancia” y “una infancia senil”..

Como dice la protagonista, “el mundo está dividido en dos, masculino y femenino” y los representantes de mundo másculino son bastantes significativos de como ella lo ve:
Sr. Hofstetter: flaco, pequeño y tímido. débil de carácter
Profesor de gimnasia: “Era un hombre seco, con arrugas precoces y la boca estrecha; parecía masticar el último bocado de juventud que le quedaba. “
Es curioso que en los colegios donde he estado hubiera penuria de hombres en los alrededores. O viejos o locos o guardias.
Estaban el patituerto, dos pálidos hombres...”

Terminar diciendo que los hechos sobre el autor Walser son reales.

FLEUR JAEGGY

Suiza (Zurich, 1940)

Nació en Zurich, Alemania, en 1940, si bien ha residido más de treinta años en Italia, y escribe en italiano a pesar de haberse criado en colegios suizos donde se le educaba en alemán. Se trasladó de Roma a Milán en 1968, año en el que publicó su primera novela, Il dito in bocca. Debido a su reticencia para hablar de su vida privada (además, odia ser fotografiada), se sabe muy poco de su vida, si bien se reconocen tintes autobiográficos en sus novelas. Con su obra Los hermosos años del castigo fue Premio Bagutta 1990 y Premio Bocaccio Europa en 1994. Jaeggy está casada con Roberto Calasso, ensayista , novelista y dueño de la editorial Adelphi. Conocida también como traductora (ha traducido a autores como Thomas de Quincey o Marcel Schwob, autores sobre los que también ha escrito ensayo), ha creado letras para el músico Franco Battiato (Hiver, Le Aquile). Su prosa se caracteriza por su frialdad, precisión y sobriedad, y ha sido definida por muchos críticos como una escritura donde prima “lo ausente”, es decir, cobra mayor importancia lo que no se dice que lo que se dice.

Autora traducida a diversas lenguas, ha publicado también las novelas Proleterka (Premio Vailate Alderigo Sala 2001, Premio Donna Città di Roma 2001, Premio Viareggio 2002 y elegido libro del año en 2003 por el Times Literary Supplement), el volumen de relatos El temor del cielo (Premio Moravia 1994) y El ángel de la guarda, la novela con la que, ya en 1974, de dio a conocer en lengua española, a Fleur Jaeggy. Desde entonces la autora, con su depurado estilo y huyendo de todo convencionalismo, ha alcanzado el prestigio literario de los autores de culto en todos los países donde ha sido publicada.

(Más información: Wikipedia, Lecturalia, Tusquet Editores)

lunes, 24 de mayo de 2010

LA NOCHE DE LOS TIEMPOS de Antonio Muñoz Molina



Un día de finales de octubre de 1936 el arquitecto español Ignacio Abel llega a la estación de Pennsylvania, última etapa de un largo viaje desde que escapó de España, vía Francia, dejando atrás a su esposa e hijos, incomunicados tras uno de los múltiples frentes de un país ya quebrado por la guerra. Durante el viaje recuerda la historia de amor clandestino con la mujer de su vida y la crispación social y el desconcierto previo que precedieron al estallido del conflicto fraticida.

LEIDO por.... Andrés:

Me ha gustado todo lo que he leído de Muñoz Molina (Ardor guerrero, El dueño del secreto, El invierno en Lisboa y Sefarad) y tenía pendiente la lectura de El jinete Polaco, pero cuando apareció la reseña de este libro decidí no esperar y me lo compré.

Libro de prosa barroca, con frases largas, a veces larguísimas, y párrafos que abarcas algunas carillas, que obligan a una atención adicional para poder disfrutar de este subyugante libro.

Los pensamientos de Ignacio Abel durante su viaje hacia Rhineberg permiten al autor, en múltiples analepsis (flashback) intercaladas entre sí, realizar sucesivas aproximaciones a un mismo acontecimiento o suceso; la primera apenas un ligero esbozo de lo sucedido, para en las siguientes ir descubriendo más detalles de la verdad de los meses que abarca la novela, repitiendo pasajes de su vida, con nuevos aspectos y sucesos, que como si fueran brochazos sucesivos van dando nitidez a lo sucedido, y así transmitirnos, no solo los avatares de los protagonistas o la triste historia del profesor Rossman y de su hija, sino los tiempos patéticos y convulsos del Madrid a caballo de 1936.

Buena novela, que nos permite disfrutar durante muchas horas de pausada lectura, y que nos ofrece un realista vistazo a la vida del Madrid de la época, magnífico el relato del tránsito de Abel por Madrid la tarde y noche del 19 de julio, para cerrarla con una sutil venganza por la cobardía del protagonista.

Mi cachico:
“Ve lo que ellos no sabrán imaginar nunca: las caras grisáceas de los muertos en los descampados, en los desmontes de la Ciudad Universitaria, junto a las tapias del Museo de Ciencias Naturales, en la acera de la calle Príncipe de Vergara, junto al portal de su casas, bajo las mismas arboledas del Botánico en las que unos meses atrás se citaba con Judit Biely, en cualquier cuneta de las afueras de Madrid: los muertos tan diversos y tan singulares como los vivos, congelados en un gesto último como el que atrapa el fogonazo de una fotografía, y sin embargo poco a poco despojados de su individualidad, conservando tan sólo su condición genérica, viejos o jóvenes, hombres o mujeres, adultos o niños, gordos o flacos, oficinistas o burgueses o simples desgraciados, con zapatos o con alpargatas, con huecos de dientes perdidos o de dientes de oro arrancados por los ladrones que madrugaban para expoliar los cadáveres, algunos con las gafas todavía puestas, con las manos atadas o con las manos y los brazos abiertos y desconyuntados como los de un muñeco, con una colilla en la esquina de la boca, con un churro que algún bromista les había puesto entro los dientes, con el pelo erizado como por el pánico o en el desorden del que acaba de levantarse de la cama o con el pelo planchado de brillantina; muertos en pijama, muertos en camiseta, muertos con corbata y cuello duro, muertos con los párpados apretados o con los ojos abiertos, algunos con las mandíbulas distendidas como una carcajada, otros con una especie de sonrisa sonámbula, muertos caídos boca arriba o con la cara hincada en el suelo o echados a un lado y con las piernas encogidas, con un solo agujero en la nuca o con el tórax abierto por los disparos, muertos caídos en un charco de sangre o tan limpiamente como si un rayo o un ataque al corazón los hubiera fulminado, muertos con los vientres tan hinchados como los cadáveres de burros o de mulos, muertos solos o amontonados los unos sobre los otros, muertos irreprochablemente limpios o con los pantalones manchados de orines y de mierda y con vómitos secos sobre las camisas, todos iguales entre sí tan sólo en la grisura opaca de la piel: muertos desconocidos, fotografiados de frente y de perfil, clasificados en los registros de la Dirección General de Seguridad, donde un fotógrafo y su ayudante llegaban cada tarde para pegar en las grandes hojas de cartulina las fotos recién reveladas, las que habían tomado desde el amanecer por los descampados de Madrid.”

ANTONIO MUÑOZ MOLINA

España (Úbeda, 1956)

Escritor español, nació en Úbeda. Miembro de la RAE, está considerado como uno de los mejores novelistas en lengua castellana de los últimos años.

En 1986 publicó su primera novela, Beatus Ille, aunque el reconocimiento le llegaría con el Premio de la Crítica por El invierno en Lisboa (1987), obra que también recibió el Nacional de Literatura.

Beltenebros (1989) dio a conocer a Muñoz Molina al gran público gracias, sobre todo, a la adaptación cinematográfica que realizó Pilar Miró en 1991. En Beltenebros se aprecia con claridad la influencia del género negro en la obra del autor. En ese mismo año también ganó el Premio Planeta por El jinete polaco, lo que supuso el espaldarazo definitivo a su carrera literaria.

En 1997 publicó Plenilunio, obra que también fue llevada al cine en el año 2000 por Imanol Uribe.

El autor ha recibido distintos premios además de los mencionados, como el Ícaro, el Crisol o el Euskadi de plata.

En 1995 fue elegido académico de número de la Real Academia Española.

La noche de los tiempos (2009) es su obra más recientes.

(Más información: Wikipedia, El poder de la palabra, El País, Página personal)

jueves, 6 de mayo de 2010

FUNCIÓN EN EL COLEGIO de Orio Vergani

Traductor: Ángel M. Bécquer

Esta novela de Orio Vergani se publicó en 1942

Mario está a punto de cumplir quince años y nunca se ha enamorado. Huérfano de padre y madre, vive con su tío, un hombre arisco y extremadamente ahorrador que no pega ojo por las noches porque está convencido, y con razón, de que Mario aprovecha sus despistes para robarle unas monedas del bolsillo. Su vida transcurre entre el colegio, su panda de amigos, los deberes de latín y, muy de vez en cuando, algún cigarrillo clandestino. Pero su mundo infantil se verá reducido a cenizas cuando, aun a regañadientes, se haga amigo de Giorgio, el hijo del ricachón del pueblo, arrogante y antipático. En especial cuando, una tarde lluviosa, arrastre a Mario a la función anual de teatro de las Ursulinas, el colegio al que acuden todas las hijas de buena familia. Allí sucederá lo inesperado: el amor, su primer amor, lo sacudirá de pies a cabeza y cambiará su vida por completo.


Narrada, por momentos, con un lirismo cautivador, Función en el colegio es la historia de Mario y de su descubrimiento de la vida, pero también del nuestro: un espejo en el que recordar las ilusiones y derrotas que marcaron nuestros pasos hacia el incomprensible mundo de los adultos.

LEIDO por.... Andrés

Leí una reseña en elcultural.es en donde Francisco Rico dice de esta novela de Orio Vergani: “Una novela de amor —de un primer amor adolescente y remoto—, para leer y releer a lo largo de toda la vida. Una pequeña obra maestra.” y como siento una especial predilección por la libros sobre adolescentes y su mundo, me animé a leerlo.

Novela de iniciación, social y sexual, de un joven en la Italia de principios del Siglo XX, donde se manejan de forma curiosa las simetrías, en las localizaciones, en la casa de Giorgio, al inicio y al final; en el carnaval, motivo de charla al principio y por fin su disfrute y en los disfraces, de la pareja protagonista. Asistimos a la maduración de Mario, desde un final tardío de su infancia hasta su inicio en la adolescencia, inicios al sexo que hoy nos despiertan una sonrisa por su candidez. Resulta curioso el comparar esos jóvenes de 15 años con los de nuestros tiempos. Entonces el sexo, ese desconocido, donde lo máximo era coleccionar dibujos de mujeres desnudas, y ahora tan presente en la vida de nuestros niños, cada vez a una edad más temprana.

Tiene un final de buena novela de suspense, con carrera de los protagonistas incluida.

Me ha gustado mucho, pero yo no la calificaría de pequeña obra maestra, pero claro, doctores tiene ...

Mi cachico:

“Una, cuyo blanco escote olía a muguete, ha mirado los ojos de Mario con una mirada rápida, que a él le ha parecido interminable. Mario no ha tenido nunca unos ojos de mujer tan cerca de los suyos y le han parecido dilatados y deslumbrantes como un chispazo, obligándole a bajar la vista. Cuando ha vuelto a mirar, tras un segundo de timidez, la señora ya había pasado y ahora saludaba a una amigo lejano y se reía vete a saber de qué. La sensación de calor no le abandona y parece que se le ha metido en las venas, como si el perfume de muguete que sigue oliendo le invadiera, como si pudiera sentirlo en las manos, como si hubiera penetrado, más que en su memoria, en todo su cuerpo.”

ORIO VERGANI

Italia (Milán, 1898-1960)

Fue escritor, dramaturgo y periodista, además de uno de los fundadores del fotoperiodismo europeo. Atento observador de los acontecimientos de la primera mitad del siglo XX, se calcula que escribió cerca de veinte mil artículos a lo largo de su vida. Colaboró en el Corriere della Sera durante treinta y cuatro años, donde fue una firma indispensable en editoriales, crítica teatral y páginas deportivas.

Procedente de una familia con larga tradición artística y discípulo predilecto de Luigi Pirandello, inició su carrera como crítico para diferentes suplementos literarios. Repartió siempre su talento entre el periodismo y la narrativa, en un primer momento más próxima al realismo mágico y acercándose después al naturalismo. En 1926 fundó el primer premio literario de Italia en el restaurante Bagutta, y él mismo recibió años después el premio dell’Accademia d’Italia por Función en el colegio.

(Más información: Wikipedia, en italiano)


domingo, 2 de mayo de 2010

LOS BUDDENBROOK de Thomas Mann

Traducción: Isabel García Adánez.

Es la primera novela del escritor alemán Thomas Mann, publicada en 1901, cuando su autor tenía solo veinticinco años. La novela tuvo un éxito rotundo, y en 1929 ya se habían vendido más de 185.000 ejemplares solo en ediciones en lengua alemana. El Premio Nobel a Mann en dicho año le fue concedido, en palabras del jurado, "principalmente por su gran novela, Los Buddenbrook".

Fue escrita tras su período de formación en Italia. En ella narra magistralmente la historia de las sucesivas generaciones de una familia de la alta burguesía de Lübeck, su ciudad natal, hasta la muerte del último heredero en 1876; desde el más brillante esplendor hasta la más desgarradora decadencia.

LEIDO por.... Andrés

De Thomas Mann había leído con anterioridad Muerte en Venecia, hace bastantes años y mis recuerdos ya no se si provienen del libro o de la magnífica película de Visconti, y La Montaña mágica, más recientemente. Ambos libros me parecieron magníficos y la lectura del que hoy nos ocupa la tenía como una tarea pendiente.

A lo largo de sus 800 páginas asistimos a los avatares de la familia Buddenbrook, seguimos el lento “proceso de desintegración, de descomposición” de esta familia de comerciantes de Alemania y aunque su forma de vida nos pueda resultar hoy distante, no deja de interesarnos, debido sobre todo a la forma de contar de Mann.

Mientras leía este libro se publicó el artículo de Rosa Montero "Las páginas tediosas de 'La Montaña Mágica'", al que hacía mención en otra entrada y justo es decir que Los Buddenbrook no necesita del mismo consejo. Libro menos profundo el que ahora nos ocupa y de más fácil lectura, escrito para que lo disfrutemos en largas y tranquilas sentadas, sin recurrir a sucesos escabrosos o violentos a que nos tienen acostumbrados actualmente. Historias en una sociedad donde el éxito social, asociado al éxito comercial, es casi lo único importante y donde uno de los personajes más importantes piensa que “el hombre que no se educa en el dolor nunca deja de ser niño”, no dejando apenas cabida al espíritu artístico.

Especialmente bueno el capítulo sobre las visicitudes escolares del pequeño Hanno, el último Buddenbrook, ligado a una tímida aparición de algo que en Muerte en Venecia será central, la homosexualidad.
La casa de los Buddenbrook en Lübeck
Mi cachico:
Un asombroso relato de un orgasmo...

“¡Una dicha sin fin, una satisfacción de una dulzura desbordante!¡La paz!¡La serenidad!¡El reino de los Cielos!.... Aún no...,¡aún no!Un instante más de dilación, de espera, de tensión, pues ha de hacerse del todo insoportable para que la liberación resulte tanto más deliciosa....Un último, ultísimo momento de ese imperioso y angustioso anhelo, de esa ansia de todo el cuerpo, de ese deseo refrenado hasta la crispación más extrema; deseo que, a pesar de todo, aún se niega a cumplirse y a traer la liberación, porque sabe algo fundamental: la felicidad sólo dura un instante....El cuerpo de Hanno se elevó lentamente, sus ojos se tornaron gigantescos, sus labios apretados comenzaron a temblar, como también las tiernas aletas de su nariz al tomar aire entrecortadamente...., y luego ya no hubo forma de contener el estallido de placer. Llegó, se apoderó de él y él ya no opuso resistencia alguna. Sus músculos se relajaron y, exhausto, su cabeza cayó sobre un hombro, sus ojos se cerraron y una sonrisa de infinita beatitud, lánguida hasta lo doliente, se dibujó en sus labios, mientras el violín seguía …...”

musical de un niño de ocho años tocando el piano junto a su madre, al violín, delante de toda su familia.

THOMAS MANN

Alemania (Lubeck, 1875- Zurich,1955)
Paul Thomas Mann nació el 6 de junio de 1875 en Lubeck (Alemania), en el seno de una familia dedicada al comercio.
Cuando en el año 1891 falleció su padre, Thomas Johann Heinrich Mann, el futuro escritor se trasladó a Munich con su madre, la brasileña Julia Da Silva-Bruhns, y sus hermanos (entre los que se encontraba Heinrich, que también se dedicaría a la literatura). En Munich, Thomas trabajó en una compañía de seguros antes de dedicarse plenamente a la literatura.
Sus primeras publicaciones fueron en la revista de corte satírico "Simplicissimus". Trabajó como crítico literario ("Consideraciones De Un Apolítico"; 1918), publicando diversos artículos y relatos cortos en diferentes revistas.
En el año 1905 contrajo matrimonio con Katia Pringsherim, hija del matemático judío Alfred Pringsherim. El matrimonio fue feliz y tuvo seis hijos, entre ellos los escritores Klaus y Erika Mann, y el historiador literario Golo Mann.
Después del fallecimiento de Thomas Mann y la lectura de su diario, se comprobó las tendencias bisexuales del escritor germano, quien matuvo varias relaciones platónicas con hombres, en especial su compañero de clase Armin Manters y el pintor Paul Ehrenberg, quien rechazó sus ofertas sexuales.
Su obra, influenciada por el pensamiento de Schopenhauer, tiene como clave la confrontación del individuo con su entorno, estableciendo con sus textos un análisis sobre la colectividad de su tiempo y un miramiento al artista en su contexto vital.
Su primera novela importante fue Los Buddenbrook (1901), a la que siguieron títulos imprescindibles como Tonio Kroger (1903), Muerte en Venecia (1912), La montaña mágica (1924), Carlota en Weimar (1939) o Doctor Faustus (1947). También escribió una obra de teatro titulada Fiorenza (1906). En el año 1929 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
Con el ascenso al poder en Alemania del partido nazi liderado por Adolf Hitler, Thomas Mann decidió marcharse de su país, despojándosele de su nacionalidad alemana.
Tras pasar por Suiza, terminó residiendo en los Estados Unidos, en donde trabajó como profesor de la Universidad de Princeton. Consiguió la nacionalidad estadounidense en el año 1944.
Con posterioridad se trasladó a Zurich, en donde falleció el 12 de agosto de 1955. Tenía 80 años.


(Más información: Wikipedia, en alemán)