jueves, 6 de mayo de 2010

FUNCIÓN EN EL COLEGIO de Orio Vergani

Traductor: Ángel M. Bécquer

Esta novela de Orio Vergani se publicó en 1942

Mario está a punto de cumplir quince años y nunca se ha enamorado. Huérfano de padre y madre, vive con su tío, un hombre arisco y extremadamente ahorrador que no pega ojo por las noches porque está convencido, y con razón, de que Mario aprovecha sus despistes para robarle unas monedas del bolsillo. Su vida transcurre entre el colegio, su panda de amigos, los deberes de latín y, muy de vez en cuando, algún cigarrillo clandestino. Pero su mundo infantil se verá reducido a cenizas cuando, aun a regañadientes, se haga amigo de Giorgio, el hijo del ricachón del pueblo, arrogante y antipático. En especial cuando, una tarde lluviosa, arrastre a Mario a la función anual de teatro de las Ursulinas, el colegio al que acuden todas las hijas de buena familia. Allí sucederá lo inesperado: el amor, su primer amor, lo sacudirá de pies a cabeza y cambiará su vida por completo.


Narrada, por momentos, con un lirismo cautivador, Función en el colegio es la historia de Mario y de su descubrimiento de la vida, pero también del nuestro: un espejo en el que recordar las ilusiones y derrotas que marcaron nuestros pasos hacia el incomprensible mundo de los adultos.

LEIDO por.... Andrés

Leí una reseña en elcultural.es en donde Francisco Rico dice de esta novela de Orio Vergani: “Una novela de amor —de un primer amor adolescente y remoto—, para leer y releer a lo largo de toda la vida. Una pequeña obra maestra.” y como siento una especial predilección por la libros sobre adolescentes y su mundo, me animé a leerlo.

Novela de iniciación, social y sexual, de un joven en la Italia de principios del Siglo XX, donde se manejan de forma curiosa las simetrías, en las localizaciones, en la casa de Giorgio, al inicio y al final; en el carnaval, motivo de charla al principio y por fin su disfrute y en los disfraces, de la pareja protagonista. Asistimos a la maduración de Mario, desde un final tardío de su infancia hasta su inicio en la adolescencia, inicios al sexo que hoy nos despiertan una sonrisa por su candidez. Resulta curioso el comparar esos jóvenes de 15 años con los de nuestros tiempos. Entonces el sexo, ese desconocido, donde lo máximo era coleccionar dibujos de mujeres desnudas, y ahora tan presente en la vida de nuestros niños, cada vez a una edad más temprana.

Tiene un final de buena novela de suspense, con carrera de los protagonistas incluida.

Me ha gustado mucho, pero yo no la calificaría de pequeña obra maestra, pero claro, doctores tiene ...

Mi cachico:

“Una, cuyo blanco escote olía a muguete, ha mirado los ojos de Mario con una mirada rápida, que a él le ha parecido interminable. Mario no ha tenido nunca unos ojos de mujer tan cerca de los suyos y le han parecido dilatados y deslumbrantes como un chispazo, obligándole a bajar la vista. Cuando ha vuelto a mirar, tras un segundo de timidez, la señora ya había pasado y ahora saludaba a una amigo lejano y se reía vete a saber de qué. La sensación de calor no le abandona y parece que se le ha metido en las venas, como si el perfume de muguete que sigue oliendo le invadiera, como si pudiera sentirlo en las manos, como si hubiera penetrado, más que en su memoria, en todo su cuerpo.”

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