lunes, 28 de febrero de 2011

ANA KARENINA de Leo Tolstoi

Traducción: Víctor Gallego Ballestero
Edicion, 2010
Editorial: Alba
Páginas: 1002

Esta novela de Leo Tosltoi se publicó por entregas en El Mensajero Ruso a partir de enero de 1875, no apareciendo en forma de libro, y ya completa, hasta 1978.

Ana, esposa del alto funcionario Karenin, se enamora de Vronski, un guapo militar. Ana, embarazada por Vronski, huye con éste a Italia, desafiando así el acatamiento a las convenciones sociales que le exigía su marido. La alta sociedad rusa le da la espalda mientras se le estrecha el cerco que culminará en el suicidio: su marido no quiere concederle el divorcio y se niega a que vea a su hijo. Desesperada, abrumada por los celos, Ana se arroja bajo las ruedas de un tren. Es ésta una de las escenas literarias de mayor intensidad que nos ha sido concedida leer, por lo menos eso dijo Vladimir Nabokov, que sentía por esta novela una pasión similar a la que le movía por la poesía de Pushkin. Nabokov dijo que se trata de «la mejor novela de amor de todos los tiempos».

Cuando Dostoievski, que en nada le iba a la zaga como autor, terminó la lectura de la novela se echó a la calle proclamando a gritos que Tolstói era dios.

Habría que fijarse en el contrapunto obligado: la historia paralela del terrateniente Levin, que se construye una vida familiar armónica en el campo junto a su mujer Ketty, y que percibe en las palabras de los campesinos las premoniciones de los sermones evangélicos. Levin prefigura el último Tolstoi, quizá el menos comprendido.

Si quieres ver en Google la ubicación real de los distintos escenarios de la novela, puedes hacerlo en la página Anna Karenina Map.

LEIDO por.... Andrés:

Hay libros emblemáticos que cada uno de nosotros piensa que no deberíamos de dejar de leer. Entre estos yo siempre he incluido algunos de los escritos por los rusos universales. Y esta novela de Tolstoi junto con otras, con algunas de las cuales ya he cumplido, es de las principales. La excelente acogida que tuvo esta traducción y edición me animó a comprarla.

El famoso inicio de la novela, “Todas las familias felices se parecen; las desdichadas lo son cada una a su modo” ( En ruso: «Все счастливые семьи похожи друг на друга, каждая несчастливая семья несчастлива по-своему»), citada repetidamente en multitud de contextos, es toda una declaración de intenciones. Tres de las cuatro historias de amor de que trata la novela, incluyo el matrimonio de Anna, tienes un desarrollo que no es de felicidad precisamente y la cuarta, la de Levin y Kitty, parece que se complica al final. Pero eso si, cada una a su modo.

He ido últimamente tan en contra de la crítica oficial, que da hasta gusto poder decir a la par con los sesudos críticos, que se trata de una novela magnífica. De las que no hay que perderse. Lectura obligatoria, vamos. He ido recomendándola a todo bicho viviente en el que percibía que tenía cara de saber leer y he averiguado que muchos de ellos ya la habían leído. De lo cual me he alegrado, por ellos, claro, porque tienen la oportunidad de releerla y disfrutarla aún más. Los que no la han leído, ya están tardando.

Este grueso y pesado libro, que cuesta sujetar en según que posturas, se lee con placer, con un discurrir lento y tumultuoso, arrastrado por la forma de contar de Tolstoi, como uno se imagina que es el movimiento de un ancho río por las estepas rusas. Igual de profundo. La séptima parte, con el sufrimiento mental de Anna y su desenlace, me ha parecido especialmente muy bueno.

Que bien retrata Tolstoi el alma humana y que cercanas nos parecen sus descripciones. El ambicioso, por ejemplo: “me parece que tengo ciertas cualidades para la actividad que he elegido, y que si algún día dispongo de cierto poder, ya sea grande o pequeño, estará mejor en mis manos que en la de muchos otros” ¿Quien no ha oído esto multitud de veces?

Por poner un pero al libro, decir que al referirse a una misma persona con dos nombres diferentes, al medio hermano de Levin unas veces le llama Serguéi Ivánovich y otras Kóznishev, dificulta al principio la lectura.

Después de leer La muerte de Ivan Ilich no resulta tan sorprendente que sólo haya un capítulo que tiene título, y que este se llama “La muerte”. Relata la muerte de Nikolái, hermano de Levin.

Resulta curioso comprobar que cada generación piensa que la juventud va perdiendo las buenas costumbres de sus progenitores: “
Era consciente de que en los últimos tiempos las costumbres sociales habían cambiado mucho […] Veía que muchachas de la edad de Kitty organizaban reuniones , acudían a no sé qué cursos, mostraban mayor desenvoltura con los hombres y paseaban solas en coche; muchas no de ellas ya no saludaban con una reverencia y, lo que era aún peor, estaban firmemente convencidas de que la elección de un marido era asunto suyo, no de sus padres


Me ha sorprendido encontrar que ya entonces se usaban remedios que todavía se usaban en mi infancia “
El médico de cabecera le había recetado aceite de hígado de bacalao


Solo una vez, cuando nos relata como el coronel “
Serpujovski besó los frescos y húmedos labios del apuesto sargento y, después de secarse con un pañuelo, se acercó a Vronski”, asistimos al curioso saludo ruso.


Resulta sorprendente la facilidad con que se ruborizaban las mujeres y los hombres. Y con que facilidad se robaban niños y que natural parecía: “Se había divorciado ya de su marido, cuando dio a luz a su primer hijo, que murió poco después del parto. Los familiares de madame Stahl, que conocían su sensibilidad y temían que esa noticia acabara con su vida, sustituyeron al niño muerto por la hija de un cocinero de la corte [que por lo visto no tenía sensibilidad, patrimonio de las clases altas], que había nacido esa misma noche".

Volviendo al tema de la importancia de las traducciones, traigo esta vez una muestra, no de estilo, sino de una opinión sobre las corridas de toros. La traducción de
Víctor Gallego Ballestero, nos muestra un comentario abiertamente en contra: “Los deportes brutales, como el boxeo o las corridas de toros españolas, son una señal de barbarie”, mientras que la única traducción que he encontrado en internet, de traductor desconocido como casi siempre en este medio, es bastantes más ambigua: “El terrible deporte del boxeo o el riesgo que afrontan los toreros españoles podría quizá ser signo de barbarie


Ha sido tres veces llevada al cine, con Greta Garbo en 1935, Vivien Leigh en 1948 y Jacqueline Bisset en 1985,

y una a la televisión con Sophie Marceau en 1997, donde Vorski perdió el bigote (no podría ni atusarse el bigote ni morderse las guías).

Palabras recuperadas:
Billete: Carta breve, mensaje.
Arrebol: 1 Color rojo de las nubes iluminadas por los rayos del Sol. 2 El mismo color en otros objetos y especialmente en el rostro. 3 Colorete.

Palabras sorprendentes:
Plegadera: que definida como «Utensilio de metal, madera, marfil, etc., que se emplea para plegar y cortar papel», en la novela se utiliza para marcar las páginas.

Mi cachico:

Saltó por encima de la zanja como si no existiera. Había volado como un pájaro. Pero en ese mismo instante Vronski notó con horror que, en lugar de seguir el paso del animal, había hecho un movimiento en falso, tan incomprensible como imperdonable, cuando se dejaba caer en el la silla. De pronto su situación cambió, y comprendió que había sucedido algo terrible. Antes de que pudiera explicarse lo que había ocurrido , vio que Majotin le adelantaba como un rayo, montado en su potro alazán de patas blancas. Vronski puso un pie en tierra y la yegua se inclinó sobre ese lado. Apenas tuvo tiempo de retirarlo cuando Fru Fru se desplomó de costado, resoplando penosamente y haciendo vanos intentos por levantarse con su cuello delicado y sudoroso, debatiéndose como un ave herida a los pies de su amo. El torpe movimiento del jinete le había quebrado el espinazo. Pero Vronski no lo supo hasta mucho más tarde. En esos momentos sólo veía que Majotin se alejaba deprisa, y que él estaba allí de pie, solo, tambaleante, en el suelo fangoso y que Fru Fru yacía a su lado, respirando trabajosamente, alargando la cabeza hacia él y mirándole con sus magníficos ojos. Sin comprender aún lo que había sucedido, tiraba de las riendas. La yegua se estremeció de nuevo como un pez, sacudiendo los extremos de las silla, logró levantar las patas delanteras, pero faltaron las fuerzas para erguir la grupa, vaciló y volvió a caer de costado. Con el rostro desfigurado por la cólera, pálido, el mentón tembloroso, Vronski le dio un taconazo en el vientre y tiró una vez más de las riendas. Pero la yegua no se movió, hundió el hocico en la tierra y dirigió a su amo una elocuente mirada.

-¡Ay! -gimió Vronski, llevándose las manos a la cabeza-. ¡Ay! ¡Qué he hecho! -gritó-. ¡He perdido la carrera! ¡Por mi culpa! ¡Qué error tan vergonzoso e imperdonable! ¡Y mi querida yegua! ¡Pobrecita! ¡La he matado! ¡Ah! ¿Que he hecho?

Acudieron varias personas, el médico, el practicante, los oficiales de su regimiento. Con gran disgusto suyo, comprobó que estaba sano y salvo. La yegua se había roto el espinazo, así que decidieron rematarla

viernes, 18 de febrero de 2011

EL OLVIDO QUE SEREMOS de Héctor Abad Faciolince

Edicion, 2010
Editorial: Seix Barral
Páginas: 274

Esta libro de Héctor Abad Faciolince se publicó en el 2005.

El médico Héctor Abad Gómez dedicó sus últimos años, hasta el mismo día en que cayó asesinado en pleno centro de Medellín, a la defensa de la igualdad social y los derechos humanos. El olvido que seremos es la reconstrucción amorosa y paciente de un personaje; está lleno de sonrisas y canta el placer de vivir, pero muestra también la tristeza y la rabia que provoca la muerte de un ser excepcional.

Conjurar la figura del padre es un reto que recorre consagradas páginas de la historia y de la literatura. ¿Quién no recuerda las obras de Kafka, Philip Roth, Martin Amis o V. S. Naipaul sobre su verdadero o cuestionado progenitor? Ahora será también difícil olvidar este libro desgarrador de Héctor Abad Faciolince escrito con valor y ternura.

«Un libro tremendo y necesario, de un coraje y una honestidad arrasadores. Por momentos me he preguntado cómo ha tenido la valentía de escribirlo», Javier Cercas

«Un libro hermoso, auténtico y conmovedor», Rosa Montero

«Lo que voy leyendo de Héctor Abad lo voy guardando como migas de pan muy esféricas, pulidas, luminosas, para cuando tenga que atravesar un gran bosque en la noche», Manuel Rivas

«Me fascinó El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince. Muy certero. Qué bonito libro. ¡Qué fina manera de rendir un homenaje a su padre y al mismo tiempo trazar un relato de toda una época!», Mario Vargas Llosa

LEIDO por Andrés: 

Había leído mucho sobre este libro, había aparecido en multitud de listas y reseñas y me apetecía hincarle el diente y no demasiado tarde, sobre todo.

Y no me ha defraudado. Una maravilla, para regalar a quien se aprecie de verdad.

El libro comienza de una forma que ya define su contenido, “un homenaje a la memoria y a la vida de un padre ejemplar”, el del autor y que destila, sea ajustado a la realidad o no, eso no importa, un enorme amor a su padre,

Su padre, médico, dedicó su vida profesional a ejercer la medicina social y una vez jubilado forzoso, a la defensa de los derechos humanos: “«Nunca he sido un arrodillado, no me he arrodillado sino ante mis rosas y no me he ensuciado las manos sino con las tierra de mi jardín»” , “«aunque no le temo a la muerte, tampoco quiero que me maten, ojalá no me maten: quiero morir rodeado de mis hijos y mis nietos, tranquilamente […] una muerte violenta debe ser aterradora, no me gustaría nada»


D. Héctor Abad Gómez


El autor, tal como comenta, tuvo esperar veinte años antes de tener la serenidad suficiente para poder escribir este libro y aún así, no le resultó fácil: “me saco de adentro estos recuerdos, como se tiene un parto, como se saca un tumor, a sabiendas de que “casi todo lo que he escrito lo he escrito para alguien que no puede leerme, y este mismo libro no es otra cosa que la carta a una sombra

A lo largo de las páginas del libro, que se lee con ganas, disfrutando de la lectura y sufriendo por lo que cuenta, vemos pasar la vida del autor, que como un espejo nos relata lo importante para él, la vida y asesinato de su padre. Y de paso asistimos a un desfile de la violencia que asoló Colombia durante el siglo pasado: Sus amigos de la primera juventud eran vallunos, de Sevilla, pero en los años de la Violencia de mediados de siglo se los fueron matando a todos uno por uno, por liberales, Desde ese tiempo mi papá se declaraba «un sobreviviente de la Violencia», por haber tenido la fortuna de estar en otro país durante los años más crudos de la persecución política y las matanzas entre liberales y conservadores

Relato descarnado y sincero de la relación paterno filial, muy emocionante cuando relata la muerte de su hermana Marta, cuando tenía 16 años, “y mi papá y mi mamá, al fin, después de seis meses de estarse conteniendo, pudieron echarse a llorar delante de ella. Y lloraron y lloraron y lloraron” y, sobre todo, la de su padre, “levanta la vista y ve la cara malévola del asesino, ve los fogonazos que salen del cañón de la pistola, oye al mismo tiempo los tiros y siente que un golpeen el pecho lo derriba”, “«Levantaron el cuerpo entre varios, de pies y manos, y lo lanzaron con violencia, como si fuera un bulto de papas, sin ningún respeto, y eso me dolió, como si le estuvieran quebrando los huesos, aunque ya no sintiera»” y que logra tocarme la fibra sentimental, hasta conmoverme.

Que gran homenaje a su padre. ¡Que envidia!


El día en que el Dr. Héctor Abad Gómez fue asesinado, éste copió en un papel un soneto llamado Epitafio, que dice:

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán, y que es ahora,
todos los hombres, y que no veremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y del término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los ritos de la muerte, y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre.
Pienso con esperanza en aquel hombre

que no sabrá que fui sobre la tierra.
Bajo el indiferente azul del cielo
esta meditación es un consuelo.

y que su hijo encontró más tarde, después de su asesinato, en un bolsillo. Este poema según el autor es de Jorge Luis Borges, pero según otros no. Félix de Azúa comenta en su blog, en una entrada del 25 de agosto del 2009, esta circunstancia, dando por sentado que se trata de un poema borgiano. De la primera estrofa viene el título del libro.

La tempestad Giorgione
el trueno de aquel cuadro fue como el estallar de mi vida erótica

No es un libro que se preste demasiado al humor, pero éste no falta:
Cuando íbamos en el camino yo le preguntaba al abuelito Antonio en cuál caballo me iba a montar, y él siempre me contestaba:
-En el Toquetoque, m'hijito, en el Toquetoque.
Lo raro, para mí, era que el Toquetoque tenía cada vez un paso y un color distinto, y vine a entender lo que decía mi abuelo mucho tiempo después, cuando me lo explicó el primo Bernardo, que era algo mayor que yo y mucho menos ingenuo que yo:
-¡Bobo! El Toquetoque no existe. Lo que el abuelito quiere decir es que los niños no pueden escoger, sino que se tienen que montar el el caballo que les toque
tenía una barriga tan prominente que habían tenido que abrirle una muesca circular a la cabecera de la mesa, donde él se sentaba, para que estuviera a sus anchas en el comedor
Cuando se refería al palacio y al tío, mi mamá suprimía los artículos y decía siempre Palacio (uno podía oír las mayúsculas), y Tío Joaquín
Las coplas famosas del Ñito Restrepo:
Una monja se embuchó
De tomar agua bendita
Y el embuche que tenía
Era una monja chiquita
Mil o dos mis personas, mujeres y niños en su mayoría, recorrían el barrio [de madrugada] para despertar la fe en la Santísima Vírgen y de paso despertar a los tibios que seguían dormidos, pegados a las sábanas

El autor fue educado en el más recalcitrante catolicismo, solo contrarrestado por su padre, que le abandonaba por largos periodos en que quedaba inerme “el problema era que cuando él se ausentaba durante meses, yo caía, indefenso, en el oscuro catolicismo de la familia de mi mamá” “yo quedaba a merced del mujerío enfermo de catolicismo de mi casa” y se nota a lo largo del libro. La visión que da de la Iglesia de su país en ese tiempo, puede herir, por saberse tan real, a algunas personas, aunque, detrás de su rechazo a la institución católica, se trasluce su tremendo respeto a las creencias religiosas.

PIO XII: El Espíritu Santo lo hizo nombrar Papa poco antes de la Segunda Guerra Mundial, para desgracia de los judíos y vergüenza de la cristiandad

No comparto las ideas que sobre la educación de los hijos se reflejan en el libro,“Si quieres que tu hijo sea bueno, hazlo feliz, si quieres que sea mejor, hazlo más feliz. Los hacemos felices para que sean buenos y para que luego su bondad aumente su felicidad”, o también, “El mejor método de educación es la felicidad”, pero no dejan de ser interesantes. Me gustó la pregunta que hace, “Cuántas personas podrán decir que tuvieron el padre que quisieran tener si volvieran a nacer?" y yo, como padre propongo la recíproca: ¿cuántos padres tiene hijos que los volverían a elegir a ellos como su padre si volvieran a nacer?

Y me vuelvo a encontrar En busca del tiempo perdido de Marcel Proust, que según el autor “marcaría para siempre mi vida”. Habrá que ir pensando en volver a empezar a leerlo y esta vez los siete libros.

Algunas palabras o expresiones que me han gustado, han sido:
regábamos” (nos equivocábamos)
aplanchadero” (cuarto de la plancha)
más serio que un revolver
mamasantos” (meapilas)
enfermos de asco
revista de muñequitos” (comic)
peluquiar” (cortarse el pelo)
tender la cama” (hacer la cama)
le aprendí” (aprendí de él)
maricada” (mariconada)
echarlo a las patadas” (echarlo a patadas)
jugar manecitas” (hacer manitas)
menjurje” (mejunje)

Palabras recuperadas:
godo
mamitis y papitis
de balde

Palabras sorprendentes:
malagradecido
leche impotable
hacerse la paja
bluyines

HÉCTOR ABAD FACIOLINCE

Colombia (Medellín, 1958)

En Medellín realizó estudios —todos inconclusos— de medicina, filosofía y periodismo. Después de ser expulsado de la Universidad Pontificia Bolivariana (por un artículo irreverente contra el Papa) viajó a Italia, donde se graduó en literaturas modernas.
Regresó a Colombia en 1987, pero ese mismo año, después de que los paramilitares asesinaran a su padre y de recibir amenazas contra su vida, se refugió en Italia, donde fue lector de español hasta 1992.

Nuevamente en Colombia, trabajó como traductor del italiano e inició su carrera de escritor.
Ha publicado, además de Angosta (2004, mejor novela extranjera publicada en China en 2005), otras tres novelas: Asuntos de un hidalgo disoluto (1994), Fragmentos de amor furtivo (1998) y Basura (2000), con la que obtuvo el Primer Premio de Narrativa Innovadora de la Casa de América de Madrid. Ha publicado además un libro de cuentos, Malos pensamientos (1991); de viajes, Oriente empieza en El Cairo (2001); un diccionario personal, Palabras sueltas (2002); el ensayo breve, Las formas de la pereza (2007); el volumen de relatos El amanecer de un marido (2008), y otros dos de género incierto, Tratado de culinaria para mujeres tristes (1997) y El olvido que seremos (2006)..

Su obra ha sido traducida al inglés, italiano, alemán, portugués y griego. Actualmente trabaja como columnista en la revista Semana, de Bogotá.
Ha recibido un Premio Nacional de Cuento (1981), una Beca Nacional de Novela (1994) y un Premio Simón Bolívar de Periodismo de Opinión (1998).

(Más información: Wikipedia, lecturalia)

jueves, 10 de febrero de 2011

EL MUNDO ES UN PAÑUELO de David Lodge

Traducción: Esteban Riambau Saurí
2ª Edición, 1989
Editorial: Versal
Páginas: 421

Esta divertida novela de David Lodge fue publicada en 1984.

Un joven profesor universitario se enamora perdídamente de una bella y misteriosa muchacha a la que conoce en un seminario de literatura y se lanza en su persecución por medio mundo. Viaja de un congreso académico a otro, con continuos cambios de continente, y en su periplo en pos de su amada se va topando con una variopinta fauna de intelectuales de postín y prestigiosos académicos, conferenciantes internacionales para los que los aviones se han acabado convirtiendo en su verdadero hogar.

David Lodge retrata el enloquecido mundo de esta errante tribu cultural en el que reinan las envidias, intrigas, zancadillas, bajos instintos, arrebatos de lujuria y mezquindades varias con una jocosa ironía y crea una comedia repleta de situaciones desternillantes, en la que además se permite jugar con guiños tomados de las novelas románticas y del ciclo artúrico y dar un divertido y malévolo repaso a las teorías literarias hoy día en boga.

LEIDO por.... Andrés:

En algún sitio había leído y luego guardado, que era un buen libro de humor. No estaba equivocado.

El título hace mención a la reducida dimensión de ese espacio, todo el mundo civilizado en realidad, donde, de forma programada o casual, todos los personajes de la novela van cruzando sus vidas, en un movimiento sin fin. Aparece en el texto cuando el protagonista se encuentra en Japón: “Desde luego -dice Persse-, el mundo es un pañuelo. ¿No tienen esta locución en Japón?

Mucha literatura, mucho sexo, mucho viaje y, eso si, mucha diversión. Los congresos literarios, las actuales peregrinaciones, como hábitat de los profesores universitarios, “
a veces, cuando dos congresos comparten el mismo alojamiento ocurren confusiones; se sabe de un bibliógrafo especializado en historia de la puntuación que asistió a los primeros minutos de un disertación médica sobre «Diferentes clases de coma», antes de comprender su error.”, y que permite a los protagonistas “disfrutar de todos los placeres y diversiones del viaje, y al mismo tiempo aparentar una austera dedicación al perfeccionamiento personal


Escenas cortas en distintos lugares del mundo se suceden, a caballo de congresos diversos, y se nos presenta la hilarante vida trashumante de nuestros protagonistas, “
puede saltar de uno a otro y aparecer en Amsterdam como un semiólogo, en Zurich como un joyceano y en Viena como un narratólogo”, que gozan con sus colegas, “¿te has vuelto loco? Nadie paga por echar un polvo en un congreso”, luchan por la cátedra de la UNESCO, son víctima de un secuestro con una delirante negociación, se someten a psicoterapia con una máquina inteligente de Turing, pagan su salario del pecado, visitan su circo de tres pistas y sobreviven hasta un final melodramático, digno de Echegaray. Eso si, teniendo en cuenta que “toda descodificación es una codificación”.


Obra coral, trepidante y cosmopolita, impregnada de mucho humor, fino humor muy inglés: “
El libro sobre el cual toma notas en este momento reposa, abierto y cara abajo, osbre la mesa de noche contigua a la cama, junto a su despertador, sus gafas y su dentadura postiza. […] Su dentadura parece amenazar el volumen con una mueca diabólica, como si le prohibiera moverse mientras Rudyart Parkinson descansa”; a veces otro más procaz: “Persse necesitó unos momentos para comprender que lo que estaba mirando era un pene enormemente ampliado entrando y saliendo de una vagina también enormemente ampliada. La sangre se agolpó en su rostro, y también en otra parte de su anatomía”; y con gotas de humor escatológico: “Philip empezó a limpiarse [en el baño]. Cuando las luces se encendieron de nuevo, espontáneamente, descubrió que estaba utilizando la página cinco de su conferencia sobre «El legado de Hazlit»

Tremenda crítica a la enseñanza universitaria: “Pero con el impulso de ese libro bueno de veras uno podía conseguir una beca para escribir un segundo libro en circunstancias más favorables, y con dos libros se obtenía un ascenso, una carga docente más ligera y unos cursos planeados por uno mismo; a partir de entonces, era posible producir cada vea con mayor rapidez, y esta productividad le convertía a uno en candidato para cargos, nuevos ascensos, becas y ayudas más generosas y prestigiosas para la investigación, y con más laxitud en la enseñanza y la administración rutinarias. En teoría, era posible arreglárselas para ser un profesor de pies a cabeza sin hacer nada, excepto mantener una ausencia permanente valiéndose de permisos sabáticos y becas Ésta era otra ley de la vida académica: Es imposible excederse en la adulación de tus pares

De verdad, ¡Tronchante!

Mi cachico:

Todo el mundo académico parece estar de viaje. Hoy en día, la mitad de los pasajeros en los vuelos transatlánticos son profesores universitarios. Su equipaje pesa más que el promedio, sobrecargado como está con libros y papeles, y también es más voluminoso, puesto que sus ropas deben abarcar tanto lo más formal como lo propio de tiempos de ocio, unas ropas para asistir a las conferencias y otras para ir a la playa, o al museo, o al Schloss, o al Duomo, o al Folk Village. Pues éste es el atractivo del circuito de congresos, una manera de convertir el trabajo en juego, de combinar el profesionalismo con el turismo, y todo ello a expensas de otros. ¡Escriba una comunicación y vea mundo! Soy Jane Austen... ¡hágame volar! O Shakespeare, o T. S. Eliot, o Hazlitt. Billetes para el viaje de todos ellos, para viajar en los reactores Jumbo. ¡Uuuuiiiiiiiiii!

Llena el aire la charla de esos eruditos errantes, con sus preguntas, sus quejas, sus recomendaciones y sus anécdotas. ¿Con qué compañía de aviación vuela? ¿Cuántas estrellas tiene el hotel ? ¿Por qué la sala de conferencias no tiene aire acondicionado? No coma ensalada aquí, pues cultivan las lechugas con excrementos humanos. La Laker es barata, pero su terminal en LA es lamentable. La Swissair da una comida excelente. La Cathay Pacific ofrece bebidas gratis en clase económica. En la Pan Am no se respetan los horarios, aunque en esto se lleva la palma la Jugoslavian Airlines (sus siglas JAT significan «¡Jamas aterrizamos a tiempo!»). La Quantas goza de la mejor estadística de seguridad entre las líneas aéreas internacionales, y la Colombia tiene la peor, ya que un vuelo de cada tres no llega a su destino (de acuerdo, hay en ello una cierta exageración). En cada vuelo de la El Al hay tres hombres del servicio secreto con pistolas ocultas en sus carteras; cuando saque algo del bolsillo interior de su chaqueta, hágalo lentamente y sonría. ¿Sabía el del irlandés que trató de secuestrar un avión y dirigirlo a Dublín? Ya iba allí. ¡Uuuuiiiiiiiiii!


Estuve tentado de poner el pasaje de la emergencia en el avión, me partía de risa leyéndolo, pero mejor lo dejo para disfrutarlo al leer el libro.

DAVID LODGE

Inglaterra (Londres, 1935)

Después de estudiar letras en la University College londinense, Lodge se dedicó a la enseñanza universitaria de literatura en Birmingham durante varias décadas, comenzando en 1960 y abandonando a finales de los años 80, período en el cual dedicó todo su tiempo a la literatura. En la actualidad es profesor hemérito de la Universidad de Birmingham.

Debutó como novelista con The picturegoers (1960). Más tarde, en una bibliografía con referencias autobiográficas y prosa sin florituras con tendencia a la sátira y el sarcasmo, publicó Ginger, You’re Barmy (1962), La caída del museo británico (1965), Fuera del cascarón (1970), Intercambios (1975), How far can you go? (1980), El mundo es un pañuelo (1984), Up the ladder to obscurity (1986), Buen trabajo (1988), Noticias del paraíso (1991), Terapia (1995), Surprise by summer (1996), Mr. Copping: A master teacher (1996) y Pensamientos secretos (2001).

Su última novela es El Autor, El Autor (2004), texto centrado en la figura del escritor Henry James que le aleja un tanto de sus habituales escritos de humor irónico.

Al margen de su producción novelística Lodge, uno de los principales narradores ingleses de la actualidad, ha escrito crítica literaria, colección de artículos guiones televisivos y obras teatrales, como The writing game (1991) y Trapos sucios (1999).

Es miembro de la Real Sociedad de Literatura y ha recibido numerosos honores, como Comandante de la Orden del Imperio Británico y Chevalier de l´Ordre des Arts et Lettres en Francia.

(Más información: Wikipedia, wikipedia (englés), lecturalia)

martes, 8 de febrero de 2011

LOS CONFINES de Andrés Trapiello

Edición, 2009
Editorial: Círculo de Lectores
Páginas: 276

Esta novela de Andrés Trapiello se publicó en el 2009.

Claudia es médico, lleva años intentando tener un hijo y su matrimonio pasa por una crisis desde que el marido mostrara su desacuerdo ante la idea de la adopción. Max es ingeniero, casado felizmente con Cathy y con dos hijos y una vida que él creía plena.

Los dos coinciden en Constanza, Colombia donde Max lleva trabajando unas semanas, y adonde viaja Claudia para la boda de una de sus mejores amigas.

En el ambiente sofocante y sensual de esa boda todo converge para que se revele ante ellos un sentimiento que desconocían, que les deja atónitos, felices, llenos de plenitud, y que a partir de ese momento va a ser irremediable, a pesar de las enormes dificultades personales y sociales que tendrán que afrontar.

De vuelta en Madrid, Claudia y Max comienzan una etapa de encuentros furtivos, una etapa que tendrá fin cuando son descubiertos y comienzan una nueva vida juntos, en contra de todo y casi todos. Una novela osada, incluso revolucionaria, que habla del amor con palabras absolutamente nuevas, polémica, sensual, luminosa...que establece un vínculo íntimo con el lector, que conmueve y que defiende que la premisa para la bondad es la libertad.

LEIDO por.... Andrés:

Me apetecía leer algo de este autor, además de Las armas y las letras, ya comentado, y encontré esta novela en el mercadillo de Ozanam.

El título hace referencia a la situación extrema de la relación de los protagonistas y aparece repetidas varias veces en el texto:
Esto ha sucedido, pero tú sabes que no será posible que vuelva a suceder. En otra época, en otro lugar, tal vez, lejos de todo...
-¿Más lejos de lo que estamos? Esto son los confines del mundo, Max

Y lo curioso es que para tratarse de una relación en los confines, esta muy bien tratada, pues es difícil que a alguien le escandalice, a pesar del tema tratado. Es una muy buena novela de amor de espaldas a la sociedad, cínica a veces, que los repudia y les obliga a huir a los confines, donde les espera la tragedia.

Señalar la referencia a Gabito:
“-Yo te quiero a ti -empezó diciendo-. Aquí estas cosas no tienen la importancia que le dan ustedes...
-¿Que cosas Flores? Es una niña...
-No puedes entenderlo. Lee, por favor, el libro que acaba de publicar Gabito.
Gabito, como le llamaba Flores, había estado en la Culebra muchas veces, había asistido incluso a su boda, era un buen amigo de la familia, tan inteligente, tan divertido, tan buen prestidigitador de sus grandes relatos.
-Es uno de los padres de la patria, un premio Nobel, no es un cualquiera.

Mi cachico:

La felicidad pasaba, lo sabíamos, por enfrentarnos a nuestro destino y rehacer nuestras vidas. Necesitábamos acariciarnos, besarnos, saber que éramos reales, hablar... Cuándto hablábamos. Pero cuando nos separaban las obligaciones cotidianas volvía a nosotros el sentimiento de orfandad. Para entonces ya sólo dependíamos de nuestros teléfonos móviles.

«Cuando tú seas vieja, seguiré a tu lado», me escribió Max en uno de aquellos mensajes que volando de uno a otro móvil nos mantenían unidos a lo largo del día, día tras día, semana tras semana. «Cuando tú seas vieja...»” Apenas habían pasado unos meses , y ya necesitábamos haber estado juntos largos años, con sus estíos calurosos, con sus fríos inviernos. Imaginando el helado arrabal de la vejez, un hombre aún joven sentía el fuego de la pasión, y de su corazón brotaban esas palabras que Max ignoraba habían sido dichas siglos atrás por un poeta al que hicieron inmortal.

Yo, conmovida, me quedé mirando la pantalla de mi móvil, y luego eliminé el mensaje. Cada vez que eso sucedía se me rompía el corazón. No poder conservar tales palabras. Cada paso que dábamos en aquella relación estaba destinado a no dejar ninguna impronta. Borrar las huellas de pecado original y borrar las huellas del Paraíso. Pasos sin huellas. Las olas de la vida cotidiana se encargaban, por prudencia, de borrarlos

MARTES CON MI VIEJO PROFESOR de Mitch Albon

Traducción: Alejandro Pareja
7ª Edicion, 2007
Editorial: Maeva
Páginas: 215

Martes con mi viejo profesor es el emocionante relato de los encuentros del periodista Mitch Albom con su antiguo profesor Morrie Schwartz, gravemente enfermo, todos los martes. Durante estos encuentros Albom tiene la oportunidad de hacer a su profesor las grandes preguntas que siguen inquietándole y hallar consejo, aliento y energías para empezar de nuevo. A pesar de que a Morrie Schwartz le queda poco tiempo de vida y de que la enfermedad le impone un doloroso calvario, el viejo profesor no ha perdido su ironía, ni tampoco las ganas y la capacidad de enseñar, de escuchar y de comprender, y se convierte en un muy valioso consejero y mentor de Mitch Albom

Un libro sencillo e intenso que encierra profundas verdades, que nos lleva a reflexionar por las profundas verdades que encierra y porque constituye un extraordinario testamento espiritual y una formidable lección de vida para todos. Conversaciones entre Mitch y su antiguo profesor de la universidad todos los martes. Una historia real para un libro de culto. El libro que ha cambiado la vida a millones de personas.

LEIDO por.... Andrés:

Aunque había leído con anterioridad su libro Las cinco personas que encontrarás en el cielo y no me había gustado (no recuerdo de que personas se trataba siquiera, ni tampoco cambio el sentido de mi vida, como decían para publicitarlo), lo he leído porque me lo dejó una amiga que con anterioridad me había regalado un libro y sabía que no había podido terminarlo. Lástima no haberme negado, pues ahora si que pensará que soy rarito de veras.
Grandilocuentes palabras de presentación, «El libro que ha cambiado la vida a millones de personas»,siempre la misma cantinela, que difícilmente no iban a resultar exageradas. También dicen en la contraportada, «Una historia real para un libro de culto» y «Millones de corazones conmovidos» y algunos excesos más. Tampoco cambiará mi vida, ni será mi libro de culto, aunque si entiendo que pueda servir a alguien y conmover a algunos más.
Dice la portada, a manera de subtítulo: «Un testimonio sobre la vida, la amistad y el amor» y se olvida, para mi lo más importante, testimonio de la muerte. Si acaso puedo destacar algo del libro, es como nos transmite la forma serena en que el profesor se enfrenta al deterioro de su vida y, al final, a la muerte. El resto de mensajes sobre la vida, la amistad y el amor, no dejan de parecerme los manidos que aparecen en los mil y un libro de autoayuda que nos invaden.
Después de ésta, ¿quien se va atrever a recomendarme libros?

Mi cachico:

A veces comemos juntos en la cafetería, Morrie, para mi gran consuelo, es todavía una calamidad mayor que yo comiendo. Habla en de vez de masticar, se ríe con la boca llena, comunica un pensamiento apasionado a través de un bocado de ensalada de huevo, mientras le salen disparados de los dientes los fragmentos amarillos.
Me mata de risa. Durante todo el tiempo que lo he conocido, he tenido dos deseos irresistibles: abrazarlo y darle una servilleta

MITCH ALBOM

EEUU (Passaic, Nueva Jersey, 1958)

Se licenció en Sociología en la Universidad de Brandeis, en Periodismo en la Graduate School of Journalism de la Universidad de Columbia y en Administración de Empresas en la Graduate School of Business de la misma universidad. De joven, había estudiado piano, y estuvo durante su periodo de estudiante trabajando como cantante y pianista en diversos grupos musicales, tanto en Estados Unidos como en Europa. Se inició en el periodismo en el Queens Tribune, pasando más tarde a la revista Sport, especializándose en periodismo deportivo. Trabajó también para Sports Illustrated, GEO y The Philadelphia Inquirer, para pasar a ser columnista deportivo en The Fort Lauderdale News y Sun Sentinel y a continuación en Detroit Free Press. Publicó su primer libro, una biografía deportiva, en 1989, al que siguieron otros de temática deportiva. En 1997, publicó Martes con mi viejo profesor, que le llevó a la fama, convirtiéndose en película de televisión y obteniendo cuatro premios Emmy. Ha trabajado y trabaja como locutor en radio y colaborador en programas deportivos en televisión. También ha hecho incursiones en el mundo del teatro.

Ha publicado también Las cinco personas que encontrarás en el cielo,

(Más información: Wikipedia, Página personal (inglés), Ediciones Maeva)

sábado, 5 de febrero de 2011

SENTIDO Y SENSIBILIDAD de Jane Austen

Traducción: Ana María Rodriguez
Edicion, 2008
Editorial: RBA
Páginas: 428

Sentido y sensibilidad fue la primera novela en publicarse (1811) de las siete que debemos al genio de Jane Austen. Son sus protagonistas las jóvenes hermanas Dashwood, quienes, desde caracteres contrapuestos, comparten el mismo afán por la búsqueda de la felicidad. Elinor, tranquila y paciente, confía en salvar con su discreción los obstáculos que impiden su relación con Edward Ferrars. Impetuosa y extravertida, Marianne, por el contrario, no duda en dejarse conquistar por el seductor Willoughby.

LEIDO por.... Andrés:

No había leido nada de Jaen Austen y había que subsanar esa laguna algún día. ¿por qué no ahora?

Bueno, pues no he podido terminarlo. He llegado hasta la página 150 y he tenido suficiente dosis de la bucólica campiña inglesa.

No he logrado interesarme por los avatares amorosos de las hermanas Dashwood.

JANE AUSTEN

Inglaterra (Steventon, 1775 – Winchester, 1817)

Es considerada una de las autoras más influyentes dentro de la literatura anglosajona.

De inicio precoz, escribió varias obras de niña que serían compiladas años después de su muerte, fue Sentido y Sensibilidad (1811) su primera obra publicada y con la que consiguió cierto nombre dentro del mundo literario. Dos años más tarde publicaría Orgullo y Prejuicio (1813), que se convertiría en un gran éxito y, posiblemente, en su obra más conocida.

De un estilo innovador en su épica, la novela romántica de Austen, cargada de tintes costumbristas, gozó de gran popularidad en su época y logró influir de manera notable a generaciones posteriores de escritores ingleses.

Sus últimas novelas, Persuasión y La abadía de Northanger, una parodia de la incipiente novela gótica, fueron publicadas juntas en 1817, de manera póstuma.

Varias de las obras de Austen han sido adaptadas al cine y a la televisión, destacando las versiones de Sentido y Sensibilidad (dirigida por Ang Lee) y la serie de televisión de la BBC dedicada a Orgullo y Prejuicio.

(Más información: Wikipedia, Wikipedia en inglés, cv.uoc.edu)