lunes, 13 de febrero de 2012

1Q84 de Haruki Murakami

Traducción: Gabriel Álvarez Martínez
Edición: 2012
Editorial: Círculo de Lectores
Páginas: 468, 406 y 476


Esta novela de Murakami se publico en el 2011.


En japonés, la letra q y el número 9 son homófonos, los dos se pronuncian kyu, de manera que 1Q84 es, sin serlo, 1984, una fecha de ecos orwellianos. Esa variación en la grafía refleja la sutil alteración del mundo en que habitan los personajes de esta novela, que es, también sin serlo, el Japón de 1984. En ese mundo en apariencia normal y reconocible se mueven Aomame y Tengo.

Aomame y Tengo no han vuelto a verse desde que se conocieron, cuando tenían diez años y se enamoraron místicamente, pero el recuerdo de aquel breve encuentro sigue vivo y latente en ellos. En 1984 rondan la treintena y llevan unas vidas solitarias y en apariencia anodinas: Aomame trabaja en un gimnasio y ama el ejercicio físico, y Tengo se gana la vida impartiendo clases de matemáticas. Pero ambos tienen un fondo secreto: él se prepara para ser novelista y su editor le ha encargado un editing sobre La crisálida del aire, un libro escrito por una enigmática adolescente, mientras que ella es una asesina a sueldo.

Las vidas de ambos cambiarán –o quién sabe, tal vez sigan el plan establecido desde que se conocieron– cuando Aoame, después de asesinar limpiamente a su última víctima en un hotel empiece a tener experiencias extrañas y recuerdos que no encajan con su pasado, como si hubiese entrado en una dimensión paralela. Por su parte, Tengo descubre que el autor de La crisálida no es quien parece ser, y sus pesquisas lo llevan tras la pista de una organización llamada «Vanguardia», que podría estar detrás de las sutiles modificaciones en la realidad cuyo objeto es dominar el mundo. Y, como telón de fondo de la historia, el universo de las sectas religiosas, el maltrato y la corrupción, un universo enrarecido que el narrador escarba con precisión orwelliana.

Sea como sea, al llegar a este punto nosotros, los lectores, acabamos de adentrarnos en un auténtico laberinto de textura onírica del que sólo Haruki Murakami conoce la salida.
 
 LEIDO por.... Andrés:

Fiel seguidor de Murakami, aquí estamos con esta ingente novela, a pesar de que no todas las críticas eras positivas.

La obra está dividida en tres libros, pero, por razones que desconozco, se publicó en dos volúmenes, con los dos primeros libros el primero. Si los dos primeros se leen con ansia, el tercero, que ralentiza la acción, a veces de manera incomprensible, se lee por averiguar como se resolverá la intriga y para disfrutar de la prosa de Murakami.

Dos historias, la de Aomame y Tengo, que, en capítulos alternativos, nos llevan de su distancia hasta su encuentro, desde la realidad más palpable a la fantasía, desde su vida diaria a situaciones extraordinarias..., hasta un encuentro que desde los primeros capítulos creemos inevitable. En el tercer libro  un nuevo personaje, un detective llamado Ushikawa, permite a Murakami introducir un punto más de suspense al demorar, con los capítulos de este nuevo personaje, los acontecimiento.

1Q84 se caracteriza, entre otras cosas, por tener dos lunas, una gran luna amarilla y una pequeña luna verde.
 
 Homenaje a Orwell:
Como sabrás, en 1984, George Orwell presentaba a un dictador llamado Big Brother, el Gran Hermano. Era, evidentemente, una parábola del estalinismo. Y a partir de entonces el término Gran Hermano se convirtió en un icono social. Fue un mérito de Orwell. Sin embargo, en el 1984 de hoy en día, el Gran Hermano es demasiado famoso, se ha convertido en algo muy visto. Si apareciera un Gran Hermano, lo señalaríamos y diríamos: «¡Fijaos! ¡Es el Gran Hermano!». En otras palabras, en el mundo actual el Gran Hermano ya no pinta nada.

Buscando en internet cosas acerca de este libro, me encontré que «Author : Cun Shang Chun Shu», que es como se escribe Murakami, por no se que extrañas traducciones.
 
Partido de Softbol, descendiente directo del béisbol

La conversación de Tengo con su padre en la residencia donde “Se ve obligado a convivir con ese vacío que se va expandiendo de forma paulatina en su interior” es desasosegante.

El libro electrónico, ¿acabará con ésto?: “Sentada en el suelo, Aomame cerró los ojos. Acercó la nariz a las páginas del libro y aspiró su aroma. El olor de las hojas, el olor de la tinta. Entregó su cuerpo tranquilamente a aquella corriente. Prestó atención a los latidos del corazón de Tengo

La Sinfonietta de Leos Janacek está presente en la vida de los protagonistas:
Aomame: "El bello eco producido por el unísono de los instrumentos de viento calaba en el interior de su cabeza"
Tengo: "Siempre le había dado ánimos y lo había protegido"

He de decir que me ha parecido un poco tramposo el artilugio que utiliza el autor para resolver la trama por él urdida. Recuerdo haber leído hace tiempo, en 1992, Las crónicas de Thomas Covenat, el incrédulo, de Stephen R. Donaldson, en donde el autor también recurre a lo mismo. En aquel libro el protagonista  también accedía, no recuerdo como, a un mundo fantástico paralelo donde se desarrollaba la historia principal , pero no me quedé con la sensación de que la salida de ese mundo fuera un recurso fácil para finalizar una situación demasiado compleja, como me ha parecido en éste. Es como si Murakami no supiera como finalizar la historia. De hecho los protagonistas huyen abandonado el mundo 1Q84, pero sin resolver la situación que se encuentran al llegar y que se complica con su intervención. Esta trampa le permite dejar muchos hilos sin coser. ¡Una lástima!. A pesar de ésto, he leído el libro, los libros, sin descanso y disfrutando.

Algunas palabras o expresiones que me han gustado, han sido:
Sin titubear, con sangre fría y precisión, hizo que el Reino de los Cielos le cayera sobre la cabeza
Tenía un cuello inmaculado al que le sentarían bien el rocío y las mariquitas
dulce dolor sordo

Palabras recuperadas:
arrebol
En un periquete

Palabras o expresiones sorprendentes:
ella también obtuvo su satisfacción [sexual]. Igual que un competente asesor fiscal que se deleita realizando complejas operaciones numéricas en su libro de cuentas

Mi cachico:

«Por supuesto, no es más que una hipótesis», pensó Aomame mientras caminaba. «Pero por ahora es la hipótesis más convincente que tengo. Al menos, hasta que se me presente otra aún más convincente, creo que debo actuar conforme a ella. De lo contrario, podría derrumbarme. Para ello debería llamar de forma adecuada a este nuevo estado en el que me encuentro. Requiere un apelativo singular para diferenciarlo del mundo de antaño, en el que los policías andaban con revólveres de los viejos. Hasta los gatos y los perros necesitan un nombre Un nuevo mundo, transformado, no va a ser menos.»

«1Q84:así voy a denominar este nuevo mundo», decidió Aomame.

«Q de question mark. Algo que carga con una interrogación a sus espaldas.»

Aomame asintió sola mientras caminaba.

«Me guste o no, ahora me encuentro en "1Q84". El año 1984 que yo conocía ya no existe. Esto es 1Q84. El aire ha cambiado, el paisaje ha cambiado. Me tengo que adaptar rápidamente a la forma de ser de este mundo con signo de interrogación. Igual que un animal liberado en un nuevo bosque. Para protegerme y sobrevivir, tengo que comprender sin dilación las reglas del lugar y amoldarme a ellas.»”

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