miércoles, 1 de febrero de 2012

EL HOMBRE QUE AMABA A LOS PERROS de Leonardo Padura

1ª Edición: 2009
Editorial: Tusquet
Páginas: 571

Esta novela de Leonardo Padura se publicó en el 2009

En 2004, a la muerte de su mujer, Iván, aspirante a escritor y ahora responsable de un paupérrimo gabinete veterinario de La Habana, vuelve los ojos hacia un episodio de su vida, ocurrido en 1977, cuando conoció a un enigmático hombre que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos.

Tras varios encuentros, «el hombre que amaba a los perros» comenzó a hacerlo depositario de unas singulares confidencias que van centrándose en la figura del asesino de Trotski, Ramón Mercader, de quien sabe detalles muy íntimos.

Gracias a esas confidencias, Iván puede reconstruir las trayectorias vitales de Liev Davídovich Bronstein, también llamado Trotski, y de Ramón Mercader, también conocido como Jacques Mornard, y cómo se convierten en víctima y verdugo de uno de los crímenes más reveladores del siglo XX. Desde el destierro impuesto por Stalin a Trotski en 1929 y el penoso periplo del exiliado, y desde la infancia de Mercader en la Barcelona burguesa, sus amores y peripecias durante la Guerra Civil, o más adelante en Moscú y París, las vidas de ambos se entrelazan hasta confluir en México. Ambas historias completan su sentido cuando sobre ellas proyecta Iván sus avatares vitales e intelectuales en la Cuba contemporánea y su destructiva relación con el hombre que amaba a los perros.




LEIDO por.... Andrés:
Mediante dos narraciones que se intercalan, la vida de Trotsky y la vida de Ramón Mercader, seguimos los hechos históricos del siglo XX, centrados en las vicisitudes de la gran utopía comunista.  Como nos cuenta el autor en su “nota muy agradecida final”, “ quise utilizar la historia del asesinato de Trotski para reflexionar sobre la perversión de la gran utopía del siglo xx, ese proceso en el que muchos invirtieron sus esperanzas y tantos hemos perdido sueños, años y hasta sangre y vida”, que tratándose de un escritor cubano es más que elocuente. 
Las viviendas de los Trosky:
Casa Azul de los Rivera



Vivienda de los Trosky 
en Coyoakan


Conejeras de Trosky
Despacho de Trosky

Estas dos historias, no siempre sincronizadas, nos permiten seguir los acontecimientos desde dos puntos de vista antagónicos, el de la víctima y el de su asesino, enriqueciendo todo lo que rodea al asesinato de Trotski, aunque resulta un poco farragoso cuando se adentra en explicaciones de la lucha política rusa. 

Las mujeres de Ramón Mercader:
  
 Su madre
 
Africa
 
Sylvia Ageloff

Hay una tercera narración, la del alter ego del autor que, en primera persona, nos permite conocer la Cuba de los 70 y la creación en aquellos años, perfectamente prescindible para entender el nudo central del libro, pero que sirve como constatación actual del fracaso de la utopía. 
Tres historias y “siempre el dichoso miedo, siempre, siempre, siempre

Aún con lo comentado, resulta un libro atrayente que te atrapa desde el principio, como si se tratara de una novela negra, al autor se le ve el oficio, de la que ya conocieras el final, lo cual la hace todavía más meritoria.



 
Este viaje histórico, que encierra una tremenda crítica al desarrollo de la revolución rusa durante el siglo XX y al comunismo español, me ha permitido rememorar hechos ya sabidos y conocer otros nuevos, enriqueciendo el conocimiento de una época importante no solo para la URSS, sino para toda Europa.





Hace pocos años, en el 2.005, reaparecíó el piolet con que fué asesinado. La hija de un agente del servicio secreto mexicano, intentó vendérselo a un nieto de Trotsky y éste hizo público el hecho y a partir de ahí, entrevistas y toda la parafernalia mediática. El piolet todavía conservaba restos de lo que parecía ser sangre humana. 

¡Bien podría tratarse de un fraude!
 Magnífica ocasión para acercarnos a la pintura de Diego Rivera y Frida Khalo







Algunas palabras o expresiones que me han gustado, han sido:
"ideas de mármol""
""entre las pocas cosas que repartidas siempre tocan a más, están el dolor y la miseria""
""parecía una estatua abandonada sobre un banco de la plaza""
"enciclopédica incultura" (Un artículo de El País, La literatura estimula la actividad del cerebro humano, demuestra que el oxímoron, combinación de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, genera una intensa actividad en el área frontal izquierda del cerebro, actividad que no se produce ante una expresión neutra o una incorrecta.)

Palabras o frases recuperadas (no las oía desde mis años mozos):
 "pajas mentales"
"gargajo"

Palabras o expresiones sorprendentes:
"flashazos"
"sinflictivas" (parece ser: no conflictivo)
"trucidado" (Hacer pedazos. Matar)

El libro acaba con:
Esta tarde, cuando cierren el ataúd y esta caja de cartón, llena de mierda, de odio y de toneladas de frustración y de mucho miedo, se irán con él: al cielo o a la podredumbre materialista de la muerte. Quizás a un planeta donde todavía importen las verdades. O a una estrella donde tal vez no haya razones para sufrir temores y hasta podamos alegrarnos por sentir compasión. A una galaxia donde quizás Iván sepa que hacer con una cruz roída por el
 mar y con esta historia, que no es su historia pero en realidad 10 es, y que también es la mía y la de tantísimas gentes que no pedimos estar en ella, pero que no pudimos escapar de ella: se irán tal vez al sitio utópico donde mi amigo sepa, sin la menor duda, que cono hacer con
 la verdad, la confianza y la compasión."

Mi cachico:
-Mira bien a ese hombre -dijo Karmin-. Es una escoria, un enemigo del pueblo. 

El Soldado 13 apenas miro al indigente cuando, sin que mediaran otras palabras, Karmin grito: 

-Mátalo! 

El Soldado 13, sorprendido por el alarido, sintió una doble confusión: da orden era real? ~y a quien se la daban, al Soldado 13, a Ramón Mercader o al efímero Roman Pavlovich? Pero no tuvo tiempo de pensar más pues Karmin extrajo de su funda la Nagan de reglamento y la amartillo. 

-Lób tvoiv mat'! ¿Lo liquidas tu o tengo que hacerlo yo!? 

El Soldado 13 miro los puñales y tomo uno de hoja corta y ancha que, sin saber por que, Ie pareció el mas apropiado. ¿Apropiado? ¿Para , pensó y sintió que las piernas Ie temblaban cuando dio el primer paso. Trato de convencerse de que  Avanzo hacia el hombre fétido, en cuyos ojos descubrió un miedo creciente. El hombre dijo algo  El Soldado 13 siguió avanzando, con el puñal a la altura de la cadera, esperando oír la orden de detenerse, el mandato que no llegaba, mientras el pordiosero maloliente estaba cada vez mas cerca de el.
El Soldado 13 vio el ruego dramático en los ojos del hombre, apenas a un metro y medio de el, y pudo escuchar el silencio. Nada mas. En su mente se formo una palabra: obediencia, y una pregunta: ¿blando? La imagen de África paso como una centella por su cerebro. Entonces dio otro paso, movió el puñal hacia atrás, para impulsarse, y comprendió que el otro era ya incapaz de huir, inc1uso de retroceder. EI terror lo había paralizado y lo había puesto a sudar. ¿Debía matar a un hombre así, a sangre fría, para demostrar su fidelidad a una causa grandiosa? ¿Con esa impiedad había que tratar a los enemigos del pueblo en la tierra de la justicia? ¿Qué tenia que ver aquello con las  No, centímetros mas el puñal hasta colocarlo en la posición de ataque. Y ya no lo pensó: lanzo el brazo armado en busca del vientre del pordiosero y descubrió, en ese instante, que era el Soldado 13, que Ramón Mercader se había esfumado, que éI estaba cumpliendo con el primer principio sagrado: la obediencia.

3 comentarios:

  1. A mi el libro me encantó.En cuanto a la figura de Frida Khalo en mi opinión sobre dimensionada.

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  2. Gracias por tu artículo. Pero deberías corregir lo del Gordo Rivera, en el enlace has puesto Daniel en vez de Diego!

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