miércoles, 20 de julio de 2011

AMERICA de James Ellroy

Traducción: Hernán Sabaté
Edición, 2010
Editorial: Ediciones B
Páginas: 563


América es el primer libro de la Trilogía Americana, una obra cumbre de la novela negra y política de James Ellroy. La intriga política del convulso período, entre los años cincuenta y sesenta, que culminó con el asesinato del presidente Kennedy, es el argumento central de América. De la mano de un policía corrupto, Pete Bondurant, relacionado con periodistas sensacionalistas, viajamos a Estados Unidos en la época de la crisis con Cuba, los conflictos raciales y el esplendor de Marylin Monroe, y asistimos a los momentos previos al magnicidio de Dallas. Personajes reales y ficticios se entrecruzan para ofrecernos un fresco de una época que ya se ha convertido en un mito.

LEIDO por.... Andrés:

Había leido de Ellroy dos novelas, L.A. Confidencial y La dalia negra y aunque me parecieron de trama un poco confusa, su forma de escribir, directa y sincopada, no dejaba de atraerme. Así que, después de leer una reseña francamente atractiva, incluí esta novela en mi lista de pendientes.

El inicio del libro es toda una amenaza: “Es hora de desmitificar una época y de construir un nuevo mito desde el arroyo hasta las estrellas. Es hora de descubrir a los hombres malvados de entonces y de averiguar el precio que pagaron para definir su época entre bastidores, en secreto

Se está refiriendo a la CIA, el FBI y a la Mafia en los tiempos de los Kennedy, J.E. Hoover y Howard Hughes. Coctel explosivo donde drogas, violencia, racismo, extorsión, sexo y asesinatos, contados a un ritmo trepidante, nos mantiene en vilo durante toda la novela.

El Presidente John F. Kennedy con Robert F. Kennedy y J. Edgar Hoover

Sangrienta y violenta en alto grado. El verbo cortar se conjuga de la siguiente manera:
  • le cortó tres dedos y los dejó en un cenicero
  • le cortó la cabellera
  • le cortó ambas orejas
  • cortó la cabeza con su machete
  • se cortó las venas
  • le cortó los labios
Una novela que me ha gustado y que a los amantes del género cautivará.

Le fallan sus conocimientos de judo, donde nunca se dan golpes: “Kemper le aplicó un golpe de judo. Con una patada lateral, le dobló las rodillas

Mi cachico:

Lockhart se descolgó por la escotilla. Llevaba una túnica manchada de hollín y ceñida con una cartuchera y dos revólveres. Era un pelirrojo pecoso, con los cabellos color fuego, y tenía un acento del Misisipí profundo.

—El dinero me parece bien y no me molesta trasladarme a Florida. Pero la regla de no linchar a nadie tiene que desaparecer.

Pete le soltó un revés. Dougie Frank se mantuvo en pie; se merecía un sobresaliente en equilibrio.

—¡Tío, he matado basura blanca más grande que tú por mucho menos de lo que acabas de hacer!

Chulería sin gracia: un aprobado justillo.


Pete lo golpeó de nuevo. Lockhart sacó el arma de su diestra... pero no apuntó.


Nervios: sobresaliente. Sentido de la cautela: notable bajo. Lockhart se enjugó la sangre de la barbilla.


—Los cubanos me caen bien. No me importaría relajar mi política de exclusión racial y dejar entrar a sus tipos en mi asamblea del Klan.

Sentido del humor: sobresaliente con matrícula.


Lockhart escupió un diente.


—Déme algo. Convénzame de que soy algo más que una especie de saco de gimnasio.


Pete guiñó un ojo.

—El señor Boyd y yo podríamos incluirte en un plan extra. Y la Agencia podría proporcionarte tu propio Ku Klux Klan.

Lockhart hizo un paso de baile a lo Stepin Fetchit.

—¡Gracias, massa! ¡Si usted fuera favorable al Klan, como un verdadero blanco, le besaría el borde de la túnica!

Pete le dio una patada en los huevos.


Lockhart cayó. Pero no gimió ni lloriqueó. Amartilló su arma... pero no disparó.


El tipo sacaba una nota general de aprobado

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