jueves, 23 de septiembre de 2010

FIESTA EN LA MADRIGUERA de Juan Pablo Villalobos

1ª Edicion, mayo 2010
Editorial: Anagrama
Páginas: 104

Juan Pablo Villalobos publicó esta novela, la primera, en 2010.

A Tochtli le gustan los sombreros, los diccionarios, los samuráis, las guillotinas y los franceses. Pero Tochtli es un niño y ahora lo que quiere es un nuevo animal para su zoológico privado: un hipopótamo enano de Liberia. Su padre, Yolcaut, un narcotraficante en la cúspide del poder, está dispuesto a cumplir todos sus caprichos. No importa que se trate de un animal exótico en peligro de extinción. Porque Yolcaut siempre puede. Tochtli vive en un palacio. Una madriguera recubierta de oro en la que convive con trece o quizá catorce personas: matones, meretrices, dealers, sirvientes y algún político corrupto. Y además está Mazatzin, su profesor particular, para quien el mundo es un lugar lleno de injusticias donde los imperialistas tienen la culpa de todo. Fiesta en la madriguera, una excelente y más que prometedora primera novela, es la crónica de un viaje delirante para cumplir un capricho. Cabezas cortadas, ríos de sangre, restos humanos, montañas de cadáveres. La madriguera está en México y ya se sabe: México a veces es un país magnífico y a veces es un país nefasto. Las cosas son así. La vida, al fin y al cabo, es un juego y una fiesta.

LEIDO por.... Andrés:

Aprovechando mi estancia en el hospital, leo esta curiosa novela, que te atrapa casi en las primeras líneas, debido a la originalidad de la técnica narrativa que emplea y al tema que trata: el narcotráfico desde los ojos de un niño, hijo de un capo.

Desde mi punto de vista, muy logrado el tono de la narración, logrando una magnífica forma de presentarnos los distintos temas que trata, conocidos por nosotros, pero no por ello menos atractivos.

Si acaso, he notado una cierta bajada de interés al final, como si el autor no se atreviera con alguna acción más directa o como si no hubiera encontrado la forma de atacarla sin perder el gran acierto del libro: las barbaridades del narcotráfico desde los ojos de un niño que no valora las conductas de los adultos, o mejor dicho, que valora desde su escala infantil, tan distinta a las nuestras.
Si quieres hacer un regalo de un libro y asegurarte que se lo terminarán, aquí lo tienes. Apto hasta para alérgicos a la lectura.

Mi cachico:

Esto es lo que pasaron hoy en las noticias de la tele: en el zoológico de Guadalajara los tigres se comieron enterita a una señora, menos la pierna izquierda. A lo mejor la pierna izquierda no era una parte muy suculenta. O a lo mejor los tigres ya estaban satisfechos. Yo nunca he ido al zoológico de Guadalajara. Una vez pedí a Yolcaut que me llevara, pero en lugar de llevarme trajo más animales al palacio. Fue cuando me compró el león. Y me dijo algo de un señor que no podía ir a una montaña y entonces la montaña caminaba.

La señora comida era la directora de zoológico y tenía dos hijos, un esposo y un prestigio internacional. Bonita palabra, prestigio. Dijeron que podría tratarse de un suicidio o de un asesinato, porque ella nunca entraba a la jaula de los tigres. Nosotros no usamos a nuestros tigres para los suicidios o para los asesinatos. Los asesinatos los hacen Miztli y Chichilkuali con orificios de bala. Los suicidios no sé como los hacemos, pero no los hacemos con los tigres.

No hay comentarios:

Publicar un comentario